Desde Moscú, Thierry Meyssan analiza las insurrecciones árabes
Como invitado principal de tres importantes programas de la televisión rusa sobre política,
Thierry Meyssan expone su análisis sobre las insurrecciones del mundo árabe.
El presidente de la Red Voltaire considera errónea la comparación de dichos movimientos con las llamadas «revoluciones de colores». En primer lugar, porque el objetivo de los actuales movimientos no es eliminar dirigentes opuestos al poderío estadounidense para poner en su lugar dirigentes favorables a Estados Unidos y, además, porque no apuntan únicamente al derribo de determinados líderes políticos. Los pueblos del norte de África y del Medio Oriente se están sublevando contra la dominación que Estados Unidos e Israel han venido ejerciendo a través de dirigentes títeres.
No se están limitando al derrocamiento de gobiernos sino que aspiran a una transformación social. Contrariamente a las «revoluciones de colores», que duraban sólo unos días o unas pocas semanas, estas insurrecciones populares son el comienzo de un proceso revolucionario regional de varios años que debe dar lugar al surgimiento de diferentes tipos de gobiernos soberanos.
Thierry Meyssan subrayó en Moscú que el intervencionismo estadounidense está tratando de desviar a estos movimientos de su objetivo central y ofreció seguidamente gran cantidad de ejemplos concretos de acciones emprendidas en las últimas semanas por los agentes del Albert Einstein Institute y del Canvas. Sin embargo, prosiguió Thierry Meyssan, estas maniobras no están funcionando en el terreno. Los manifestantes están manteniendo sus reclamos iniciales y se aprecia, además, el surgimiento de un sentimiento panárabe contrario al imperialismo y al sionismo. Lo más que ha logrado Estados Unidos es manipular a los medios de prensa occidentales para esconder al mundo el súbito descenso de la influencia de Washington.
En une serie de largas entrevistas concedidas a la prensa escrita, el presidente de la Red Voltaire subrayó que si en el pasado los revolucionarios eran militantes que se formaban en la Unión Soviética, hoy se forman en Teherán.
Esta revolución, que comenzó en el Líbano por la vía constitucional, ha proseguido en las calles, en los casos de Túnez, Egipto, Libia, Yemen y Bahrein, debido al carácter autoritario de los regímenes de estos países, afirmó Meyssan.
El presidente de la Red Voltaire auguró, finalmente, que ese movimiento no se limitará al ámbito del mundo árabe sino que se extenderá al África negra.
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Ver: «США готовили "цветную" революцию в Египте по сценарию Грузии и Украины. Но просчитались», entrevista concedida a Daria Aslamova, para Komsomolskaya Pravda (diario cuya difusión alcanza los 3 millones de ejemplares en toda Rusia y en las repúblicas de la antigua Unión Soviética).
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