En la entrevista concedida el 27 de junio de 2010 a Jake Tapper en el programa This Week de la ABC, el director de la CIA Leon Panetta declaró que la agencia no sabe de Osama Ben Laden desde que este último salió de Afganistán, a fines de 2001.

Contratado por la CIA en 1979, el hombre de negocios Osama Ben Laden, quien tiene dos nacionalidades –yemenita y saudita–, dirigió el financiamiento de los Muyahidines afganos durante la guerra contra los comunistas. Supuestamente se volvió en contra de Estados Unidos durante la operación de Tormenta del Desierto, en 1991, y la CIA estaría buscándolo desde entonces. Se sabe sin embargo que en agosto de 2001 Osama Ben Laden estuvo hospitalizado, bajo la protección de la CIA, en el hospital americano de Dubai, donde recibió incluso a varias personalidades políticas, lo cual contradice la versión oficial.

Según la CIA y el poder político estadounidense, Osama Ben Laden sería el cerebro que ordenó los atentados los atentados del 11 de septiembre de 2001. A pesar de lo anterior, el FBI no ha emitido nunca la correspondiente orden de captura por esos hechos, contradiciendo nuevamente la versión oficial estadounidense.

Durante los 10 últimos años se han dado a conocer varias grabaciones de audio y de video que la CIA atribuyó a Osama Ben Laden. En una nueva contradicción de la versión oficial estadounidense, los expertos del Instituto Dalle Molle de Inteligencia Artificial Perceptiva, institución suiza de referencia en materia de autentificación sonora y visual, han llegado a la conclusión de que todos las grabaciones anteriormente mencionadas son falsas.

La venganza por las víctimas del 11 de septiembre y la captura de Osama Ben Laden fueron las razones que invocadas por el presidente estadounidense George W. Bush para ordenar el ataque contra Afganistán. Si Osama Ben Laden no fue responsable de los atentados del 11 de septiembre, si no se encuentra en la región y si, como todo parece indicar, en realidad está muerto, la presencia militar estadounidense en Afganistán carece entonces de toda justificación.