Humberto Musacchio López escribió, asido a Plutarco Proust, y con la divisa (título de la autobiografía de Vladimir Nabokov) ¡Habla, memoria!, una crónica biográfica, entrando y saliendo en la trayectoria del periodista de toda su vida que ha sido y es Miguel Ángel Granados Chapa. Lo es a lo largo y ancho de las cuatro décadas por las que este hidalguense, mexicano universal por su formación e información, ha sabido, con su pensamiento –arsenal de conocimientos– y su férrea voluntad periodística a la Francisco Zarco, aunados al sentimiento cultivado en la música popular y clásica, mantenerse fiel al duro trabajo del periodismo como contrapoder. Anclado éste en su republicanismo democrático, siguiendo la estrella polar del navigare necesse est (¡es necesario navegar!).
En las 200 páginas del texto, Musacchio nos presenta a un Granados Chapa en su contexto: el periodismo crítico sin concesiones de ninguna especie al autoritarismo, los abusos de los poderes público y privado; manteniéndose alerta y en defensa del ejercicio de las libertades constitucionales de los mexicanos en general. El autor de esta biografía periodística ha hecho su lectura sobre los ires y venires de quien continúa siendo el reportero que se forjó desde las entrañas de la prensa escrita (recientemente ésta, con el periodismo de la radio y televisión, llamados, exquisitamente, medios de comunicación). Compañero de ese viaje, Musacchio López ofrece a los lectores sus recuerdos a la distancia de 40 años, para irlos conectando con opiniones, juicios y análisis que, como Collingwood, los ha “escrito con entera franqueza”. Yendo y regresando por entre las ramas del frondoso árbol que es la vida periodística del columnista, de quien nos cuenta Musacchio sus años de aprendizaje (¡Oh, Goethe!).
Y ya de penetrante perspicacia, los inició leyendo El observador hidalguense… “cuando entró a trabajar de mozo en una imprenta”. A esto debe Granados Chapa haber adquirido la perspectiva para sus venideros días-años-décadas, con que borda, tras sus lecturas, su lenguaje de precisión gramatical, lo que hace más agudo el filo de sus análisis. El ensayo que nos ofrece Humberto Musacchio sobre el periodismo realizado por Granados Chapa muestra que éste permanece como el siempre entusiasta obrero del quehacer pensante de la prensa, a cuya tarea se ha entregado a lo que es su primer y último amor: su pasión por el periodismo, con las luchas de la razón y los conocimientos de quien ha sido alumno y profesor universitario.
Tejiendo y destejiendo, hasta finalmente concluir la biografía (y la biografía de un periodista, parafraseando a Collingwood, es su periodismo), Musacchio fija el 13 de julio de 1977 como otro de los capítulos de esa vida periodística, ya que aparece, por primera vez, la publicación de Plaza Pública con toda su carga y finalidad republicanas. La columna política y social más relevante, para ser “el Francisco Zarco de nuestros días”. Con anécdotas, la sustancia del libro nos lleva, con la atractiva prosa del sonorense Humberto Musacchio, por todos los caminos que ha estado recorriendo el biografiado y que, una y otra vez, confluyen en la gran avenida que ha ido construyendo Granados Chapa: insistente y persistente en su línea de conducta, de estricta ética jurídica-republicana. Y de cara a la plaza pública de la democracia constitucional.
Apuntala Musacchio, con veracidad y los hechos contrastados, las miserias que han pretendido sitiar al periodista Granados Chapa. Y cómo éste, a pesar de las circunstancias, se abrió paso para poner en su lugar a los que pretendieron cerrarle el paso en La Jornada, periódico al que tanto contribuyó, hombro con hombro, con la mayoría de los jornaleros.
No deja Musacchio de contarnos lo fundamental del Granados Chapa periodista, con quien le ha tocado compartir una larga distancia del camino (lector de poesía y literatura… como de la poesía popular en las canciones románticas, los boleros, etcétera y de lo que deja constancia en un texto hasta ahora no publicado: Letras de canciones como arte poética, leído ante la Academia de la Lengua Mexicana).
Biografía periodística que da a conocer la larga caminata de este periodista, cuyas huellas son sus escritos, siempre generados con lineamientos del periodismo al día, guardando “la distancia con los hombres y las cosas”. Esto para consolidar la mayor imparcialidad, honradez y objetividad, para ser Granados Chapa, entre los “muchos periodistas humanamente descarriados o despreciables”, un periodista valioso y realmente auténtico. Así nos lo va describiendo el autor de esta biografía, ya que tal es el biografiado en páginas que retratan al conocidísimo creador de la diaria y matutina Plaza Pública. El texto se va leyendo como un sincero relato donde se hilan verdades, diría este reseñador, de a kilo, tal y como ha venido siendo la vida periodística de Granados Chapa; el MA, con cuyas iniciales se refería a él nada menos y nada más que Daniel Cosío Villegas. El caso es que cada una de las 14 partes que dividen el texto mantiene la continuidad de la crónica. El biógrafo vierte su concepción del biografiado, resultado de su conocimiento directo y la investigación para el alumbramiento de este texto.
Es un libro sobre el periodista Granados Chapa, ante todo y sobre todo. Penetra a sus rendimientos periodísticos, entresacando aspectos complementarios con los cuales Musacchio reconstruyó, en el curso del relato, lo que fue deduciendo de la vida y obra de Miguel Ángel Granados Chapa, quien “ha sido reportero, corrector, cabecero, redactor, jefe de cables, articulista, subdirector editorial, subdirector general y director. Es el mejor y más respetado columnista de México… Miguel Ángel, en sus andares de casi medio siglo por las redacciones, ha desplegado su conocimiento y su talento y ha hecho del oficio un cotidiano magisterio en el aula inabarcable de la plaza pública”. El único tache a esta biografía es que no se hace referencia a la columna que Granados Chapa publica con el título de La calle, desde hace varios años.
Ficha bibliográfica Autor: Humberto Musacchio Título. Granados Chapa. Un periodista en contexto Editorial: Planeta de México, 2010 |
Fuente: CONTRALÍNEA 187 - 20 DE JUNIO DE 2010
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