Por orden de mi Gobierno y en respuesta a la carta fechada el 14 de noviembre de 2017 dirigida a los miembros del Consejo de Seguridad por la Secretaria General Adjunta a cargo de los Asuntos de Desarme, Izumi Nakamitsu, [carta] que tenía como anexo las «respuestas complementarias» de Edmond Mulet, Jefe del Mecanismo de Investigación Conjunto de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y la Organización de las Naciones Unidas (Mecanismo de Investigación Conjunto OPAQ-ONU) a las preguntas que le habían dirigido los miembros del Consejo de Seguridad sobre el séptimo informe del Mecanismo de Investigación Conjunto (S/2017/904), que les había sido presentado el 7 de noviembre, quiero llamar la atención a usted sobre lo siguiente:
Primeramente, la República Árabe Siria subraya que cumplió todas sus obligaciones como miembro de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), ha dado muestras de cooperación y ha reaccionado de manera positiva, sin vacilación, a todas las exigencias de la Misión de Comprobación de los Hechos de la OPAQ en la República Árabe Siria y del Mecanismo de Investigación Conjunto OPAQ-ONU. Recuerda igualmente que ha abandonado plena e irrevocablemente su programa de armas químicas, de conformidad con la Convención sobre las Armas Químicas, a la que se integró en 2013.
La República Árabe Siria subraya igualmente que las investigaciones realizadas por la Misión de Comprobación de los Hechos y el Mecanismo de Investigación Conjunto no indican hasta ahora, en lo absoluto, que las normas mínimas de credibilidad, de profesionalismo y de trabajo hayan sido respetadas. Por consiguiente, sus conclusiones y deducciones son falsas y no reflejan la realidad de lo sucedido. La República Árabe Siria señala en particular que esas investigaciones no se hicieron en el terreno y que los investigadores se fiaron de afirmaciones erróneas, pruebas falsas, fuentes de libre acceso y testimonios totalmente inventados, proporcionados por los propios grupos terroristas armados y por partes extranjeras hostiles a Siria, que fabricaron el incidente de Khan Cheikhun y otros.
La República Árabe Siria subraya que está demostrado que el Ejército Árabe Sirio y las fuerzas aliadas a él no han utilizado nunca armas químicas prohibidas por el derecho internacional, ni siquiera en los momentos más fuertes del combate contra los grupos terroristas armados, mientras que la «coalición internacional» dirigida por los Estados Unidos de América ha utilizado fósforo blanco en muchas regiones y ciudades sirias, principalmente sobre la ciudad de Raqqa, ante los ojos del mundo entero.
La República Árabe Siria estima que el uso de armas químicas prohibidas internacionalmente es contrario a la ética e injustificable, cualesquiera que sean los motivos, el lugar, el momento y los autores de ese acto.
La República Árabe Siria presenta a continuación pruebas científicas y jurídicas para invalidar las afirmaciones que se hacen en las respuestas que aporta el Jefe del Mecanismo de Investigación Conjunto, Edmond Mulet, y que figuran en la carta anteriormente mencionada de la señora Nakamitsu. La República Árabe Siria sigue refutando también lo que se indica sobre el incidente de Khan Cheikhun en el séptimo informe del Mecanismo de Investigación Conjunto, y está convencida de que eso constituye un intento del Mecanismo para inducir a error al Consejo de Seguridad y al conjunto de la comunidad internacional.
I. Sobre la respuesta del señor Mulet a la primera pregunta: El Jefe del Mecanismo de Investigación Conjunto estima que expresiones tales como «es posible», «es probable», «es improbable» pueden utilizarse en informes técnicos para determinar si un incidente pudo tener lugar. Hace valer que expertos científicos recurren sistemáticamente a esas expresiones con ese fin. Indica también en su respuesta que el Mecanismo de Investigación Conjunto transmitió fielmente las observaciones formuladas por los expertos científicos y legistas y otros expertos técnicos.
