Foto de Pedro Rey.
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La población española está siendo intensamente intoxicada, día tras día, con encuestas realizadas por compañías que pertenecen al propio Rey Juan Carlos, en las que se hace aparecer al Presidente venezolano Hugo Chávez como de los seres más abominables y monstruosos de la tierra. Para hacerlas más creíbles en ocasiones se coloca a Chávez en segundo lugar tras George W. Bush. Paralelamente se hacen otras encuestas en las que el Rey es de los hombres más queridos, honorables, de España y de Europa. En este empeño, trabajan unificadamente el Vaticano (al unísono con todas las iglesias de España y América Latina), Estados Unidos y la ultra derecha española.

Los medios poderosos han contratado para destrozar la imagen de Chávez en el mundo a más de quinientos periodistas, escritores, documentalistas, dramaturgos y directores de programas de opinión. En general son miles de medios los que día a día colocan a Chávez en escabrosos titulares en los que se le señala de asesino, déspota, violento, represor, violador de leyes y de la Constitución.

El Rey Juan Carlos, de su apretada agenda que contempla caza de osos, perdices, liebres y arces; paseos en yates, brindis, celebraciones con dignatarios y ajetreos de comidas y paseos, ha tenido que apartar un día a la semana para tratar el fastidioso tema de Venezuela, con representantes del Departamento de Estado, la OTAN y algunos empresarios de medios en los que él es socio con importantes acciones. Por esta razón, no pudo asistir a la última entrega de los Premios Príncipe de Asturias. El Rey se siente preocupado, y sus más cercanos colaboradores y asesores lo perciben con frecuencia alelado, ausente del mundo. El tema obsesivo es Chávez: a que país va, si le menciona, si le ridiculiza su alta majestad LA GUERRA CIVIL DEL 2008 EN VENEZUELA o investidura; si aún persiste en que le deba pedir perdón por el escándalo de la Cumbre de Chile en el que él le pidió a Chávez que se callara. Algunos achaques propios de su edad, se le han recrudecido al Rey.

Ha quedado claro que de ahora en adelante las visitas protocolares o de Estado del Rey a países latinoamericanos quedarán bajo revisión y serán muy restringidas por algún tiempo.

Todo, absolutamente todo lo que pasa en Venezuela preocupa a los países poderosos de Occidente. Pareciera que Venezuela es la única Nación que tiene importancia en este planeta. Nadie le pregunta, por ejemplo, a Francia o a Guatemala, a Tailandia o a Filipinas qué hace con sus recursos, qué clase de programas sociales aplica en sus regiones, cómo funciona su Constitución, Si es o no Socialista, con qué países tiene o no tiene relaciones, que comen, cómo follan,… Es una obsesión bestial e incontrolable por la tierra de Bolívar. Las mil plagas han caído sobre Venezuela, y multitud de grandes medios de comunicación de manera simultánea en Europa y América anuncian, con supuestos trabajos de investigación periodísticas, que Venezuela se ha convertido en la meca del tráfico de droga en el planeta y en el refugio de guerrilleros de las FARC y punto de encuentro de terroristas árabes.

Cada día los poderosos medios Venezuela ocupa una importante sección en sus titulares. Los medios más insidiosos, tenaces y monocorde en sus ataques son “El País”, “El Mundo”, “La Razón” y “ABC” de España; todos los medios más importante de Colombia, Argentina, México, Brasil y Estados Unidos. “El Nuevo Herald” de Miami, pareciera un diario de Caracas: Todas las noticias están concentradas es escudriñar todas las pestes que asolan al mundo, pero este diario las presenta como producto de la presencia de Chávez en la Presidencia de Venezuela.

Un promedio de unos diez mil artículos se han publicado en el mundo contra Chávez en los últimos cinco años: unas cuatro películas, centenares de reportajes amañados, documentales falsos, entrevistas tergiversadas, miles de caricaturas en las que se presenta a Chávez como un sangriento mono o brutal macaco; docenas de programas cómicos y obras de teatro. Entre los medios televisivos, la voz cantante la llevan en el mundo Fox News, CNN, Televisión Española y el Grupo PRISA (del extinto Jesús Polanco), Univisión, TV Azteca, Cadena Caracol, BBC de Londres. CNN en particular, con todo el descaro del mundo ha puesto en marcha noticias subliminales en las que promociona el magnicidio contra el Presidente venezolano.

