En reciente programa televisivo, Humberto E. Hernández, presidente de la Beneficencia Pública de Lima, denunció el irrisorio alquiler de 20 mil soles mensuales, que le paga la Universidad Privada Cayetano Heredia, por su local, en donde funcionaba la Escuela Nacional de Enfermeras y por el cual, ha dicho, que tiene ofertas a firme de alquiler, por sumas que superan los 67 mil soles al mes. Lo que no ha dicho Hernández, es que él cobra como presidente, una remuneración mensual de 18 mil soles cada 30 días, de los recursos de la Fundación Canevaro; tampoco de los S/. 3,800 que cobra por dietas de sesiones de directorio de SBPL y en la cual le acompañan el padre Gastón Garatea y la abogada Beatriz Alva Hart con iguales ingresos.
A decir de su anterior presidente, Ernesto Ponce, la BPL arrastra enormes deudas tributarias que le impiden cumplir sus fines sociales, las mismas que podrían ser canceladas, si el Estado decidiera compensarla por el uso de los predios que ocupan diversos hospitales y que son propiedad suya y que administra el MINSA; entre ellos Dos de Mayo, Loayza, Larco Herrera y el Instituto Materno Perinatal (antes Maternidad de Lima). Según Ponce, a la BPL le correspondería una renta de hasta seis millones de soles mensuales, de acuerdo con estimaciones de la Comisión Nacional de Tasaciones (CONATA). "Son locales muy grandes. El Larco Herrera, por ejemplo, mide 14 hectáreas y el Puericultorio Pérez Araníbar 15 hectáreas" y nunca se le ha pagado nada. La Beneficencia los cedió en uso más de 30 años atrás, pero los contratos ya han vencido hace cinco, seis u ocho años.
En el 2000, se creó una comisión multisectorial para analizar la situación económica de la Beneficencia, que recomendó apelar a la figura de la compensación financiera con relación a los hospitales y también sugirió la formación de un grupo de seguimiento permanente, con representantes del Ministerio de Economía y Finanzas, del Ministerio de Salud, del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (Mimdes) -al cual está adscrita la Beneficencia- y el Instituto Nacional de Bienestar Familiar (Inabif). Esta Comisión, se ha reunido en forma periódica y sólo ha demostrado tener buena voluntad. El asunto es que hasta ahora todo parece quedar en buenas intenciones.
Pero los hospitales no son los únicos predios de los que la Beneficencia podría sacar recursos. En departamentos, casas y locales comerciales repartidos por toda la ciudad, muchos de ellos en distritos residenciales, tales como San Isidro, San Borja, Miraflores, la institución tiene nada menos que 5,052 UPAs (Unidades prediales arrendables). El problema es que en un 60% son morosos y entre los cuales se cuentan prominentes políticos, juristas, todos ellos muy “vivos”, con rentas de 20, 30, 40/mensuales. Por ejem., hay un conocido Chifa, en San Isidro, que estaría pagando la irrisoria suma de –S/ 500 soles mensuales.
Tal es la incapacidad administrativa de la BPL, que hace algún tiempo se robaron la computadora, que contenía los datos de los 5000 inmuebles y, muy a pesar de ello, sus sistemas contables y de control de inventarios, se llevan en forma manual y las pocas computadoras con que cuentan, se usan como simples máquinas de escribir y, algo más grave aún, como legados o donaciones, la Beneficencia de Lima, cuenta con innumerables bienes culturales, de incalculable valor, joyas y muebles no contabilizados.
Por estas razones, la administración anterior trató de convocar a un concurso público a fin de que alguna empresa privada asuma la difícil tarea de administrar esas propiedades de la Beneficencia y eleve los niveles de cobranza. El funcionario fue cesado y el nuevo presidente Hernández, sigue en las mismas.
La pillería del Estado y predios subastados
En julio del 2004, el SAT de la Municipalidad de Lima, subastó nueve inmuebles de la Beneficencia, por impuestos prediales y arbitrios, que el Estado no paga. En septiembre, un recurso interpuesto ante el Poder Judicial salvó otros doce predios del remate. Los inmuebles se ubican en el Cercado de Lima, Chorrillos, Lince, San Isidro, Magdalena, entre otros distritos, hechos que burlescamente, han originado que al área de Asesoría Jurídica de la BPL, se le conozca como “el Estudio 501”, ganan un juicio y pierden 500.
