El domingo 11 de junio de 2018, aviones de combate de la coalición internacional ilegítima encabezada por los Estados Unidos de América cometieron un nuevo crimen contra civiles inocentes en un campamento de refugiados iraquíes en Siria. Concretamente, bombardearon de forma intencionada una escuela en la aldea de Juwaybira, al sudeste de Al-Shaddadi (provincia de Al-Hasaka), lo que causó una masacre que se cobró la vida de 18 civiles, en su mayoría mujeres y niños iraquíes que se hallaban en el lugar. El martes 12 de junio de 2018, la coalición ilegítima bombardeó las viviendas de civiles pacíficos en la aldea de Tell al-Shayir, en la campiña de Al-Hasaka sudoriental, lo que causó la muerte de 12 civiles de la misma familia.
El verdadero rostro criminal de esa coalición se ha vuelto grotescamente claro ante todos los pueblos del mundo. Han caído las máscaras con las que trataba de ocultar los ataques aéreos injustificados contra civiles inocentes (mujeres, niños y refugiados) que huyeron del terrorismo de Dáesh solo para encontrarse con la brutalidad cruel de los aviones de los Estados Unidos.
La coalición sigue cometiendo crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad contra el pueblo sirio. Sigue apoyando el terrorismo y utilizando a los terroristas y a las milicias separatistas para lograr sus objetivos, mientras que las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad descuidan su deber de hacer cumplir el derecho internacional y los principios de la Carta de las Naciones Unidas y de poner fin a las acciones y los planes de esa coalición, cuyo objetivo es socavar la soberanía y la integridad territorial de la República Árabe Siria y prolongar la crisis en el país.
La República Árabe Siria exhorta una vez más al Consejo de Seguridad a que asuma sus responsabilidades, preserve la paz y la seguridad internacionales, condene esas matanzas y adopte medidas inmediatas para ponerles fin e impedir que se repitan, así como a que cese la presencia hostil e ilegal en territorio sirio de las fuerzas de los Estados Unidos y de otras fuerzas extranjeras y evite que se cumplan sus planes, que consisten en apoyar el terrorismo, socavar la seguridad y la estabilidad de la República Árabe Siria y prolongar la crisis en el país. Las declaraciones formuladas ante el Consejo de Seguridad por la delegación de los Estados Unidos y las delegaciones de otros miembros de esa coalición despreciable, en las que aludieron a la protección de los civiles en los conflictos armados, los derechos de los refugiados, el respeto del derecho internacional humanitario y el respeto de la integridad territorial de Siria y de su pueblo no son, por milésima vez, sino palabras vacías que contradicen las acciones que esos Estados perpetran sobre el terreno. Los desafiamos a que prueben lo contrario.
Le agradecería que tuviera a bien hacer distribuir la presente carta como documento del Consejo de Seguridad.
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