El oligarca ruso Boris Berezovsky fue encontrado muerto en su sala de baño, en su propiedad de Berkshire (sudeste de Londres), a las 11 horas del sábado 23 de marzo de 2013.
Eminencia gris en la Rusia de Boris Yeltsin, Berezovky se había repartido los principales recursos del país con una docena de amigos y dirigía una poderosa organización mafiosa, conocida como la Fraternidad de Solntsevo. Manipulado por dos de sus consejeros, cometió la imprudencia de hacer nombrar primer ministro a Vladimir Putin. En cuanto se presentó la ocasión, Putin obligó Yeltsin a dimitir y emprendió una encarnizada lucha contra las mafias para favorecer la reconstrucción del Estado.
Berezovsky se refugió rápidamente en el Reino Unido, llevándose por cierto 2 000 millones de dólares malversados provenientes de la privatización de las compañías rusas Aeroflot, LogoVAZ y AvtoVAZ. El oligarca obtuvo entonces la protección de la Corona y el asilo político bajo el seudónimo de Platon Elenin mientras que la justicia rusa lo condenaba en ausencia a 19 años de cárcel. Estrechamente vinculado a los servicios secretos de Su Majestad, Berezovsky participó en diversos complots para estimular la guerra en Chechenia, desmembrar la Federación Rusa y asesinar al hoy presidente ruso Vladimir Putin.
Al fracasar en sus intentos de derrocar al nuevo Zar, Berezovsky se había convertido en un personaje más incómodo que útil. En Londres, puso pleito a su ex socio, el oligarca Roman Abramovich (propietario del Chelsea Football Club), acusándolo de haberlo chantajeado y de haberlo obligado a vender varias empresas, pero la justicia británica desechó la demanda hace 7 meses. Los magistrados británicos no sólo lo condenaron a pagar gastos exorbitantes (41 millones de euros) por el tratamiento de su demanda sino que además lo calificaron de «deshonesto», «poco confiable» y «mentiroso», convirtiéndolo en un paria a los ojos de la City.
Como las desgracias nunca vienen solas, sus 2 ex esposas y su amante Elena Gorbunova comenzaron además a exigirle todo tipo de compensaciones. Abandonado por la Corona, Berezovsky se arruinó rápidamente, viéndose obligado a vender sus propiedades y su colección de pinturas. Había caído en una fase depresiva y escribió hace 2 meses al presidente Putin pidiéndole perdón y solicitando además una amnistía. Su abogado, Alexander Dobrovinsky, afirma que se suicidó pero, según una fuente británica, en realidad murió de un infarto.
Sin embargo, como la vida y muerte de los mafiosos no son nunca sencillas, las autoridades británicas decidieron utilizar a un equipo especializado de la policía científica encargado de revisar minuciosamente la residencia del oligarca. Como consecuencia del caso Litvinenko, se piensa que Berezovsky pudo haber sido asesinado exponiéndolo brevemente a algún tipo de material radioactivo. Hipótesis que debería confirmarse o no rápidamente.
Para profundizar sobre el tema, ver nuestro artículo «Boris Berezovsky, el encubridor», Red Voltaire, 15 de enero de 2005. El lector interesado podrá consultar sobre todo la investigación de Paul Klebnikov (Forbes Magazine), Parrain du Kremlin - Boris Berezovski et le pillage de la Russie [Padrino del Kremlin – Boris Berezovsky y el saqueo de Rusia], Robert Laffont, 2001. El autor de esa investigación fue asesinado en 2004, por orden de Berezovsky.
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