Algo de historia
Los franceses en Lima eligieron como el primer presidente de la institución, a su patriarca, don Aquiles Allier, amigo del libertador Simón Bolívar y del mariscal Castilla, quien, como vecino notable de la capital, había sido uno de los fundadores de la Sociedad de Beneficencia Pública de Lima en 1835.
Desde entonces, prominentes familias acaudaladas de Lima, tales como, Larco Herrera, Perez Araníbar, Canevaro, etc., a lo largo de estos años, han donado toda su propiedad inmueble, joyas, obras de arte y muebles, para la atención de ancianos, niños, jóvenes en riesgo físico y en situación de abandono.
La farsa de la legalidad del Estado
La Ley Nº 26918 crea el Sistema Nacional para la Población en Riesgo, para disponer un proceso de reordenamiento de las Sociedades de Beneficencia Pública y Juntas de Participación Social y permitir el mejor cumplimiento de sus objetivos a través de una adecuada administración gerencial, organizada, transparente y solidaria de sus bienes y servicios; el Decreto Supremo Nº 008-98-Promudeh, establece que, las Sociedades de Beneficencia Pública y Juntas de Participación Social, tienen como finalidad la promoción, atención y apoyo a niños, adolescentes, jóvenes, mujeres, ancianos y en general, toda persona en situación de riesgo, abandono o con problemas síquicos, sociales o corporales que menoscaben su desarrollo humano. También les compete la construcción, habilitación, conservación y administración de albergues, centros de acogida, asilos, cementerios, locales funerarios y el desarrollo de cualquier proyecto directamente vinculado a la finalidad conferida.
En cuanto a su reordenamiento y en sus disposiciones generales de dicho D.S., se establece el inicio del proceso de reordenamiento de las Beneficencias, entendiéndose como tal el conjunto de acciones que le permitan el mejor cumplimiento de sus objetivos a través de una adecuada administración gerencial, organizada, transparente y solidaria de sus bienes y servicios.
Miseria moral de una capital capturadora
Tal vez algunos miles de millones de dólares, sumen el patrimonio de la Beneficencia Publica de Lima, ¿a quiénes sirve?. Si, a decir de nuestra erudita parlamentaria y lingüista Martha Hildebrandt, ella no mandaría, ni a su sirvienta a los nosocomios de ESSALUD, porque no tendría quién le sirva desayuno, huelgan los comentarios ¿Qué cosa pueden esperar, los más pobres de esta horrible ciudad, si los hospitales del MINSA, propiedad de la BPL, carecen de gasas y esparadrapos para atenderlos?
Mensaje para el presidente García
La solución de los problemas de la BPL, son fáciles de resolver y sólo necesitan de un poquito de vocación y humanidad, capacidad e imaginación creadora y menos pillería, he aquí algunas propuestas:
Declarar la inmediata reorganización y reestructuración de la BPL y nombrar una comisión interventora de tres personalidades ilustres y morales.
Licitar la participación de una empresa privada, para que efectúe el inventario físico y el saneamiento físico-legal de los 5 mil inmuebles y administre su cobranza, según el arancel vigente, a cambio de una comisión del 10% de lo que se recaude, publicándose en un portal de transparencia, el nombre de los locatarios y el monto que deben pagar, según el arancel vigente.
Concesionar 5 de las 15 hectáreas del Puericultorio Pérez Araníbar a alguna importante cadena comercial, por 30 años, estableciéndose el pago de la merced conductiva, en 50% en efectivo y lo restante para que asuma la promotoría, mantenimiento y manutención del albergue, incrementando la atención de 500 a 1,500 niños en situación de abandono y que deambulan por la ciudad.
Evaluar la semi-privatización de los servicios de salud, con la participación de los entes privados o clínicas, de los hospitales de propiedad de la BPL, para los sectores de la población mas desposeídos.
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