Todos estos medios llevaban nueve años diciendo que Chávez es un tirano, que en Venezuela reinaba la más tenebrosa dictadura, pero insólitamente acababa de aceptar una derrota electoral el 2 de diciembre. Los programadores de mentes de la CIA se movilizaron entonces para difundir toda una historia diferente: el “tirano” se vio obligado a aceptar la derrota por presiones del Alto Mando de las Fuerzas Armadas. Esto ya se venía dando en Venezuela con frecuencia: cada vez que el Tribunal Supremo de Justicia expedía una decisión que no favorecía al Presidente de inmediato los medios se movilizaban para decir que Chávez se veía obligado a aceptarla por presión de la llamada “Sociedad Civil”.

Como el Alto Mando de las Fuerzas Armadas en rueda de prensa denunciara que esa historia de que el Presidente se negara admitir la derrota era un miserable sainete, entonces el cuento se reprodujo en Europa. Por allá lo recrearon con otros tenores. En un largo reportaje publicado el 17 de diciembre por el diario español El Mundo, y que ya se está traduciendo al inglés, alemán y francés, se aseguró “que el jefe del anillo de seguridad del presidente Hugo Chávez, conformado por agentes del servicio secreto cubano, así como el líder Fidel Castro y algunos familiares cercanos lo convencieron la noche del 2 de diciembre para que aceptara la derrota.”

La primera versión de esta historieta fue elaborada el 4 de diciembre, por el periodista Hernán Lugo Galicia (hlugo@el-nacional.com) del diario “El Nacional” de Caracas, la que inmediatamente fue reproducida por los diarios más viejos y famosos de América Latina como por ejemplo “El Mercurio” de Chile y “El Comercio” de Lima. Se titulaba “El Alto Mando Militar influyó en la decisión. Un Chávez iracundo se negaba a admitir la derrota”. Relataba Lugo Galicia: “La tensión crece en Fuerte Tiuna; se ordena el cierre y acuartelamiento.

Un general se levanta y, luego de expresar su respeto al comandante en jefe, le advierte que la Fuerza Armada no saldría a reprimir a la población. Se había señalado que totalizar las actas pudiera implicar cuatro días de zozobra y, por ende, de protestas. “Este país no aguantaría esos días de agitación”, le alerta. Esta es una historia casi una copia de lo que le habría dicho el general Manuel Rosendo a Chávez el día 11 de abril de 2002 cuando se produjo un golpe en Venezuela. Entonces Chávez le habría pedido a Rosendo que activara el Plan Ávila con y provocar un baño de sangre con tanquetas a una gigantesca manifestación de la oposición.

Continuaba Hernán Lugo Galicia su relato de este modo: “Chávez observa a todos y se hace un silencio. “Me mintieron, me engañaron”, le recrimina a Cabello, porque el Comando Zamora reportó -constantemente- el triunfo del Sí, mientras que los informes de la DIM decían lo contrario. Era un Chávez iracundo, incrédulo ante la primera derrota política en nueve años luego del fracaso militar de 1992, revelaron quienes lo vieron en el Palacio y conocieron detalles de la historia… La advertencia del oficial, así como los mensajes que desde Maracay, en Aragua, le hicieron llegar militares identificados con el general en jefe retirado Raúl Isaías Baduel, fueron los que le hicieron entender al Presidente que era inconveniente postergar la agonía. Después de una hora de discusión, se convence a Chávez de que el resultado, si bien era reñido, técnicamente favorecía al No.

Incluso se hizo que un experto del CNE se trasladara hasta Fuerte Tiuna para que se lo explicara. El funcionario hizo una exposición en la que argumentó que los resultados en los estados con más población harían irreversible la cifra. “Estamos dispuestos a reconocerlo, pero queríamos ver los resultados”, dice Cabello. Chávez sólo escucha. No habla. Finalmente, se levanta y se retira a una habitación que tiene asignada en la instalación militar. Permanece allí solo por un largo tiempo. Nadie sabía qué haría. Cuando sale, el Presidente parte nuevamente a Miraflores, donde sus seguidores lo esperan esperanzados de que, a partir de diciembre, tendrán una nueva constitución. Aunque la celebración había sido cancelada, la música arrancó para distraer a los presentes y formar un “muro” en caso de que a “algún alebrestado” se le ocurriera ir al centro del poder con “la operación tenaza”, un supuesto plan de la CIA que era dirigido desde la embajada estadounidense ubicada en Valle Arriba, en Caracas.

El mismo Chávez confesó, posteriormente, cuando avaló las cifras del CNE, que había cavilado mucho y que admitía su derrota para evitar una angustia mayor, porque habían transcurrido ocho horas desde el cierre de las mesas y el CNE había garantizado que, a más tardar, a dos horas de la cuenta informaría al país, como ocurrió en diciembre de 2006 en las elecciones presidenciales. La jugada buscaba que, internacionalmente, Chávez quedara como un demócrata y, en lo interno, evitar una eventual guerra civil.”