En respuesta a esas alegaciones, la República Árabe Siria estima que la afirmación según la cual los miembros del Mecanismo de Investigación Conjunto adoptaron un enfoque científico durante sus investigaciones y que efectivamente aplicaron dicho enfoque de manera precisa y seria son dos cosas diferentes. Al hacer tal afirmación, el Mecanismo de Investigación Conjunto se expone ampliamente a críticas sobre sus métodos, sus análisis, sus datos y la cadena de trazabilidad de los elementos de prueba, así como sobre la exactitud de sus conclusiones. Hasta ahora no se han aclarado totalmente el conjunto de métodos de trabajo y el enfoque del Mecanismo de Investigación Conjunto por expertos y especialistas cuyos métodos, análisis y evaluaciones son creíbles, dado el hecho que respetan normas, lo cual no es es el caso del séptimo informe del Mecanismo. Sobre ese tema, buena cantidad de expertos, incluso de países de Occidente, como los Estados Unidos de América y el Reino Unido, han demostrado en estudios e informes que los elementos de prueba y las afirmaciones que figuran en el informe del Mecanismo son falsos y sus conclusiones erróneas. En particular, algunos de esos expertos, al contrario del Mecanismo, han recurrido a métodos y teorías sólidas para tener en cuenta todas las posibilidades e hipótesis, lo cual los ha llevado a refutar buena parte de las cuestiones relativas a los testimonios y elementos de prueba en los que sí confió el Mecanismo, y a llegar a conclusiones que contradicen totalmente las del Mecanismo.
Eso confirma que el Mecanismo de Investigación Conjunto carece de profesionalismo, lo cual invalida a la vez los resultados a los que llegó con un grado de «confianza», como se alega en el anterior informe. Eso pone también en duda los trabajos del Mecanismo en cuanto al cauce de la investigación y en materia de análisis y socava las conclusiones. Por consiguiente, una cuestión tan sensible y tan grave debe juzgarse en base a certezas y elementos probatorios, no basándose en dudas y aproximaciones.
II. Sobre la respuesta del señor Mulet a la pregunta 2: El Jefe del Mecanismo de Investigación Conjunto afirma que «testigos» vieron y oyeron aparatos sobrevolar Khan Cheikhun.
En verdad, resulta sorprendente, incluso inadmisible en los planos científico y penal, la confianza en testimonios indirectos y cambiantes, que no se sostienen con ningún elemento de prueba. El séptimo informe del Mecanismo de Investigación Conjunto pone su confianza, sin embargo, en pruebas indirectas aportadas por testigos, presentadas por la organización terrorista Frente al-Nusra. Lo peor es la contradicción flagrante entre esos falsos testimonios y las conclusiones enunciadas en el anexo II en el séptimo informe [par. 93 b)], según las cuales «un aparato de la República Árabe Siria» volaba cerca de Khan Cheikhun pero no sobre esa localidad.
La inclusión de tales informaciones erróneas y totalmente inventadas, en un informe que debería ser conforme a las más altas normas científicas y penales, confirma que el Mecanismo de Investigación Conjunto ha sufrido desde el inicio de sus trabajos presiones políticas de parte de los Gobiernos estadounidense, británico y francés. Eso confirma igualmente que el Grupo de Dirección del Mecanismo ha sido obligado a tratar, por todos los medios, de incriminar a la República Árabe Siria, aunque para ello tuviera que abandonar todas las normas científicas y técnicas en sus trabajos y renunciar a todos los valores morales que parecen obligatorios en los trabajos de todo organismo de las Naciones Unidas o de cualquier órgano internacional que realice investigaciones serias.
III. Sobre la respuesta del señor Mulet a las preguntas 3 y 4: Las conclusiones de los expertos a las que se fió el séptimo informe del Mecanismo de Investigación Conjunto sobre el cráter son totalmente erróneas y contrarias a la realidad así como a los métodos de investigación científica y penal. Decir que el cráter fue probablemente causado por un objeto pesado que se desplazaba a gran velocidad es totalmente falso dado que el cráter habría sido de forma elíptica y mucho más profundo, con proyección de tierra hacia un lado y una deformación diferente del asfalto. En cuanto a los escombros y daños cercanos, estos pudieron ser causados por una bomba guiada o no guiada. Lo mismo puede decirse sobre los fragmentos, que habrían sido proyectados a gran velocidad. La cuestión fundamental a la que el Mecanismo de Investigación Conjunto sigue sin aportar respuesta tiene que ver con el dispositivo que activa la bomba y los alerones de cola de esta así como otras partes del artefacto que deberían haber sido halladas cerca del cráter.
