En momentos en que la rebelión se extiende en Egipto, el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos consideró insuficiente el trabajo de la embajadora en El Cairo, Margaret Scobey.
La señora Scobey es una diplomática de carrera y ha desempeñado un importante papel en el Medio Oriente, pero no es muy conocedora de las operaciones secretas. Sin hacer juicios prematuros sobre lo que pueda suceder, viene empleándose a fondo desde hace días para reunirse con la mayor cantidad posible de protagonistas y establecer contactos en todos los bandos.
El Consejo de Seguridad Nacional no cree que sea suficiente con preservar los intereses de Estados Unidos, sino que es indispensable preservar la paz separada entre Egipto e Israel, lo cual implica seleccionar a los próximos dirigentes de Egipto. Ha recurrido por lo tanto a Frank G. Wisner, ex embajador en Egipto (de 1986 a 1991), y lo ha enviado urgentemente al Cairo, adonde llegó en la noche del lunes 31 de enero de 2011.
El señor Frank G. Wisner es el hijo de Frank Wisner Sr., cofundador de la CIA y de la red Gladio. Con Allan Dulles, Frank Wisner Sr. fue uno de los padres de la doctrina estadounidense de intervención secreta, consistente en apoyar a las democracias que escogen «el camino correcto» y en sabotear a los pueblos que eligen el malo.
El propio Frank G. Wisner Jr. también trabajó para la CIA. Y sigue haciéndolo hoy en día, esencialmente a través de Refugees International, donde ocupa un puesto de administrador.
Amigo personal del presidente Hosni Mubarak, el embajador Frank G. Wisner llega al Cairo con la misión de organizar su destitución sin sobresaltos. Su llegada estuvo precedida únicamente por una llamada telefónica del almirante Mike Mullen, jefe del Estado Mayor conjunto estadounidense, a su homólogo egipcio, el general Sami Enan.
Oficialmente, el general Mullen felicitó a su colega por la ecuanimidad de los militares egipcios. Mensaje recibido fuerte y claro en El Cairo y seguido al cabo de pocos minutos por la publicación de un comunicado del Estado Mayor que anuncia que el ejército egipcio –armado y entrenado por el Pentágono– considera legítimas las manifestaciones.
El público estadounidense conoce a Frank G. Wisner no como diplomático ni como espía de alto nivel sino como financiero carente de escrúpulos. Fue, en efecto, responsable de una de las filiales de Enron, el gigante del mercado de la electricidad cuya bancarrota fraudulenta arruinó a miles de ahorristas. También fue administrador de la compañía de seguros American International Group (AIG) en el momento de la crisis financiera de 2008, cuando las acciones de esa firma perdieron el 95% de su valor, antes de la intervención estatal que la puso a flote inyectándole fondos públicos.
A pesar de ser un desconocido para el público francés, Frank G. Wisner desempeñó un papel importante para Francia. Se casó con Christine de Ganay, la segunda esposa de Pal Sarkozy, y participó así en la educación del actual presidente Nicolas Sarkozy durante la época neoyorquina de este último. Fue Frank G. Wisner quien introdujo al adolescente Nicolas Sarkozy en los círculos de la CIA y quien le abrió las puertas de la política francesa. Uno de sus hijos trabajó como vocero de la campaña presidencial de Sarkozy ante los medios anglosajones mientras que otro de sus hijos se convirtió en uno de los pilares del Carlyle Group, el fondo de inversiones de la familia Bush y de la familia Ben Laden.
También fue Frank G. Wisner quien impuso a su amigo Bernard Kouchner como ministro francés de Relaciones Exteriores, con la misión de movilizar a los Estados europeos a favor de la independencia de Kosovo.
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