I.
Víctor José Herrero Llorente ha recopilado en dos diccionarios las expresiones y frases latinas más comunes (Gredos). Una de las más punzantes es aquella que reza: “Los dioses ciegan a los que van a perder” (muy atinada para los peñistas que nos conducen al despeñadero). Se cuenta que el escritor Andrés Henestrosa Morales (1906-1999), le agregó la demoledora frase: “… pero antes los apendeja un poco”. Le faltó decir que en casos extremos: “los apendeja mucho”…
Pero hoy quiero referirme a la expresión griega “La espada de Damocles”, usada para indicar el peligro que amenaza a alguien de forma continua, dice doña María Moliner en su Diccionario de uso del español. Toda espada tiene dos filos y fue un arma inmortalizada por Alejandro Dumas padre (1802-1870) en sus obras El conde de Montecristo y sobre todo en la saga de tres novelas Los tres mosqueteros. Y la traigo a colación porque con el título La espada de Damocles, el economista Petros Márkaris desmenuza la trágica crisis económica de Grecia, cuna de la cultura que alumbró la democracia directa, a los Sofistas, a Pericles y Sócrates, a Eurípides, Esquilo, Sófocles y la poetisa Safo (ver sus obras completas en editorial Cátedra).
II.
Comentario aparte, el nombre Damocles no existe en el listado de nombres griegos de la Enciclopedia de nombres propios (Josep M Albaigés, Planeta). Y con una entrevista y 12 ensayos, Márkaris abre la esperanza (el último recurso de la célebre caja que Júpiter regaló a Pandora en la mitología griega) de una posibilidad para Grecia después de las elecciones de 2012, que echaron a la calle a los del neoliberalismo económico y de la austeridad al pueblo, para buscar una salida al callejón donde los habían conducido los Peña-Videgaray de allá. Los socialistas griegos convencieron a los ciudadanos que si los votaban serían “electores capaces de liberar al país de la crisis”. Y han logrado navegar en el capitalismo europeo (bajo el mando férreo de Alemania) por medio de coaliciones parlamentarias y en la integración del gobierno con sus 10 regiones subdivididas en 51 administraciones locales: una modalidad entre la confederación y el federalismo.
III.
Dice el autor que “Grecia vive la fase final de un sistema fracasado. La mala noticia es que hemos pedido a la misma clase política que impuso la crisis al país, que se ocupe de sanearlo y sacarlo de esta situación… Los ciudadanos están desilusionados, deprimidos e inseguros, no sólo por las rigurosas medidas de ahorro, sino porque no tienen confianza en la clase política” (ya en otro Ex libris, reseñé el libro El síntoma griego: posdemocracia, guerra monetaria y resistencia social en la Europa de hoy, varios autores, (Errata Naturae Editores, 2013). El texto nos dice cómo, engañando al pueblo, el gobierno anuncia “recortes al gasto, a jubilaciones, alza de precios, austeridad […]. Esta falsa política de apaciguamiento dejó a los griegos [igual que dejará a los mexicanos] desprevenidos, inseguros e indignados […] El país llega a una quiebra económica […] por los errores y fracasos de sus dirigentes políticos”. La espada de Damocles caerá sobre nuestras cabezas. Y si en Grecia se sacrificarán más de tres generaciones –nos dice–, en otros países guillotinará a millones de las clases media-superior, intermedia… ¡y arrasará a los pobres!, despidiendo empleados, obreros, cesando burócratas y reduciendo el mercado laboral hasta provocar suicidios.
Ficha bibliográfica
Autor: Petros Márkaris
Título: La espada de Damocles (traducción al español de Lorena Silos Ribas)
Editorial: Tusquets, 2012
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