Irán rechazó finalmente la oferta de Estados Unidos y Europa sobre el expediente nuclear, pero en vez de esperar las inevitables sanciones, los dirigentes iraníes provocaron una crisis en el Medio Oriente organizando ataques contra Israel. Su objetivo es desestimular a Estados Unidos y a los europeos a provocar una nueva crisis atacando a Teherán.
Por otra parte, Irán, en busca de liderazgo regional, sufría las consecuencias de su apoyo a las milicias chiítas iraquíes que atacan a los árabes sunitas. Este ataque fue preparado mediante una serie de reuniones. Khaleed Meeshal, dirigente de Hamas que vive protegido en Damasco, se dirigió a Irán para cobrar 50 millones de dólares. Aunque sunita, Hamas aceptó el dinero y colabora con Irán, burlándose de la suerte de los palestinos en beneficio de la idea de «Palestina». Eso debió ser más complicado para el Hezbollah que tuvo que hacer grandes esfuerzos para entrar en el gobierno libanés. Finalmente decidió servir a Irán.
Hoy, Israel debe contraatacar Gaza y destruir el arsenal del Hezbollah. Eso pasa por un bloqueo que impide al Hezbollah recibir armas. Israel va a golpear igualmente al Líbano para empujar a las demás formaciones políticas a aumentar la presión contra el Hezbollah.
«Iran moves first», por Edward N. Luttwak, Jerusalem Post, 17 de julio de 2006.
«Iran’s pre-emptive strike against the West», Taipei Times, 20 de julio de 2006.
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