La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, puso en marcha la iniciativa mundial de Estados Unidos en materia de salud (Global Health Initiative – GHI) el 16 de agosto de 2010.

Estados Unidos ha decidido poner fin a las contribuciones destinadas a la lucha contra tal o más cual enfermedad y remplazarlas por ayudas a favor de los sistemas de salud. Washington tiene previsto limitar así su apoyo a un grupo de 20 países, de los cuales ya seleccionó 8: Bangla Desh, Etiopía, Guatemala, Kenya, Malawi, Malí, Nepal y Rwanda.

«Las acciones tendrán como objetivo mejorar y hacer más duraderos los sistemas de salud; crear mejores métodos de obtención de datos, de vigilancia y evaluación; promocionar la investigación y la innovación y fortalecer la participación de las organizaciones multilaterales, de los socios en la salud mundial y del sector privado así como el aprovechamiento de su papel.»

La GHI forma parte de la aplicación del programa del Smart Power definido en 2007 por la comisión bipartidista Armitage-Nye del CSIS, programa que sirve de base a la acción de la señora Clinton. La idea general es que ese tipo de inversión constituye para Estados Unidos la manera menos costosa de mejorar su imagen en el exterior.

En mayo de 2009, el presidente Barack Obama solicitó al Congreso 8 600 millones de dólares para financiar dicha iniciativa durante el año fiscal 2010. El plan de Obama preveía un presupuesto total de 63 millones de dólares para 6 años. La propia Hillary Clinton y Bill Gates, propietario de Microsoft, presentaron en detalle la GHI al Senado el 10 de marzo de 2010.

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Documentos:

 Smart Power: A Smarter, More Secure America, informe presentado por Joseph Nye y Richard Armitage (CSIS, 2007)

 Smart Global Health Policy, informe presentado por el almirante Wiiliam Fallon y Helene Gayle (CSIS, 2010).

Discurso de Hillary Clinton: «La Iniciativa de EE. UU. para la salud mundial», 16 de agosto de 2010.