La reestructuración en Petróleos Mexicanos contempla el cese del 30 por ciento de la planta laboral. Unos 30 mil trabajadores serían despedidos de la paraestatal en busca de mayor “eficiencia”.
A ocho meses de iniciada la administración del gobierno de Felipe Calderón, “el presidente del empleo”, datos del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI) confirman que el desempleo creció con relación al último año de gobierno de Vicente Fox.
Hasta finales del mes pasado, el desempleo ed la población económicamente activa era del 3.79 por ciento, contra un 3.74 por ciento registrado en 2006, el último año de gobierno de Vicente Fox, revelan cifras del INEGI.
Este instituto estaca que los 20 mil nuevos desempleados son profesionistas con elevados niveles educativos, con lo cual suman 40 mil 892 personas con educación media superior y superior desocupadas.
A pesar de lo anterior, entre 2007 y 2009 Petróleos Mexicanos (Pemex) contempla despedir al 30 por ciento de sus trabajadores, tanto de confianza como sindicalizados, según el nuevo modelo de restructuración de la paraestatal.
El modelo Suma (Contralínea 54) contempla que en la nueva estructura, la Dirección Corporativa de Operaciones (DCO) se hará cargo de todo el personal bajo el “macroproceso” de recursos humanos y al mando de un coordinador general de Recursos Humanos, quien tendrá atribuciones para hacer contrataciones, decidir despidos, otorgar incapacidades y dar jubilación a trabajadores, incluidos los de la subsidiaria y las filiales petroleras.
Aún no se define cuántos trabajadores requerirá cada área de Pemex en este nuevo esquema, y aunque el proyecto no se ha hecho oficial, la administración de Jesús Reyes Heroles prepara despidos masivos. Contralínea obtuvo una lista interna de la DCO, en donde se cita los nombres de mil 300 trabajadores que serían los primeros despidos en esta nueva etapa de crisis laboral.
Rechazo a Suma
Organizaciones independientes de trabajadores de Pemex manifiestan su rechazo al modelo Suma, a la privatización de la paraestatal y a la pérdida de la fuente laboral de 30 mil trabajadores.
Alfredo Hernández Peñaloza, dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores de Confianza de la Industria Petrolera (UNTCIP), explica: “el modelo Suma significa un daño patrimonial para los mexicanos, porque no solo se privatizará la principal fuente de ingresos del país, sino que provocará desempleo y que la principal empresa del Estado se convierta en un simple administrador de contratos”.
Este líder cita el ejemplo de Venezuela, en donde a partir de que Hugo Chávez nacionalizó Petróleos de Venezuela quedó en evidencia que las empresas privadas se beneficiaban con el 70 por ciento de ganancias de esa industria.
“El Suma es la nueva fase para continuar con la desintegración de la empresa y la desarrollan por dos vías: la contratación de privados en áreas y actividades que desempeñan trabajadores especializados de Pemex, y que inicia con esta nueva licitación de ductos; y la restructuración de la organización interna, orientada a promover los despidos”, explica.
Miembros del Comité Nacional de Defensa de la Energía, integrada por profesionistas petroleros de todo el país, coinciden en que al dejar en manos de empresas privadas la parte operativa de Pemex, se incrementará la explotación laboral de los contratistas, quienes responden a intereses particulares sin ofrecer salarios justos, pese a los millonarios pagos que reciben de la paraestatal.
Costo laboral
De acuerdo con información de la Dirección Corporativa de Finanzas, actualmente el 60 por ciento del presupuesto de Pemex se destina al pago de los 145 mil trabajadores de la empresa, es decir, se destinan 64 mil millones de pesos al pago de salarios, indemnizaciones, jubilaciones y aportes al Fondo Laboral de Pemex (Folape).
Por subsidiarias, la que registra mayor gasto es Pemex Refinación, que concentra al 30 por ciento de trabajadores (43 mil de planta y 6 mil 131 eventuales), con un gasto anual de 31 mil millones de pesos.
Le sigue Pemex Exploración y Producción, con un gasto de 26 mil 280 millones de pesos, para 49 mil 494 trabajadores, de los cuales 38 mil 936 son de planta y 10 mil 558 son eventuales.
En tercer lugar está Petroquímica, con un gasto de 10 mil 272 millones de pesos para 14 mil 540 trabajadores. Luego, Gas y Petroquímica Básica, con un gasto de 9 mil 500 millones de pesos para 12 mil 240 trabajadores.
Una parte considerable de los egresos de Pemex en materia salarial es para los altos mandos. El director general tiene un sueldo bruto de 196 mil 380 pesos mensuales; los directores corporativos y los titulares de subsidiarias 175 mil 860 pesos; y los gerentes corporativos 144 mil 900 pesos.
Aunque el adelgazamiento de la planta laboral en el proyecto Suma se justifica con un supuesto ahorro de costos, se contempla conservar a funcionarios con los niveles más altos de administradores y gerentes.
Se solicitó una entrevista con el director de Pemex, Jesús Reyes Heroles, y con el líder del sindicato, Carlos Romero Deschamps, pero hasta el cierre de la edición no hubo respuesta.
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