La Secretaría de Educación Pública federal omite atender las necesidades escolares y de capacitación laboral de más de 165 mil personas con capacidades diferentes en el Distrito Federal. La población con discapacidad supera las 200 mil personas, por lo que se trata de una de las entidades con mayor número de casos; no obstante, los servicios de educación especial federales sólo atienden a 35 mil. Hasta ahora, la estrategia del gobierno federal –que año con año entrega dinero público al Teletón– no contempla ampliar la cobertura. Aunado a ello, en 3 años, el presupuesto para este rubro ha caído en 65 millones de pesos
El gobierno federal, que año con año aporta dinero público al Teletón, omite atender a 165 mil 119 personas con capacidades diferentes y en edad escolar o laboral. A través de 123 Centros de Atención Múltiple (CAM), la Dirección de Educación Especial de la Secretaría de Educación Pública (SEP) provee servicios educativos y de formación laboral a la población con discapacidad en edad escolar en el Distrito Federal. De acuerdo con datos del censo de población 2010 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la población con discapacidad en el Distrito Federal susceptible de recibir formación escolar o laboral es del 3.5 por ciento, es decir, 200 mil 874 personas aproximadamente. Sin embargo, la población que actualmente es atendida por la Dirección de Educación Especial en el Distrito Federal es de 35 mil 755 alumnos, sin contar la población de la delegación Iztapalapa, señala Patricia Sánchez, titular de esta dependencia.
A partir del número de personas en edad escolar en el Distrito Federal se estima que los servicios de educación especial en esta entidad tendrían una cobertura de sólo el 18 por ciento. Es decir, más del 70 por ciento de las personas con discapacidad en el Distrito Federal no estarían recibiendo formalmente educación ni capacitación para el trabajo. El Inegi revela que “de los jóvenes con discapacidad que tienen entre 15 y 29 años sólo 15.5 por ciento asiste a la escuela. Casi 10 por ciento de la población total del país que tiene 15 años y más no sabe leer ni escribir; en la población con discapacidad este dato representa 32.9 por ciento”. Además, dentro de la población con discapacidad de 15 años y más, el instituto de estadística señala que el 36 por ciento de ellos no cursan ningún grado escolar; 46 por ciento tienen educación básica (primaria y secundaria) incompleta; 7 por ciento tienen educación básica completa; 5 por ciento ha cursado algún grado de educación media superior y 4 por ciento, educación superior.
A decir del legislador José Enrique Doger, secretario de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, “no hay el interés de algunos gobiernos por atender a estos alumnos que, como no son la mayoría y es una educación en ocasiones costosa, los dejan a un lado”.
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Cobertura
Si bien la SEP no ofrece servicios educativos o de capacitación laboral que atiendan a la totalidad de esta población, actualmente el plan de trabajo de la Dirección de Educación Especial tampoco se orienta hacia una mayor cobertura geográfica mediante los Centros de Atención Múltiple. En entrevista con Contralínea, Patricia Sánchez, directora de Educación Especial, señala: “en vez de tener más servicios aislados, muchos más CAM, hemos concentrado los servicios, a partir de las propias infraestructuras que hay y la posibilidad de crecimiento hacia el interior […]. Creemos que va a ser muy difícil que crezcamos más en cuanto a CAM”. Añade que “en algunos países, como Portugal, no existen escuelas especiales. Nuestro país no está preparado para eso”.
La Dirección de Educación Especial atiende a la población por medio de cuatro servicios específicos: CAM (planteles especializados para niños y jóvenes con discapacidades severas, en donde se imparte formación escolar o laboral); USAER (las Unidades de Servicios de Apoyo a la Educación Regular son células de profesionistas especializados en atender a alumnos con discapacidades leves o alumnos sobresalientes dentro de escuelas regulares de educación básica); CAPEP (los Centros de Atención Psicopedagógica de Educación Preescolar son células de apoyo para alumnos con discapacidades leves o aptitudes sobresalientes dentro de escuelas regulares de educación preescolar); Crie y UOP (los Centros de Recursos e Información para la Integración Educativa y las Unidades de Orientación al Público son instancias de orientación para familiares de personas con necesidades educativas especiales).