El señor Mulet afirma en el informe y en sus respuestas recientes que los expertos han examinado los fragmentos de municiones observados en el cráter pero no menciona ni explica por qué esos fragmentos no fueron entregados al Mecanismo de Investigación Conjunto o a la Misión de Comprobación de los Hechos para ser analizados. Tampoco menciona ni justifica el hecho de haber ignorado las observaciones sobre presuntos fragmentos formuladas en el informe nacional elaborado por la República Árabe Siria.
Está demostrado científicamente que en caso de uso de sistemas químicos lanzados desde aviones, deberían hallarse en el lugar del impacto los alerones de cola y el dispositivo donde se mezclan las substancias, o incluso a 300 metros de ese lugar, como lo supone el Jefe del Mecanismo de Investigación Conjunto. Por consiguiente, ¿dónde están esos restos? ¿Por qué el Mecanismo de Investigación Conjunto no logró, en su séptimo informe, explicar la ausencia de esos fragmentos? Además, ¿cómo concluyen los expertos de los que se fió el Mecanismo de Investigación Conjunto que el «objeto pesado» formaba parte del cuerpo de una bomba de un diámetro de entre 300 y 500 milímetros lanzada desde un avión? Esa conclusión errónea no es ni científica ni realista. La hipótesis científica más probable es que ese objeto era parte de un tubo de diámetro relativamente pequeño, no de ese tamaño.
IV. Sobre la respuesta del señor Mulet a la pregunta 5: La obstinación del señor Mulet es tal que uno podría creer que hay ocultamiento de hechos científicos. [El señor Mulet] persiste en afirmar que el sarín utilizado en Khan Cheikhun y las impurezas detectadas en las muestras de Khan Cheikhun no pueden ser reproducidos y que por tanto sólo pueden pertenecer a un arsenal de la República Árabe Siria. Nos gustaría recordar al señor Mulet, quien quizás no lo sabe, que los arsenales de armas químicas de Siria fueron destruidos de una vez y por todas a bordo del navío estadounidense MV Cape Ray en el Mediterráneo.
En cuanto a la producción de sarín, basta con agregar una cantidad de difluoruro de metilfosfonil (DF) al isopropanol. En cuanto a las impurezas mencionadas en el informe del Mecanismo de Investigación Conjunto, estas pueden presentarse cuando el DF se produce con un método diferente de lo que el informe califica de «método sirio». Existe, por ejemplo, un método que consiste en utilizar yoduro de metileno con fosfato de trimenil o también con fosfato de triisopropilo y clorarlo con cloruro de tionilo. En otras palabras, las impurezas presentes, identificadas en el informe de análisis del que se fía el señor Mulet en su séptimo informe y en sus respuestas, no son específicas del arsenal sirio, contrariamente a lo que afirma el Jefe del Mecanismo de Investigación Conjunto, cuando dice que esas impurezas son la marca del arsenal sirio.
La República Árabe Siria demanda una vez más al señor Mulet que no induzca al error al Consejo de Seguridad y a la comunidad internacional dando a entender erróneamente que la muestra de sarín es de hecho una huella genética que sólo habría podido fabricarse por la República Árabe Siria.
V. Sobre la respuesta del señor Mulet a la pregunta 6: La afirmación segun la cual la exposición al gas sarín provoca al mismo tiempo una midriasis [Dilatación de la pupila. Nota de la Red Voltaire] y una miosis [Contracción de la pupila. Nota de la Red Voltaire] es errónea e inexacta desde un punto de vista científico. La exposición a esa sustancia provoca una contracción de la pupila, no su dilatación. Por consiguiente, el grado de exposición al sarín determina el grado de contracción (no de dilatación) de la pupila.
VI. Sobre la respuesta del señor Mulet a la pregunta 7: La República Árabe Siria piensa que el señor Mulet no es capaz de responder a esta pregunta o no desea hacerlo. La respuesta, a decir verdad, es que la acusación sobre el uso de armas químicas por la República Árabe Siria, [acusación] motivada por consideraciones de orden político, es infundada. Estados Unidos, el Reino Unido y Francia han orquestado esta campaña tendiente a hacer presión sobre Siria, que junto a sus aliados libra una guerra contra el terrorismo y contra los grupos terroristas armados en su territorio, en cuya primera fila se encuentra el Frente al-Nusra, designado por el Consejo de Seguridad como una entidad terrorista, que ejerce un control sobre Khan Cheikhun, como se indica en el séptimo informe del Mecanismo de Investigación Conjunto.
