La falta de un marco legal específico para el trabajo periodístico, problema internacional para los periodistas.
El agravio cotidiano, amenazas, levantones o desapariciones que reportan lejanas radios comunitarias hasta los asesinatos de periodistas afectan desde Ayacucho, Perú; Arauca, Colombia, o Durango, México. Los comunicadores se convierten en blanco móvil del poder –público y privado–, que se incomoda por las investigaciones periodísticas.
Para frenar el hostigamiento e impunidad en los crímenes contra los reporteros, se debe acudir a la denuncia inmediata, a la organización del gremio y apartar la competencia entre medios, señalan comunicadores de distintas latitudes. Reunidos en la ciudad de México –durante la Primera Conferencia Regional sobre los Riesgos que Afrontan Periodistas y Trabajadores de Medios en Latinoamérica, convocada por INSI y Artículo 19 el 6 y 7 de octubre pasado–, envían un mensaje a las autoridades de todos los niveles: “Los trabajadores de la prensa se deben respetar, son indispensables para la salud de la democracia”.
La cultura de la autoprotección apenas comienza en América Latina. Mientras, los comunicadores mexicanos van a la zaga de los avances de sus colegas brasileños, peruanos y colombianos. Si bien existen mecanismos de alerta rápida contra ataques a los reporteros, hace falta la capacitación extraordinaria que desarrollaron en los últimos años los peruanos a través de sus teléfonos de asesoría legal por todo el país, o el mecanismo de la federación de periodistas colombianos para ayudar logística y económicamente a sus colegas amenazados que radican en el interior de esa nación.
“Proteger a los colegas, sacarlos de la presión de las amenazas y asesinatos, a través de casas refugio, utilizar los fondos internacionales”, detalla Paco Arvije, de la Federación Internacional de Periodistas. Agrega que son recursos que ponen en marcha las organizaciones de periodistas para prevenir la muerte de los periodistas.
Elías Maluco, de la Asociación Brasileña de Periodistas de Investigación, explica que los comunicadores que cubren el impacto del narcotráfico y la corrupción policiaca en las favelas de Sao Paolo, de Río de Janeiro y Belo Horizonte, elevaron su índice de supervivencia hasta que establecieron medidas de autoprotección.
La sicóloga Martha Chinchilla advierte del peligroso aumento en el índice de agresiones que profesionales como ella atienden en todo el mundo. “Hay un incremento, porque cada vez el ejercicio del periodismo está más expuesto”. La especialista colombiana agrega que en México no se imparten talleres para superar los efectos de esas violaciones.
México, preocupante
La precaria situación de los periodistas mexicanos preocupa a Jesper Hoberg, del International Media Support. “Se debe priorizar qué hacer en México, evitar que cada organización siga su propio camino y que traiga la luz sobre lo que está ocurriendo”. El recuento que hacen organismos internacionales de los atentados contra periodistas mexicanos va en escalada, por lo que, en abril pasado, se integró la Misión Internacional de Documentación sobre Ataques en contra de Periodistas en Medios de Comunicación.
El resultado de la visita por varios estados de la República Mexicana está contenido en un mensaje conjunto de las organizaciones internacionales al presidente Felipe Calderón, el 30 de mayo de 2008, bajo la firma de Jesper Hoberg. La misiva manifiesta la creciente preocupación de la comunidad internacional periodística por la amenaza que pesa sobre la actividad de los medios –fundamentalmente independientes y comunitarios– y sus trabajadores. Además, reclama la inmediata investigación de todos los casos y pide que los responsables sean llevados ante la justicia.
Las organizaciones comparten el objetivo de crear redes, para tener comunicaciones rápidas entre los periodistas de todos los países. Sara de Jong, representante del Instituto Internacional para la Seguridad de Prensa, y Jesper Hoberg se pronuncian por alimentar la confianza entre las organizaciones para que prospere la coordinación internacional del gremio ante los actuales tiempos de agobio.
Darío Ramírez, de Artículo 19, critica: “No hemos encontrado la fórmula de diálogo fácil, cercano y rápido con ellos. Debemos saber qué necesita la prensa de los países, porque no todos saben qué hacen las organizaciones internacionales, qué aportan a la promoción de la defensa de sus derechos humanos”.
Revista Contralínea / México
Fecha de publicación: 15 de Octubre de 2008
Manténgase en contacto
Síganos en las redes sociales
Subscribe to weekly newsletter