Durante las ceremonias organizadas en París el 11 de noviembre de 2018 para conmemorar el fin de la Primera Guerra Mundial, el protocolo de la presidencia de Francia excluyó de la tribuna presidencial al presidente de Serbia mientras que el presidente de Kosovo –que ni siquiera existía como Estado en aquella época– sí estuvo en dicha tribuna, junto al presidente francés Emmanuel Macron.
Pero la Historia nos dice que fue precisamente en defensa de Serbia que Francia entró en la Primera Guerra Mundial.
Serbia perdió el 25% de su población en la Primera Guerra Mundial. Los soldados serbios y los franceses lucharon juntos en el frente de Oriente y sus restos están enterrados, igualmente juntos, en cementerios de Tesalónica (Salónica, la segunda ciudad de Grecia), Monastir (ciudad que hoy se denomina Bitola, en la República ex yugoslava de Macedonia), Skopie (capital de la República ex yugoslava de Macedonia) y en Belgrado (la capital serbia).
Entre Francia y Serbia existe una larga tradición de amistad, que tuvo gran peso en el respaldo francés durante las guerras de la OTAN contra Yugoslavia. El comandante francés Pierre Bunel, recibió secretamente del presidente Jacques Chirac la misión de entregar a un coronel yugoslavo, en Bruselas, los planes de bombardeo adoptados por la OTAN. En Bélgica, la OTAN arrestó al comandante Bunel por espionaje. El militar francés fue juzgado en Francia y solemnemente condenado… pero fue discretamente liberado meses después y Serbia lo condecoró en 2013 [1].
Alexander Vucic, electo presidente de Serbia en la primera vuelta de la elección de 2017, fue ministro de Slobodan Milosevic y dirigente del Partido Radical serbio. Hoy es partidario de la disminución de tensiones con Kosovo y de la integración de Serbia a la Unión Europea.
Hace un año que Francia y Serbia venían organizando numerosas conmemoraciones comunes, hasta que tuvo lugar la ceremonia del 11 de noviembre de 2018, que ha resultado ser una demostración de la actitud revisionista de la OTAN sobre la historia.
Ante las evidentes muestras de disgusto que pudo comprobar en Serbia, el embajador de Francia en Belgrado, Frederic Mondolini, presentó las excusas de su país al presidente Vucic.
Manténgase en contacto
Síganos en las redes sociales
Subscribe to weekly newsletter