A través de estos servicios es como la SEP atiende a la población con necesidades educativas especiales. Sin embargo, al tratarse de educación pública, los alumnos matriculados provienen, predominantemente, de familias con escasos recursos, por lo cual el desplazamiento de estos estudiantes con una o más discapacidades severas hasta los centros educativos representaría el riesgo de dejar inconclusa su formación escolar o laboral. Para atender a esta población, en el Distrito Federal existen únicamente 123 Centros de Atención Múltiple, 92 de ellos son escolares y 31 son laborales.
De acuerdo con datos de la Dirección de Estadística Educativa de la Secretaría de Educación Pública presentados a Contralínea, para formación laboral existen dos CAM en la delegación Álvaro Obregón; uno, en la delegación Azcapotzalco, uno, en la delegación Benito Juárez; tres, en Coyoacán; dos, en Cuajimalpa; uno, en Cuauhtémoc; cuatro, en Gustavo A Madero; uno, en Iztacalco; cuatro, en Iztapalapa; tres, en Miguel Hidalgo; uno, en Milpa Alta; uno, en Tláhuac; tres, en Tlalpan; dos, en Venustiano Carranza; y dos, en Xochimilco.
Para formación escolar se cuenta con cinco CAM en la delegación Álvaro Obregón; cuatro, en Azcapotzalco; seis, en Benito Juárez; 10, en Coyoacán; dos, en Cuajimalpa; 11, en Cuauhtémoc; siete, en Gustavo A Madero; cuatro, en Iztacalco; 12, en Iztapalapa; uno, en Magdalena Contreras; 11, en Miguel Hidalgo; uno, en Milpa Alta; uno, en Tláhuac; siete, en Tlalpan; cinco, en Venustiano Carranza; y cinco, en Xochimilco.
Hasta ahora, la cobertura de educación especial para la población con discapacidades severas en el Distrito Federal es insuficiente.
La funcionaria federal Patricia Sánchez admite que otros servicios, como las USAER, que fungen como equipo de apoyo dentro de las escuelas regulares, tampoco estarían atendiendo al ciento por ciento de alumnos con discapacidades leves o aptitudes sobresalientes. La directora de Educación Especial revela que cada célula de profesores de las USAER atiende a cuatro escuelas, y hasta ahora sólo se estaría brindando este servicio al 65 por ciento de las escuelas de educación básica en la capital del país.
Al menos dentro de 15 delegaciones –sin contar Iztapalapa (que está a cargo de la Dirección General de Servicios Educativos Iztapalapa)– se cuenta con 357 servicios de las USAER. Las estadísticas reportadas al Programa de Fortalecimiento de la Educación Especial y de la Integración Educativa cuentan con un total de 430 servicios de las USAER en todo el Distrito Federal.
Existe un 35 por ciento de escuelas de educación básica en esta entidad que no brindan servicio a los alumnos con discapacidades leves o que no trabajan con los alumnos con aptitudes sobresalientes.
Un estudio del maestro Miguel López Ortigosa, miembro de la Academia de Expresión Oral y Escrita de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), revela que “el 50 por ciento de [escuelas] primarias en el Distrito Federal no tienen el servicio de [las] USAER, por lo tanto la información que existe en las páginas de internet es rezagada y equívoca” y no coincide con los resultados de su estudio de campo.
Las declaraciones del investigador de la UACM se fundamentan en que la información que ofrece la SEP sobre estadísticas de educación especial no es consistente. En entrevista con Contralínea, Gabriela Tamez, responsable del Programa de Fortalecimiento de la Educación Especial y de la Integración Educativa federal, admite que los datos con los que se alimenta el portal electrónico www.educacionespecial.sep.gob.mx no corresponden con las cifras de los reportes impresos que se presentaron a este semanario. A decir de Tamez, la estadística en educación es un tema complicado y a partir de estos señalamientos, asegura la titular, se harán las correcciones necesarias a la página de internet.
Recursos para la educación especial
Las instancias educativas que atienden al sector de la población con discapacidad en el Distrito Federal reciben recursos a través de programas como Escuelas de Calidad, escuelas de tiempo completo y el Programa de Fortalecimiento de la Educación Especial y de la Integración Educativa. Respecto de este último, durante 2012 se han asignado 8 millones 765 mil 118 pesos para atender necesidades de educación especial en alumnos con discapacidades severas o moderadas. Para este mismo periodo se destinaron 813 mil 298 pesos para atender a alumnos con aptitudes sobresalientes en el Distrito Federal.
