Cuando el gobierno de Humala amenaza, porque no es otra la intención, con "denuncias preventivas" no hace sino pública la confesión, deprimente y boba, que tiene miedo por la acción juvenil de votar, como en un referéndum, pero con los pies en las calles contra la ley que se erige violando conquistas laborales. ¡Es imposible construir megaedificios sobre el adobe del cinismo y dar de ganar a fenicios usureros!
Criminalizar la protesta es en sí patentizar el irrespeto a la expresión ciudadana de protesta. Las últimas tres marchas fueron de contingentes juveniles en su inmensa mayoría. ¿Creerá el gobierno que el 15 de enero se guardarán esos límites? Creo que no será así. Muchos de los que ya hemos estado solidariamente respaldando el vigoroso impulso de los más jóvenes, volveremos y otros, también mayores, se adherirán masivamente. La terquedad de la mula, como se comprueba en Perú, no es patrimonio de esos animales.
Interpretar al Perú como un cuartel es un craso error. Por imperfecta que sea la democracia electoral, siempre será mejor a los puntapiés a la razón que rebuznan quienes pregonan que las órdenes se cumplen sin dudas ni murmuraciones. El debate origina el choque de los contrarios y la ganancia de calidad y forma del quehacer ciudadano. ¿No fue la bufonada del ministro Urresti con la exposición de pinturas, una propaganda gratuita para quienes sí creen en el violentismo? ¿Por causa de qué los ideólogos idiotas que habitan y ganan pingues sueldos en sus consultorías a Palacio, no miden y confiesan el tremendo daño producido?
Se va el 2014 y en menos de 7 u 8 días, decenas de miles de muchachos salieron a las calles a protestar contra una ley que so pretexto de dar empleo regala herramientas a los usureros que necesitan el consabido azúcar caro y cholo barato. ¡Como si estuviéramos en aquellos tiempos! ¿No hay en el gobierno, siquiera un asesor, que le musite al oído a los capitostes que el electorado juvenil es predominante? ¿tanta es la estupidez colectiva que habita y se pasea por los doctos cerebros de estos adalides de juguete? ¡Deshonrar las matemáticas también es un crimen!
Ciertamente los muchachos aún en estado de emoción colectiva inorgánica, deben plantearse varios retos, el primero, comprobar la ineficacia, inmoralidad y agotamiento de las pandillas políticas que administran el Perú desde hace más de 40 años. ¡Es hora de echarlos al retiro absoluto y que se dediquen a plantar nabos en lugar de ser carga onerosa para la cansada ubre del Estado!
¿Bastaría con lo anterior? Me temo que no. La juventud tiene deberes más importantes como, por ejemplo, orientar y proponer soluciones de acuerdo al uso masivo y social de la tecnología puesta al servicio del pueblo peruano. Los emprendimientos requieren sin duda del apoyo estatal pero también de la inversión extranjera y con ello la generación de puestos de trabajo, impulso de ideas y masificación del uso de Internet a lo largo y ancho del país. Hasta hoy son cuasi solitarias las expresiones en ese sentido. Los clubes electorales ¡ni entienden ni jota, sólo piensan en ser diputados, senadores o aspiran a cualquier puestito con sueldo seguro!
Los retos demandan respuestas. Cuanta más sea la contumacia del gobierno, peor el pronóstico para la extenuada imagen de una administración salpicada de escándalos de inmoralidad a la que no se ataca sino con pañuelazos y una brutal falta de inteligencia capaz de erradicar estafas y cohechos contra el pueblo del Perú.
Los de arriba, están advertidos. Los de abajo, estamos en la protesta y trabajando en la cantera de nuevas y mejores ideas en la lucha por un Perú libre, justo y culto.
¡Ah y me olvidaba: que mietan miedo a su abuelita!
¡Feliz y combativo año 2015!
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