Tamaulipas -o Mataulipas, conocida popularmente- es el estado donde hay mayores secuestros (22 mensuales, según algunos, y 909 en la presente administración, al decir de Alto al Secuestro), pagos de piso y salida de la población debido al hostigamiento y violencia de los criminales, especialmente Los Zetas, el cártel más sanguinario de los existentes.
Las campañas electorales en dicha entidad han sido un torneo en el cual los aspirantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Baltazar Hinojosa, y del Partido Acción Nacional (PAN), Francisco García Cabeza de Vaca, se han atacado con todo. La riña subió de tono cuando Manlio Fabio Beltrones desconoció a tres de los candidatos tricolores a igual número de alcaldías, supuestamente por tener nexos con el narcotráfico, aunque en realidad porque asistieron, con anterioridad, a un acto del panismo. Ellos son Cesáreo Aldape (Mainero), Wenceslao Zúñiga (Hidalgo) y Gustavo Estrella (Villagrán).
Lejos de presentar elementos a las autoridades para que procedieran a enjuiciarlos o expulsarlos del partidazo, simplemente se buscó un ataque mediático contra Cabeza de Vaca.
Al señor Hinojosa, por cierto, lo ligaron con dos exgobernadores, Tomás Yarrington -hechura de Carlos Salinas- y Eugenio Hernández, ambos con acusaciones de recibir dinero de Los Zetas; incluso tienen juicios pendientes en Estados Unidos.
Baltazar operó en el actual gobierno de Egidio Torre Cantú, quien llegó a la gubernatura debido a que seis días antes de las elecciones mataron a su hermano Rodolfo. Una de las primeras declaraciones del mandatario tamaulipeco fue que indagaría y arrestaría a los homicidas de su carnal, algo que no ha hecho ni hará.
Que Hinojosa la veía negra para ganar, lo notificó hace poco, cuando hizo una declaración negando sus vínculos con Yarrington, Hernández y Cantú, lo que resultaría increíble pero indispensable para no seguir alimentando la hoguera.
El 31 de mayo, cinco día antes de la veda electoral, medios de Estados Unidos -no olvidar la influencia de los medios yanquis en esa zona fronteriza- publicaron que Hinojosa estuvo en la “entrega de sobornos del narco a los gobernantes de Tamaulipas” (Sin Embargo, 31 de mayo). Algo que hubiera sido el tiro de gracia para el PRI.
Empero, el sábado 28 de mayo fue secuestrado en aquel explosivo estado el futbolista Alan Pulido, que contribuyó al campeonato del Olimpiacos de Grecia. Y un día posterior se informó que, cual serie televisiva, logró salir de la casa donde lo mantenían recluido luego de golpear a uno de los malosos, utilizar el celular de dicho sujeto para reportar su situación al 066 y esperar que llegaran las fuerzas que “siempre vigilan” (sic dormilón). Tarea mayor que la de Sísifo.
El asunto parece una mala comedia. Y hay contradicciones que señalan algunos portales: la novia que iba con Alan (de nombre Iliana y afecta a las armas) no fue raptada, son diferentes las versiones del rescate de Enrique Galindo (Policía Federal) e Ismael Quintanilla (procurador estatal), no hay precisión acerca de si los golpes de Alan al rufián posibilitaron todo o las llamadas fuerzas del orden lograron su cometido, los cristales rotos que reportan los oficiales no se dieron en la planta baja de la casa sino arriba y se dijo que dos de los iniciales captores desaparecieron de la vivienda (Silla Rota, 31 de mayo).
Jenaro Villamil escribió en Facebook (31 de mayo) algo que llamó “Alan Pulido: Duro de secuestrar”, lo que es una parodia de las películas donde Bruce Willis es invisible e invencible.
Julio Hernández López (La Jornada, 31 de mayo) nos recuerda los casos de Florence Cassez y Rubén Omar Romano, que resultaron en un principio inverosímiles y después supimos que se trataba de algo que se conoció popularmente como García Luna Productions, o sea, el montaje de acciones en donde la Policía Federal logró conmover a todos pero a fin de cuentas eran meras engañifas. El caricaturista Helio Flores (El Universal, 1 de junio) dibuja atinadamente el espíritu de Genaro GL, quien regresa del más allá a cobrar los “Derechos de autor”. Carlos Fernández Vega (La Jornada, 31 de mayo) escribió que ni James Bond logra esas hazañas.
Incredulidad también expresaron Carlos Loret y Ciro Gómez Leyva (ambos en El Universal, 30 y 31 de mayo, respectivamente), Carlos Puig (Milenio, 31 de mayo) y otros periodistas.
En el Brozinegi de El Mañanero (1 de junio) el 97 por ciento dijo que no creía en lo expresado por las autoridades acerca del plagio. Elisa Alanís (TV El Universal, 1 de junio) señaló que todo fue una pantomima.
Héctor de Mauleón (El Universal, 31 de mayo) señala que esto no pudo ser una ficción en apoyo al PRI, pues no era necesario. Ricardo Alemán (Milenio, igual fecha) afirma que es un “Secuestro idiota”, realizado por unos tontos. Y La Razón (31 de mayo) publica en una cabeza interior que la “Tecnología de punta ayudó al rescate”.
Por cierto, antes, la conductora de Televisa Adela Micha difundió un video contra Cabeza de Vaca en donde se le acusa de estar ligado al narco y pregunta a los tamaulipecos si estaban de acuerdo con que se investigue al senador por pedir “moches” (Proceso, número 2065).
Según Humberto Padgett en su reciente libro: Tamaulipas. La casta de los narcogobernadores: un western mexicano (Urano), los traficantes de mercancías y especialmente de drogas están ligados desde hace bastantes sexenios (época de Juan N. Guerra) a los mandatarios de dicha entidad. Incluso el actual senador Manuel Cavazos Lerma sale a colación. Y éste dijo hace poco que el PAN estaba metido en el secuestro de Pulido. No olvidar que Cavazos en su sexenio rendía culto a las pirámides astrales para solucionar problemas (sic que se encomienda a la luz divina para combatir al narco y aclarar el asunto Alan Pulido).
Como todo en México, la comedia seguirá. ¡Ojo, Televisa, ahora que están a la baja sus audiencias!
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