El mensaje del pueblo peruano de ayer –día de elecciones regionales y locales- es más que elocuente: algunos jugosos feudos en Lima, como Surco y San Isidro, han sido felizmente perdidos por sus hasta pocos días antes, inmensamente favoritos “dueños”; los partidos políticos ya no tienen peso ni gravitación en la opinión y en las decisiones del pueblo; y eso confirma que para el pueblo, los últimos gobiernos han sido un fracaso monumental, más allá de algunas figuras que tratan de mantenerse vigentes sin fundamento de verdad, pero que por el tiempo, la edad y la realidad ya no volverán.
Las soluciones no están en el pasado, están en el futuro y por ello hay que trabajar hoy. Tal vez la figura del futuro, sea algún joven re-electo que debe confirmar sus capacidades y continuar dando claras muestras de transparencia y honestidad, más allá de sus resultados, que pueden ser menores o mayores en función de las responsabilidades que le toca ejercer; o tal vez surja alguno nuevo.
El hoy, es responsabilidad del actual gobernante, que inteligente que es, sabrá entender este mensaje y terminar concluyendo que el futuro del Perú que él debe forjar hoy, no está en la macro-economía que el gobierno anterior a cargo durante 5 años de su último primer ministro, ha dejado; sino que ESTA EN EL DESARROLLO CON BIENESTAR EXTENDIDO A TODA SU POBLACIÓN, hoy desorientada y desmoralizada.
Ayer escuchamos muchos comentarios en los paneles de la TV; de ellos me quedo con dos: uno, de un alcalde re-electo, que no es el de Lima, quien dijo, “debemos trabajar en la educación, la cultura, la generación de empleo y en la moral del ciudadano para que recupere la confianza en el Perú”; y el otro comentario, el de una congresista que con claridad meridiana dijo algo que pocos o casi ningún político entiende: “se es político, hasta que uno queda elegido, de allí nos debemos olvidar de la política y trabajar por el desarrollo y el bienestar del pueblo que nos ha elegido”.
El Perú por décadas ha desarrollado muy poco, al punto que lo más destacable de su desarrollo, es la “cocina peruana” con gran mérito por cierto.
Los sucesivos gobiernos del Perú en los últimos 20 años, están liquidando sin pausa la “clase media” y esa es la desgracia de nuestra país, cuya pirámide social se compone de un 5% que maneja el país y su economía como si fuera de su propiedad; otro 5% de nivel medio-alto (usaremos el término “nivel medio”, por no haber otro), que vive bien y está al servicio del primer 5% (incluidos aquí los medios de comunicación y sus periodistas manejadores de opinión). Luego viene un nivel medio emergente basado en el comercio, que ha crecido mucho de manera focalizada, pero que es poco sustentable; entonces está esa “clase media” (tenemos que llamarla así, pues reitero, no hay otro término más apropiado), des-investida de participación en el desarrollo, donde se encuentra la clase adecuadamente empleada de diminuta dimensión, el grueso de profesionales sub-empleados y sub-utilizados, con los pequeños y medianos empresarios que empujan con limitadas posibilidades, los subempleados, desempleados y los jubilados; por allí los micro-empresarios que con apoyo crediticio luchan por sobre-vivir con limitadísimas posibilidades de mercado; y finalmente el nivel de pobreza y pobreza extrema, que se lleva el 50% y algo más de la población total.
¿Qué hacen los gobiernos?. Privilegian y se congracian con el nivel alto (el primer 5%), terminando sometidos a sus intereses, trabajan activamente con el segundo 5% (nivel medio-alto) y promocionan los logros macro-económicos; hacen “Programas para combatir la Pobreza” de manera de mostrar una cara al pueblo que no vamos a calificar; y el nivel de esa clase media des-investida del desarrollo y del bienestar en proceso in-interrumpido de pauperización, esa “clase media”, no importa, su opinión se maneja a través de los medios de comunicación y un poco de circo de grandes titulares con menos pan cada día, será suficiente. ¿Hasta cuándo?.
No queda mucho tiempo, lean el mensaje de ayer domingo de elecciones. Toca a este gobierno –no puede ser de otra manera- iniciar el nuevo futuro con bienestar para el Perú; con TLC o sin él; tal vez por un tiempo, es mejor sin TLC y con ATPDEA; pero vivamos con el escenario, no queda otro camino, no perdamos más tiempo; incluso, no perdamos tiempo comentando, busquemos de construir para el Perú y todos los peruanos; ese es el único camino con paz y bienestar.
Las condiciones aún son propicias; sacar adelante la agricultura, la agroindustria, la agro-forestería y la forestería; la acuicultura, la pesca artesanal de consumo humano, el turismo, la minería artesanal y comunal; en general el sector rural, es fundamental para acabar con la pobreza y ello sólo será posible si se reactiva el nivel medio de la población donde se encuentran los pequeños y medianos empresarios y los profesionales. De ellos emergerán las iniciativas de desarrollo, que ya demás está demostrado, no surgirá del nivel socio-económico alto.
El gobierno ha dado recientemente la Ley de Creación de la Sierra Exportadora, que se instrumenta con base a la “Ley Marco para el Desarrollo Económico del Sector Rural – Ley 28298”, que el anterior gobierno promulgó en el 2004, pero que quedó congelada por intereses subalternos, al no reglamentarse por más de dos años. Ahora deben reglamentarse las dos leyes, la de Sierra Exportadora y la del Sector Rural, la primera no funciona sin la segunda.
Para que ambas tengan éxito y el país se desarrolle, es necesario acometer con transparencia y firmeza un ajuste en el sistema financiero de manera de hacerlo migrar hacia un “Sistema Financiero para el Desarrollo”. Dejarlo como está por “razones políticas” puede terminar en el fracaso de prospectivos programas de gobierno, como la Sierra Exportadora, o mediatizar y limitar su desarrollo a un mínimo necesario para la publicidad (como ha sido el caso del Agrobanco en el gobierno anterior). Está por demás demostrado, que el actual sistema financiero no propicia el desarrollo, lo limita, prácticamente lo niega.
El diagnóstico es sencillo: hoy hay créditos para la gran empresa y para la micro-empresa; la pequeña y mediana empresa, tiene un acceso muy limitado y de altísimo costo si se logra; es por ello que el Perú no desarrolla, pues el sistema está diseñado para que el nivel medio de la población (único capaz de sacar al país adelante y erradicar la pobreza) no surja y las diferencias de bienestar se hagan cada vez más abismales. ¿Qué éxito se puede prospectar a un TLC en estas condiciones?.
Para el desarrollo económico y social del sector rural, juegan papel preponderante los nuevos o re-electos gobernantes regionales y locales favorecidos por el pueblo ayer. Sean concientes, que la única salida para nuestro país, sus regiones, provincias y municipios, es la del desarrollo productivo en libertad, con ética y transparencia, pero fundamentalmente, con amor al Perú.
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