En otras palabras, está indicado explícitamente en el informe que la parte responsable de haber preparado, fabricado y transferido elementos de prueba a Turquía es la organización terrorista Frente al-Nusra; que la parte que porta la responsabilidad de haber fabricado y proporcionado los elementos de prueba a los servicios de inteligencia francés, británico, turco y estadounidense es el Frente al-Nusra, organización terrorista; que la parte que porta la responsabilidad de haber presentado testigos falsos en la ciudad de Gaziantep –en Turquía– es el Frente al-Nusra, organización terrorista; y que la parte que porta la responsabilidad de haber preparado, disimulado e inmediatamente alterado la escena del crimen es el Frente al-Nusra, organización terrorista.
El Ejército Árabe Sirio, con el respaldo de sus aliados, obtiene desde hace mucho tiempo, victorias y éxitos importantes sobre los grupos terroristas armados y no tiene ninguna necesidad de utilizar armas prohibidas a la luz del derecho internacional, que mancharían su reputación y la de sus fuerzas. Quienes emplean armas químicas contra civiles, niños y mujeres, desde los incidentes de Khan el-Assal, de la Ghouta et de Khan Cheikhun son los mismos que persiguen objetivos a penas disimulados, que son perjudicar al Ejército Árabe Sirio y ejercer presión sobre Siria y sus aliados en la guerra que está librando contra el terrorismo que perpetran esos grupos.
El empleo de armas químicas es, por consiguiente, una estrategia a la que recurren las fuerzas militares cuando son blanco de un ataque masivo y no logran avances, no cuando avanzan y registran importantes victorias de forma sucesiva. La República Árabe Siria piensa que el señor Mulet tendría que tratar de responder a esa pregunta y determinar quién se beneficia con el uso de armas químicas contra civiles en Siria, lo cual le permitiría, así como a los expertos e investigadores, tener en su mente una imagen más clara y darse cuenta de que, al igual que ellos, se equivoca totalmente.
VII. Sobre la respuesta del señor Mulet a la pregunta 8: El señor Mulet sigue sin ser capaz de proporcionar una explicación sobre la decisión tomada por el Mecanismo de Investigación Conjunto de no ir al lugar del incidente de Khan Cheikhun, o sea al «lugar del crimen», y sigue defendiendo débilmente la posibilidad de hacer una investigación imparcial y exhaustiva desde lejos.
El Departamento de Seguridad de la ONU [UN Department of Safety and Security] confirmó que esa visita podía efectuarse. Resultó que un tal Riyad Hijab había contactado la Misión de Comprobacion de los Hechos y el Mecanismo de Investigación Conjunto para garantizar un acceso seguro a la localidad de Khan Cheikhun y declaró que el equipo del Mecanismo podía visitar los lugares del incidente, partiendo de que se pudiera obtener el consentimiento de los grupos terroristas armados a través de las entidades y de los gobiernos que los apoyan. Es por tanto lógico suponer que, más que obstaculizarlo, es interés de esos grupos terroristas facilitar el acceso del Mecanismo de Investigación Conjunto al lugar.
Este sospechoso asunto suscita cierto número de interrogantes en cuanto al comportamiento y el método de trabajo del equipo del Mecanismo de Investigación Conjunto. Las respuestas son sin embargo évidentes. El Mecanismo no obtuvo la luz verde para ir a Khan Cheikhun porque esa visita habría revelado la verdad e invalidado las pruebas totalmente inventadas y los falsos testimonios que sirven de base al séptimo informe del Mecanismo. [La visita] habría desenmascarado a los grupos terroristas armados que utilizan armas químicas en Siria y a los gobiernos y actores externos que les dan órdenes, los respaldan y les entregan armas químicas.
VIII. Sobre la respuesta del señor Mulet a la pregunta 9: El señor Mulet insiste en decir que el objetivo de la visita del equipo de expertos del Mecanismo de Investigación Conjunto a la base área de Sheirat no era recoger muestras, lo cual plantea nuevamente la cuestión de saber por qué no era ese el objetivo, dado que la aviación de guerra de Estados Unidos había atacado esa base aérea pretextando que había sido el punto de partida del presunto ataque con armas químicas contra Khan Cheikhun.
