Las negociaciones sobre el Brexit están estancadas desde el 8 de noviembre de 2017. El desacuerdo tiene que ver con la frontera irlandesa.
En 1998 se había logrado una salida a la cuestión irlandesa, solución que implicaba la libre circulación entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte, considerada parte del Reino Unido. Esa solución se basaba en el hecho que el Reino Unido y la República de Irlanda eran miembros de la Unión Europea.
Pero ahora los negociadores británicos del Brexit están planteando el restablecimiento de la frontera, lo cual anularía los acuerdos de 1998 y reactivaría inevitablemente la guerra.
Los negociadores de la Unión Europea proponen por su parte “mover” la frontera económica de la UE de manera que no esté entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte sino entre Gran Bretaña y la isla irlandesa, lo cual equivaldría a dejar la economía de Irlanda del Norte bajo la administración de la Unión Europea… una perspectiva intolerable para la Corona.
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