En general las personas no conocen bien los riesgos que representan los virus informáticos o el malware. Muchos utilizan o prestan memorias USB sin considerar que su información está en riesgo, ni tampoco que su propia computadora lo estará al conectar de nuevo el dispositivo si éste fue infectado.
Lo más valioso no son únicamente los equipos, también lo es la información con la que trabajamos –sea de asuntos laborales o personales– y que debemos proteger. Debemos cuidar a quién le prestamos nuestra USB o decidir no compartirla en ningún caso, incluso durante una emergencia. Esto último sería lo ideal, pero es una opción que se encuentra fuera de la realidad para la mayoría de nosotros.
En el trabajo, las cosas deben solucionarse y ante una emergencia en la que la información debe pasar de una computadora a otra y la única opción a la mano suele ser un dispositivo de almacenamiento USB. También la dinámica en las escuelas y los incontables viajes de los alumnos a las computadoras de las papelerías o de los cibercafés.
Microsoft nos dice que su versión de Windows más reciente ofrece protección antivirus incluida, sin embargo no es muy fiable, otros como Apple presumen con bombo y platillo que sus productos son inmunes a los virus y lo son, pero sólo a los virus de la PC, de la misma forma que los humanos somos inmunes a los virus que afectan a las plantas, así que en esa línea de verdades a medias o publicidad engañosa lo más seguro sería utilizar el sistema operativo Linux o alguno que sea nuevo y muy pocas personas lo utilicen, eso lo haría inmune a los virus existentes porque los hackers programan virus para sistemas operativos que cuenten con millones de usuarios y se pueda generar es característica tomada de sus contrapartes reales, la viralidad.
Y sea que tomemos la versión de que los virus informáticos surgieron como un juego entre dos personas compitiendo por saber quién podía dañar más la computadora del otro o si preferimos la teoría de que las empresas antivirus crearon los virus para poder vender sus productos, el hecho es que debemos contar con protección.
Esto representa un gasto. Los antivirus también existen para teléfonos celulares y pronto los habrá para proteger la computadora del automóvil o versiones para el refrigerador o los tenis. No se trata de un comercial, aunque la realidad se impone. Y aunque puedo decir que he estado sin antivirus instalado por más de 2 años sin problemas, también puedo recordar situaciones en las que, de un momento a otro y por compartir un dispositivo de almacenamiento USB, perdí acceso a toda la información que contenía. Fue sólo después de mucho tiempo y mucha investigación que se resolvió utilizando un sistema operativo anterior, mucho más antiguo que el virus y que lo hacía realmente inmune lo que permitió eliminarlo en unos segundos.
Y también he sufrido experiencias donde en efecto he perdido toda la información de la computadora. Eso antes de tantas opciones actuales para respaldar información en la nube o el bajo costo del almacenamiento USB.
Sin embargo, si no deseamos invertir dinero en un antivirus tenemos, la opción de las versiones gratuitas que son preferibles a las versiones de antivirus crackeadas pues tienen alta posibilidad de tener un virus incluido. Sí, la vida es un riesgo.
No vamos a recomendar usar programas crackeados, así que daremos a conocer las opciones gratuitas que nos permitirán contar con un mínimo de protección en el uso diario. En teoría, los antivirus gratuitos cuentan con el mismo motor que tienen los de pago pero con características limitadas, algo así como: sé hacerlo pero no lo haré si no me pagas. Se encargarán de detectar o eliminar virus ya conocidos y de advertirnos en casos de riesgos. Sin embargo, estaremos por nuestra cuenta ante ataques más específicos o frente a virus nuevos.
Podemos enlistar por ejemplo a Avast, AVG, ESET NOD32 y Avira. Cada uno tiene características propias y consumen diferente cantidad de recursos, dependiendo de la configuración y características de cada computadora.
Es importante tomar consciencia y proteger los datos de nuestros equipos; si no es opción comprar antivirus ni instalar una versión gratuita, entonces podemos intentar respaldar la información, ya sea en la nube o en dispositivos de almacenamiento.
En la nube tenemos Dropbox, Box, Mega, Drive, OneDrive y otros. Cada uno ofrece diferente cantidad de espacio de almacenamiento y límites en tamaño de los archivos. Comprar dispositivos de almacenamientos conocidos como memorias USB o discos externos también ayudará ante una situación crítica de pérdida de información, como archivos contables de la empresa familiar hasta los recuerdos de años incluyendo fotos y videos. Y un consejo a la antigua: impriman sus fotografías, de lo contrario es muy probable que se pierda entre otros archivos o con la llegada de un virus.
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