Es una realidad que el Perú es un país singularmente rico en recursos naturales de toda índole; pero la verdad de la realidad, es que la gran mayoría de los peruanos están bajo la línea de pobreza.
Es una realidad que el Perú ha logrado y sostiene indicadores macroeconómicos destacables internacionalmente; pero la verdad de la realidad, es que con esos indicadores no se alimenta al pueblo, no se le educa, ni se le da garantía de salud.
Es realidad que la posesión de teléfonos celulares ha crecido enormemente en los diferentes estratos sociales; pero la verdad de la realidad, es que ello no es indicativo concluyente de desarrollo y menos aún de inclusión.
Es una realidad que la economía peruana ha crecido y continúa creciendo, aunque no en la medida que es posible en un país de las riquezas del Perú; pero la verdad de la realidad, es que este crecimiento está cada vez más concentrado en los niveles más pudientes de la pirámide socio-económica.
Es una realidad que el nivel socio-económico alto tiene capacidad de desarrollo en el Perú; pero la verdad de la realidad, es que ese nivel ha definido al Perú como un país primario-extractivo, en el que debe ser “barato” operar.
Es una realidad que el país se viene desarrollando; pero la verdad de la realidad, es que este desarrollo es selectivo y fundamentalmente exclusivo y excluyente.
Es una realidad que el presidente García ha hecho énfasis en la “inclusión” en su mensaje del último 28 de julio; pero la verdad de la realidad, es que este precepto no lo practica el gobierno.
Es verdad que el Perú tiene una clase media con gran potencial donde se ubican los pequeños y medianos empresarios y los profesionales; pero la verdad de la realidad, es que el sistema que maneja al país, está determinado para que esa clase media no surja, porque no se quiere que el país se desarrolle con bienestar extendido.
Es una realidad que la economía peruana de hoy es sólida; pero la verdad de la realidad, es que ello no va a durar, ni va a resolver la pobreza en el país, si no se privilegia el “desarrollo con inclusión”, teniendo como motor al nivel medio de la población, con mecanismo de economía moderna y tecnología.
Es una realidad que se han descentralizado los medios económicos en los gobiernos regionales y municipales; pero la verdad de la realidad, es que no hay capacidad para el eficiente manejo de estos recursos en esos gobiernos, ni existen lo mecanismos legales para que esto ocurra.
Es una realidad que en el Perú siempre hemos tenido discursos políticos muy prometedores y esperanzadores; pero la verdad de la realidad, es que el pueblo peruano sigue postergado y engañado.
Es una realidad que en el Perú desde los noventa, se preconiza el modelo de “libre mercado”; pero la verdad de la realidad, es que en el Perú se practica el “libertinaje de mercado”; es decir, la “ley del más fuerte”
Es una realidad en el Perú, que los medios de comunicación están fundamentalmente en manos privadas; pero la verdad de la realidad, es que los principales medios están sometidos a los intereses de sus dueños, lo que relativiza la “libertad de prensa” en el Perú.
Es una realidad que hay un poder judicial en el sistema de gobierno; pero la verdad de la realidad, es que el abuso, la falta de transparencia y la injusticia predominan en ese poder del Estado.
Es una realidad que el terrorismo hizo mucho daño al país durante largos años y nadie quiere que esto se repita; pero la verdad de la realidad, es que quienes pusieron el “caldo de cultivo” para que ello ocurra fueron los sucesivos gobiernos y sus patrocinadores.
En una realidad que hubo una Comisión de la Verdad y Reconciliación en el Perú; pero la verdad de la realidad, es que no encontraron la verdad, más bien la inventaron y que no reconciliaron a nadie.
Es una realidad que el movimiento ALBA patrocinado por el gobierno de Venezuela, está auxiliando a pobladores peruanos “excluidos”; pero la verdad de la realidad, es que lo que busca es penetrar ideológicamente al pueblo para sojuzgar al Perú políticamente.
Es una realidad el potencial peligro que significa el movimiento ALBA para el Perú; pero la verdad de la realidad, es que -una vez más- este tipo de acciones termina siendo soportada e indirectamente promovida, por el desinterés de los sucesivos gobiernos peruanos y sus patrocinadores, para extender el bienestar a todos los niveles de la población.
Es una realidad en el Perú que los sucesivos gobiernos han tratado de aliviar la pobreza con “programas sociales”; pero la verdad de la realidad, es que han envilecido más al pueblo, lo han hecho más ignorante, más pobre y más dependiente del regalo y la dádiva.
El Budismo dice que “la verdad de la realidad relativa o mundana”, está determinada por el mundo de los fenómenos y por la percepción que de este tienen las personas; y que “la verdad de la realidad trascendental y última” es la esencia que subyace a toda creación.
Los hechos, son la manifestación de la realidad; y permiten mediante la construcción lógica descubrir y acceder a la verdad; cuando no, es la percepción del ser humano lo que prevalece. Aquí la “comunicación” y los medios para hacerla llegar, pueden generar severas distorsiones de la verdad legítima.
A pesar de ello, la percepción generalizada en la gran mayoría de los peruanos, es que han sido engañados por los sucesivos gobiernos ... y ya no creen; v.g., esa es la verdad.
La verdad legitima la realidad; en el Perú, no podemos seguir viviendo de una realidad que -aunque pueda ser legal o la hagan legal- no es legítima. Ello no va a durar.
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