18-3-2014
Ha pedido, con tino y magnífico juicio Javier Pérez de Cuéllar, que el Congreso defina su voto y otorgue su confianza o censura al nuevo gabinete. Como la lucidez del planteamiento es irrefutable, es oportuno preguntarle al protagonista de esta invocación ¿cuáles fueron los motivos que llevaron a firmar los documentos o notas que afirmaron que Perú había definido límites marítimos con Chile en 1968 y 1969?
El mundo fue noticiado con el veredicto que la Corte Internacional de Justicia de La Haya emitió, respecto al contencioso marítimo a que Perú llevó a Chile, que esas notas permitían la inferencia de acuerdos con el país del sur. En efecto, Chile ha esgrimido ese argumento y aquí nunca el responsable de los mismos ha explicado al país ¿por causa de qué los suscribió cuarenta años atrás?
En el 2005 ante la denuncia del entonces candidato Alan García Pérez, don Javier alegó en respuesta en vivo y consignada en los medios de comunicación, que "un nombre de su edad" no podía precisar con exactitud lo ocurrido. Han pasado 9 años y si el embajador puede hablar sobre la responsabilidad del Congreso, también no debería tener impedimento de ninguna especie para explicar al país por causa de qué firmó lo que en Chile es de dominio público y aquí secreto absurdo.
"La solicitud ciudadana, dirigida al Ministerio de Relaciones Exteriores demandó, el:
"Escaneo de las notas reversales de 1968 y 1969 para colocación de faros de enfilamiento en la frontera marítima con Chile, firmadas por don Javier Pérez de Cuéllar, con las actas respectivas".
La nota de respuesta, firmada por Gianina Torres Díaz, Primera Secretaria, Jefa de la Oficina de Transparencia y Acceso a la información, dice literalmente:
"Al respecto, la Oficina de Gestión Documental y Archivo de este ministerio, cumple con informar que los documentos solicitados, se encuentran comprendidos dentro del grupo documental al que se refiere la R.M. No. 0706-RE "Reservada" de fecha del 28 de junio de 2008".
Como es de notarse la disposición, RM. que clasifica como "Reservada" dicha información fue dada ¡40 años después de firmadas aquellas y cuando recién comenzaba el contencioso marítimo a que Perú llevó a Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya!", Actas 1968-1969: públicas en Chile, ¿secreto aquí?
http://www.voltairenet.org/article182429.html?var_mode=recalcul
Los hombres públicos que han vivido decenas de años del dinero de los contribuyentes no hacen ningún favor o mérito especial cuando deben -porque tienen- explicar el motivo de tal o cual cosa. Y máxime si se trata de un asunto muy delicado. Recordemos que Perú planteó su caso con Chile en La Haya bajo la premisa que NO existía frontera marítima. ¿Qué firmó don Javier Pérez de Cuéllar?
La tendencia nacional apunta a perdonar traiciones, cobardías, cohechos y estafas a los veteranos y veteranas so pretexto de sus años o por su mala salud. ¡Como si ambas circunstancias pudieran disipar el daño social e histórico producido por sus falencias y sus agentes depredadores! ¡Hasta la ley hace inimputables a los que pasan los 70 años y hay ejemplos con patas que caminan felices y jubilosos de celebrar sus robos y nadie les puede echar el guante!
Cuando Perú aprenda a fusilar a sus vacas sagradas, encarcelar a ex presidentes, poner cadena perpetua a ex legisladores, fulminar a los burócratas monreros y castigue a todos los que hacen daño en la cosa pública, entonces dejaremos de ser un país "chicha" que carece de definiciones para cualquier cosa que sea ejemplar punición. En cambio, somos abundantes para cohonestar y disimular toda clase de imposturas aun cuando signifiquen auténticos y repugnantes robos del dinero del pueblo.
¿Qué tal si nos explica don Javier, quien goza de magnífica salud física y mental, qué le llevó a firmar esos documentos con Chile en 1968 y 1969? Pérez de Cuéllar no es ágrafo, ha hecho un libro sobre buenas costumbres años atrás y nos resistimos a pensar que la ignorancia le haya aconsejado los despropósitos que tanto le han costado al Perú en La Haya.
¡Es hora de dejar de ser un país ni chicha ni limonada!
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