Si alguien tiene alguna duda sobre la portentosa pobreza jurídica en lo penal del Dr. Prescripción Luis Vargas Valdivia, lea el siguiente párrafo de su Apelación interpuesta ante el Segundo Juzgado Penal de Lima el 12 de mayo, en su punto quinto en ¡las 2 páginas de que consta su “alegato”:
“Por lo que atendiendo a que la pena máxima, en el caso de concurso real de delitos es el doble del delito más grave, resulta evidente que para la difamación agravada el máximo de la pena es seis años, razón por la que al amparo del artículo 83 del Código Penal, la prescripción extraordinaria del mencionado delito será de nueve años”.
No tiene en cuenta este olvidadizo profesional (¿adrede?) que el artículo 80° del Código Penal establece: "En caso de Concurso Real de Delitos, las acciones prescriben separadamente en el plazo señalado para cada uno” ; ergo, no hay sumatoria de penas aunque se trate de un concurso real (que el querellado no lo es) para fines de prescripción de la acción penal y siendo la pena máxima de la difamación agravada: 3 años (Art. 132, CP) la prescripción extraordinaria es 4 y ½ años. Y no 9.
¿Cuántas decenas de miles de dólares mensuales bota al tacho, digo paga, la empresa perseguidora de periodistas, Lima Airport Partners, LAP, al estudio Benites, Forno y Ugaz de que forma parte el Dr. Prescripción?
Pocas semanas atrás el doctor Guillermo Olivera Díaz aplicó una paliza de órdago al Dr. Prescripción y rebatió todos y cada uno de los disparates que repite Prescripción en su “voluminosa” apelación de dos raquíticas hojas. Invito al abogado, al estudiante de derecho, al lector imparcial, a quien tenga interés en cómo comprender el daño atroz que hace a la abogacía el pésimo profesional de cuya crematofilia hipertrófica no hay la más mínima duda, a leer el siguiente textos ilustrativo de cuanto venimos diciendo:
Propinan paliza a Vargas Valdivia en plena audiencia pública
http://www.voltairenet.org/Propinan-paliza-a-Vargas-Valdivia?var_mode=calcul
El correcto juez Sánchez tampoco creyó en las supuestas razones del Dr. Prescripción y como informe de su contumacia escribimos el siguiente artículo:
¡Dr. Prescripción más terco que una mula!
http://www.voltairenet.org/Dr-Prescripcion-mas-terco-que-una?var_mode=calcul y en cuyo primer párrafo digo:
“No hay duda que el Dr. Prescripción Luis Vargas Valdivia tiene especial magia con su cliente Lima Airport Partners, LAP, la empresita concesionaria del Aeropuerto Jorge Chávez, acostumbrada a perseguir periodistas. El susodicho, de cuya mediocridad no hay un ápice de duda, pierde todos los juicios, le prescriben los procesos, le tumban sus copiosos alegatos, es apaleado en audiencias orales, barren el piso con su robusta figura y a pesar de ello, el Dr. Prescripción consigue más fondos de LAP para apelar sus yerros y contumacias que no alcanzan a disimular, por un lado, su ineficacia como defensor y por otro, el despilfarro de que hace gala LAP al seguir botando dinero en las aventuras, todas fallidas, del Dr. Prescripción”.
Lea, juzgue y difunda el lector. Aprecie que las vacas sagradas no son más que tigres de papel en un país en que las clasificaciones animales parecen tener mayor importancia que las humanas. Acaso en aquello la razón de ser un país casi de juguete y de abogángsteres al por mayor y con diferentes tarifas, en dólares o euros.
Manténgase en contacto
Síganos en las redes sociales
Subscribe to weekly newsletter