Esta historieta recorre el mundo, y ya han aparecido como cuarenta versiones distintas, pero todas con la iracundia típica del tirano. Lo importante para estos medios, que en definitiva constituyen un ministerio del Departamento de Estado norteamericano, es persistir en la tesis de que Chávez en nada puede ser considerado demócrata; ese juicio podría perturbar los programas en desarrollo para intentar desconocer al gobierno bolivariano. Programas que cuentan con financiamiento de la NED, de la USAID y ahora del Rey Juan Carlos y los grupos ultraderechistas españoles dependientes del Partido Popular de José María Aznar.

La figura de dictador para Chávez es esencial para este proyecto porque los golpistas necesitan movilizar grandes grupos de estudiantes, desquiciar la mente de algunos trabajadores y promover un estado de esquizofrenia general por los medios antes de proceder a una acción mortal. Lo que Washington ha considerado clave para derrocar a Chávez es provocar una guerra civil. Si Washington consiguiera hacer estallar una gran matanza, hacer que se enfrenten a muerte bandos del gobierno con los de la ultra derecha estudiantil de los colegios y universidades privados, tendría gran parte del trabajo hecho.

En estos momentos pareciera que los poderosos medios españoles y de América Latina existen únicamente para hacer programas y difundir noticias contra Chávez. El sainete arriba mencionado sobre la iracundia de Chávez fue mejorado por el diario “El Mundo” de España. En este caso entra en acción el periodista Julio Rivas Pita, quien tituló su bazofia, "Lo que pasó la noche del referéndum".

En él va narrando la presencia de un sujeto “llamado Alfredo, muy cercano a Chávez quien es el superpoderoso conductor del primer anillo de seguridad del Presidente conformado por el G2 cubano, conocido no sólo en Venezuela sino también por la CIA, el Mossad israelí, la seguridad española y los servicios chinos. "Es lo mejor que tenía Fidel y por eso lo puso aquí", le habría declarado al reportero un alto funcionario del gobierno de Chávez.” Todo puro cuentos de boca de terceros.

Sigue diciendo el sainetero Julio Rivas Pita: "Fue el propio Fidel quien lo convenció, la madrugada del lunes, retransmitiéndole los informes del G2, que coincidían punto por punto: que había movimientos en unidades militares clave, especialmente en la 41 Brigada Blindada de Maracay, una gran unidad de combate, y en la base aérea Libertador, la principal del país. Si Chávez insistía en un fraude, los militares actuarían", y agrega el reportaje: “confío el funcionario al periodista de El Mundo.”

Téngase en cuenta que esta historia es anunciada en grandes titulares en “El Nacional”, uno de los periódicos más importantes de Venezuela. No importa que todo sea un chiste y un cuento muy malo, como se ve de entrada, sino que a la gente que no tenga tiempo para leer ni para pensar le quede la duda, el sentimiento de que realmente algo raro debió haber sucedido ese día y Chávez quería lanzarse desbocado a desconocer la derrota.

Continúa el cuento con más barbaridades: "Antes de cerrarse las mesas de votación a las cuatro de la tarde, ya los datos en poder del G2 alertaban sobre el descalabro: el No superaba al menos en 6% al Si en todos los sondeos a boca de urna y también en los computados de totalización del CNE… el general Raúl Baduel, ex ministro de la Defensa y quien se pronunció contra la reforma, era vigilado de cerca por la Disip, porque "contaba con jóvenes oficiales leales -especialmente mandos medios- dispuestos a tomar acciones inmediatas si ocurría una de dos cosas: un intento de fraude por parte de Chávez, o su arresto… Chávez se dirigió al Fuerte Tiuna cerca de las 10:00 pm para intentar convencer al Alto Mando de que el Sí iba ganando. La cúpula de la oficialidad de la FAN lo escuchó con atención, pero también tenía sus propios datos. "No vamos a salir a masacrar estudiantes y al pueblo" dijo uno de ellos y de inmediato se hizo "silencio sepulcral". Chávez se retiró y pidió no ser molestado por un buen rato.

El trabajo periodístico de El Mundo refiere que días previos al referéndum el G2 había desarrollado su propia encuesta sobre la intención de voto, la cual indicaba que el Sí ganaría, sólo si la oposición se abstenía de forma masiva: "En un operativo de seguridad sin precedentes coordinado por Alfredo, francotiradores, grupos motorizados y comandos vestidos de civil, así como autos blindados sin señales de identificación, tenían la tarea, si se llegaba al peor de los escenarios, de trasladar de inmediato a Chávez" a la embajada Cubana, en Chuao, la cual estaba apertrechada con equipos médicos, agua y un generador eléctrico, reseña la nota periodística.