La respuesta es, simplemente, que el Mecanismo de Investigación Conjunto no hubiese podido recoger muestras en esa base aérea sin exponer el carácter falso de las alegaciones de Estados Unidos, que llevaron al ataque contra la base aérea. Todo análisis de las muestras hubiese demostrado la ausencia de vestigios de sarín o de otras sustancias químicas tóxicas.
Lo segundo es saber por qué Estados Unidos no entregó al Mecanismo de Investigación Conjunto datos e informaciones sobre dónde se hallaba el gas sarín en la base aérea de Sheirat, dado que la había atacado con el pretexto de que allí había sarín. La respuesta, probablemente, es que Estados Unidos sabía que no había sarín en la base aérea de Sheirat.
IX. Sobre la respuesta del señor Mulet a la pregunta 10: El señor Mulet claramente trata de manipular la verdad y de soslayar las comprobaciones del Comité Nacional sirio sobre el incidente de Khan Cheïkhoun, comité cuyo informe le fue entregado el 16 de agosto de 2017. Quiere remontarse al año 2016 y exigir que se le comunique lo comprobado en la investigación nacional realizada sobre incidentes anteriores al de Khan Cheikhun, a pesar de que durante su propia visita en Siria, nunca mencionó la necesidad de que se le entregaran los resultados de las investigaciones anteriores en sus entrevistas con los responsables políticos, militares y técnicos sirios. Al contrario, sus colegas y él se felicitaron constantemente por la cooperación que la República Árabe Siria había mostrado hacia el Mecanismo. El señor Mulet sabe por consiguiente que la referencia a la ausencia de comunicación de las conclusiones de la investigación nacional, sea cual sea el contexto evocado en el informe, da a entender que el Gobierno sirio no había comunicado el resultado de sus investigaciones sobre las preguntas y el examen en el informe.
X. Sobre la respuesta del señor Mulet a la pregunta 11: La respuesta a esta pregunta se parece a todas las demás y constituye, por parte del señor Mulet, un intento de ocultar la falta de credibilidad y de profesionalismo del séptimo informe, así como la politización de los trabajos del Mecanismo. Está claro que la tarea asignada al Jefe del Mecanismo de Investigación Conjunto y a su equipo no era tratar de hallar la verdad sino acusar al Gobierno sirio. Aunque la República Árabe Siria y otros Estados, en particular la Federación Rusa, habían expresado esa preocupación, nadie había previsto que el equipo del Mecanismo se atrevería, sin que existiesen pruebas, a llegar lanzar contra Siria acusaciones infundadas. Incluso antes de la publicación del séptimo informe, varios miembros del Consejo de Seguridad habían dicho estar firmemente convencidos de que el señor Mulet no sería capaz de llegar a resultados convincentes.
Para recapitular, el señor Mulet y su Mecanismo se negaron a ir a Khan Cheikhun e incluso a recoger muestras en la base aérea de Sheirat y se basaron en pruebas, informaciones e hipótesis presentadas por los servicios de inteligencia de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Turquía. Se fiaron de testimonios falsos y elementos de prueba enteramente inventados por el Frente al-Nusra y se dejaron convencer, erróneamente, por el sistema de alerta supervisado por los «Cascos Blancos», que operan bajo la protección del Frente al-Nusra, y finalmente se cocinaron su propio método de investigación criminal y científica, basado en todo menos en el profesionalismo, la credibilidad y las reglas y normas en vigor en materia de cadena de trazabilidad de los elementos de prueba.
La presenta carta apunta fundamentalmente a refutar las informaciones erróneas que el Jefe del Mecanismo de Investigación Conjunto, hoy disuelto, propala ante la ONU, la comunidad internacional y el Consejo de Seguridad. Reafirmando, con total credibilidad y confianza, que no posee armas químicas de ningún tipo, la República Árabe Siria demanda a los Estados Miembros de la ONU y a los miembros del Consejo de Seguridad que todavía consideran importante el espíritu y la letra de la Carta de las Naciones Unidas que hagan fracasar todo intento de provocar una catástrofe aún mayor, como la que cometió Estados Unidos contra Irak, sobre la base de alegaciones similares, que ha manchado el historial de nuestra Organización y la historia de las relaciones internacionales.
Le agradecería que tenga a bien distribuir el texto de la presente carta como documento del Consejo de Seguridad.
Manténgase en contacto
Síganos en las redes sociales
Subscribe to weekly newsletter