Entre el 13 y 23 de diciembre pasado, estudiantes becarios en Cuba realizaron visitas a varias comunidades del país para impartir charlas médicas, como parte de un proyecto de salud preventiva que llevan adelante desde abril de 2008.
Hace seis años iniciaron sus estudios de medicina en Cuba, su primera impresión al llegar a ese país caribeño fue encontrar a un pueblo alegre, arraigado en sus principios revolucionarios: humano, solidario, pero sobre todo educado y muy saludable. “Siempre tuve el interés por conocer de cerca la realidad social del pueblo cubano y su proceso revolucionario; esta inquietud no solo que fue resuelta cuando llegué a la Isla, sino que además comprendí la causa de la revolución”, afirma Anita Alvarado, estudiante becaria del Ecuador.
Anita, junto a Mayra Gutiérrez, su compañera de estudios en la Facultad de Matanzas, forma parte de un grupo de 270 jóvenes, representantes de 18 provincias del Ecuador que estudian en Cuba y que desde hace varios meses (abril de 2008), voluntariamente, trabajan en un ambicioso plan de salud para ser aplicado en el Ecuador. Ellos pertenecen a la Organización Plurinacional de Estudiantes Ecuatorianos en Cuba, OPEEC, institución que acoge a 3 mil estudiantes ecuatorianos.
El proyecto de salud está compuesto de tres fases, su ejecución llevará un proceso de 10 años y culminará con la creación de un policlínico equipado con equipos médicos de alta tecnología, con profesionales especialistas para todas las áreas. “Nos organizamos en un proyecto que persigue un fin social, un fin revolucionario que significa cambio; queremos hacer de él una escuela basada en la Atención Primaria de Salud, APS, que es una estrategia de salud con la cual son formados los futuros médicos que estudian en Cuba”, afirma Mayra Gutiérrez.
Actualmente, estas jóvenes trabajan en la fase de prevención y promoción del proyecto, es decir, en charlas y talleres orientados a educar a la población. Manifiestan que en el Ecuador la educación es deficiente, ese ha sido un factor negativo para que la gente descuide su salud. “Estamos enfocados en la prevención, explicándoles a las personas sobre lo importante que es mantenerse sanos, de cómo evitar enfermedades comunes como la parasitosis, hipertensión, diabetes, tuberculosis... en fin, queremos enseñarle a la gente a prevenir, pero educando, si no educamos a la población, tendremos más enfermos y más enfermedades”.
Anita Alvarado sostiene que el trabajo que viene realizando el grupo es voluntario, como decía el Che: “el trabajo voluntario es la mejor escuela formadora de conciencia”, y eso es lo que vamos a hacer. La experiencia con la que cuenta este voluntariado de 200 jóvenes es importante, parte de la profesionalización de los estudiantes es el convivir permanentemente con varias comunidades. “Estos 6 años nos han permitido conocer la realidad del sistema cubano y ello ha forjado en nosotros una visión y conciencia distinta a la que teníamos antes de llegar a Cuba. Queremos revolucionar el manejo de salud en nuestro país para beneficio de nuestro pueblo”, agrega.
La visión e iniciativa de este grupo de becarios para llevar adelante el proyecto empieza dar sus primeros resultados. Cesar Umajinga, prefecto de Cotopaxi, se interesó en el proyecto y facilitó la organización de charlas en varias comunidades campesinas. “La gente nos recibió con mucho interés, muchos de ellos no sabían ni para que sirve una aspirina, y peor aun, no conocían un centro médico. Esta es la realidad que vamos a cambiar, y ahora, con la incorporación del APS en la nueva Constitución creemos que se pueden llevar adelante grandes proyectos sociales como éste, que permitan, ojala, a futuro, manejar la salud como una verdadera política de Estado. Ese es nuestro sueño”, manifiestan.
Para Mayra Gutiérrez, la vocación del médico radica en el principio humano de defender y salvar la vida de las personas, de ir en busca del enfermo, de asistirle con salud y mejorar su condición de vida. “Lamentablemente, hoy en día, estos valores humanos que son la razón de ser del médico, se han ido perdiendo por el valor del dinero; ¿de que sirven tantas clínicas y hospitales privados si los pobres no podemos acceder a ellas? Esto es lo queremos cambiar.
Como en todo buen proyecto, la planificación es muy importante, sostiene Anita Alvarado. Para ella el tema de la salud no da lugar a la improvisación, es por eso que aprovechando su periodo de vacaciones de estudios vinieron al Ecuador para iniciar con la primera fase del Proyecto de Salud, a través de visitas a las distintas comunidades del país, efectuando talleres de salubridad.
Enfermedades de transmisión sexual, educación sanitaria, planificación familiar, entre otros temas, son inquietudes permanentes de la gente y que requieren ser abordados con profesionalismo por nosotros los médicos, aclaran.
“Estudiamos con una visión científica humanística, y eso significa orientar nuestro trabajo hacia las comunidades y sectores rurales de todo el país, nuestro deseo es prevenir y promocionar la salud, en lo posible en todos los sectores necesitados del país”, finaliza Mayra Gutiérrez.
Manténgase en contacto
Síganos en las redes sociales
Subscribe to weekly newsletter