En entrevista con Contralínea, Gabriela Tamez, directora de este programa, explica que los recursos aún no son suficientes; sin embargo, también evidencia que aun cuando existen posibilidades de que los centros educativos aumenten sus ingresos a partir de concursos de puntualidad en trámites administrativos o de la conformación de redes de trabajo, éstos no participan. En el caso del Distrito Federal, al no firmar convenios para alumnos con aptitudes sobresalientes ni conformar redes de padres de familia, habría dejado de percibir 1 millón 400 mil pesos aproximadamente durante 2012. Y al no completar evidencias de acciones de contraloría social habría dejado de percibir 467 mil pesos para la atención a alumnos con discapacidad.
Hacia la inclusión educativa
Con la Declaración de Salamanca para las Necesidades Educativas Especiales (firmada por la Organización de la Naciones Unidas en 1994) se proclama e insta a todas las naciones a reconocer que “todos los niños de ambos sexos tienen un derecho fundamental a la educación y debe dárseles la oportunidad de alcanzar y mantener un nivel aceptable de conocimientos; cada niño tiene características, intereses, capacidades y necesidades de aprendizaje que le son propios; los sistemas educativos deben ser diseñados y los programas aplicados de modo que tengan en cuenta toda la gama de esas diferentes características y necesidades; las personas con necesidades educativas especiales deben tener acceso a las escuelas ordinarias, que deberán integrarlos en una pedagogía centrada en el niño, capaz de satisfacer esas necesidades”.
Aunado a ello, el gobierno debe garantizar la calidad y provisión de educación especial a la población que lo requiera, como la Ley General de Educación en su artículo 13 cita: “corresponden de manera exclusiva a las autoridades educativas locales, en sus respectivas competencias, las atribuciones siguientes: I. Prestar los servicios de educación inicial, básica incluyendo la indígena, especial, así como la normal y demás para la formación de maestros […]”.
Sin embargo, el presupuesto destinado a este sector ha caído en 24.9 por ciento durante los últimos 3 años: en 2010 fueron asignados a este rubro de la educación 261 millones de pesos; durante 2011, 198 millones; y en 2012, 196 millones de pesos. A decir de Gabriela Tamez, la merma presupuestaria no es responsabilidad del gobierno. “Son decisiones que toma la Cámara de Diputados”.
Patricia Sánchez, directora de Educación Especial de la SEP para el Distrito Federal, coincide en que si bien se tienen avances en educación especial, “ningún recurso va a satisfacer todas las necesidades”. Además, enfatiza que los avances no solamente tendrían que ser presupuestales, sino culturales.
Sánchez explica que la educación especial no es sólo una tarea de la SEP, sino que desde el involucramiento de las familias y la participación social se favorecería la inclusión y apoyo a la población con estas características. La apertura a convenios de trabajo tanto con empresas como dentro de los vecindarios y comunidades es necesaria para que un egresado de un CAM pueda continuar su desarrollo cuando hubiera concluido sus estudios de formación escolar y laboral. Las microempresas familiares han sido una opción para canalizar las habilidades de los jóvenes con discapacidades, explica.
Asimismo, el diputado José Enrique Doger considera que existe falta de difusión de los servicios de educación especial que provee dicha Secretaría federal. Aunado a ello, aún existen familias que, por desconocimiento, tienden a esconder a sus hijos y no los involucran en el sistema educativo o laboral. El miembro de la Comisión de Educación señala que el sistema educativo tiene carencias, como la falta de formación de profesionistas multidisciplinarios y la falta de instalaciones óptimas para la gente con discapacidad no sólo en los centros educativos, sino desde las vialidades.
La educación especial pretende llegar a conformar un sistema inclusivo en el cual los alumnos con discapacidades (aun con las más severas) puedan ser incluidos dentro de escuelas regulares. Por lo tanto, la falta de recursos y la falta de preparación profesional serían los principales retos que el gobierno tendría que atender, en conjunto con una cultura inclusiva por parte de empresarios y comunidades que den acogida a este sector de la población.
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