Aproximadamente 8 millones de mexicanos viven hacinados. Aunado a esto, la Comisión Nacional de Vivienda estima que 2 millones de hogares se caracterizan por ser viviendas redondas: espacios en los que no existe división entre cocina, comedor, sala y recámaras. Los rezagos en la materia son evidentes también en las más de 33 millones de personas sin acceso a agua potable al interior de sus casas, y en los casi 12 millones que tampoco cuentan con drenaje.
Violencia intrafamiliar, mayor rezago en la familia y reproducción de la pobreza son las consecuencias directas de habitar en una vivienda redonda, explica la doctora Gabriela Ponce, investigadora del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP), dependiente de la Cámara de Diputados.
Los datos de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) más recientes indican que poco más del 5.7 por ciento del parque habitacional del país –conformado por 35 millones de casas– se clasifica como viviendas redondas. Además, en 2010, al menos 8.5 millones de hogares carecían de agua entubada y otros 3 millones no contaban con sistema de drenaje. De acuerdo con indicadores del CESOP, son 33 millones de habitantes afectados por la falta de agua entubada y 12 millones por la del drenaje.
Por su pésima calidad, indican los datos del CESOP, el 7 por ciento del parque habitacional de México necesita ser remplazado. También se requerirían al menos 14 millones 840 mil acciones para recuperar el parque habitacional, a pesar de que la vivienda ha mejorado 10 puntos porcentuales de 2006 a 2012 en el país.
Condiciones actuales
De los 35 millones de viviendas del parque habitacional, 18 millones están habitadas, 5 millones son de uso temporal (vacacionales y de visitas esporádicas), y 5 millones están deshabitadas. Del total general se considera que aproximadamente el 52 por ciento está catalogada como vivienda de buen nivel; más del 40 por ciento se puede recuperar (es decir que requiere acciones de mejora) y aproximadamente el 7 por ciento es de muy mala calidad y necesita ser reemplazada.
Aproximadamente el 50 por ciento del parque habitacional en México requiere acciones de recuperación o reemplazo. Estas condiciones se favorecen cuando la vivienda es construida en asentamientos irregulares, cuando los desarrollos habitacionales emplean materiales de mala calidad y cuando no se tienen los ingresos necesarios para dar mantenimiento a la vivienda, entre otros factores, explica el doctor Guillermo Boils, investigador en el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En el país se estima que el problema de demanda de vivienda asciende a un 10.4 por ciento: el 2.4 por ciento corresponde a las viviendas que requieren ser reemplazada en su totalidad por la calidad de las mismas; un 3.4 por ciento de la demanda obedece a la formación de nuevos hogares, y un 4.6 por ciento es necesaria para aquellas familias que comparten vivienda.
Infografía:
Parte I: Vivienda mexicana, sin calidad de vida
Parte II: Vivienda en México: nido de violencia intrafamiliar, rezago y
reproducción de la pobreza
Parte III: Necesidades de vivienda digna, aún rezagadas
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