El 12 de enero de 2019, miembros de las fuerzas especiales de Estados Unidos entrenan el ‎‎4º regimiento italiano de paracaidistas Ranger. ‎

Todavía no es oficial pero ya se habla del asunto: a partir de octubre podrá verse la bandera de ‎Italia flotando sobre Camp Darby. ¿Estados Unidos va a cerrar su mayor arsenal fuera del ‎territorio estadounidense? ¿Devolverá a Italia las alrededor de 1 000 hectáreas de territorio ‎italiano que ocupa entre Pisa y Livorno? ‎

Claro que no. Estados Unidos no está cerrando Camp Darby. Sólo está reestructurando su base ‎militar para reforzar sus enlaces con el puerto de Livorno y con el aeropuerto de Pisa. ‎

En esa reestructuración quedaba libre una pequeña parte del área de recreo, 34 hectáreas ‎a penas algo más del 3% del área total que ocupa la base estadounidense. Ese es el pequeño ‎espacio que las fuerzas de Estados Unidos estacionadas en Europa han decidido restituir a Italia, ‎más exactamente al ministerio italiano de Defensa, para que este le dé el mejor uso posible. ‎Así que se ha estipulado un acuerdo que prevé trasladar a esa área el Mando de las fuerzas ‎especiales de ejército italiano (COMFOSE), que actualmente se encuentra en el Cuartel Gamerra, ‎de Pisa, sede del Centro de Entrenamiento de Paracaidistas.

Las fuerzas especiales son cada vez más utilizadas ya que se dedican a la preparación y ‎realización de operaciones secretas: se infiltran de noche en territorio enemigo, descubren el ‎emplazamiento de los objetivos que deben ser liquidados y los eliminan en acciones rápidas, con ‎desembarcos de paracaidistas desde aviones o helicópteros, para retirarse inmediatamente ‎sin dejar a su paso otra cosa que muertos y destrucción. ‎

Italia, que había utilizado esas fuerzas principalmente en Afganistán, dio un paso decisivo para ‎fortalecerlas en 2014, cuando puso en funcionamiento el COMFOSE, que reúne bajo un mando ‎unificado un total de 4 regimientos: el 9º regimiento de asalto (Col Moschin), el 185º regimiento de ‎ubicación de objetivos (Folgore), el 28º regimiento de comunicaciones (Pavia) y el 4º regimiento ‎de paracaidistas (Ranger). ‎

En la ceremonia de inauguración realizada en 2014 se anunció que el COMFOSE mantendría un ‎‎«enlace permanente con el US Army Special Operations Command» (el Mando de Operaciones ‎Especiales del Ejército de Estados Unidos), que es el más importante de los mandos estadounidenses ‎de operaciones especiales, con unos 30 000 especialistas desplegados, principalmente en el Medio ‎Oriente. ‎

Según precisó el año pasado el coronel Erik Berdy, comandante del US Army Italy (el Ejército de ‎Estados Unidos en Italia), en Camp Darby ya se desarrollan entrenamientos conjuntos de ‎militares estadounidenses e italianos. El traslado del mando de las fuerzas especiales italianas a ‎un área que pertenecerá formalmente a Italia dentro de la base estadounidense de Camp Darby ‎permitirá integrar por completo esa fuerza italiana a las fuerzas de Estados Unidos… y utilizarla ‎en operaciones secretas bajo las órdenes de militares estadounidenses, todo eso bajo el sello del ‎secreto militar. ‎

Eso hace muy difícil que no venga a nuestra mente el historial de Camp Darby en materia de ‎operaciones secretas. Las investigaciones de los jueces italianos Casson y Mastelloni revelaron ‎que esa base militar de Estados Unidos en Italia fue, a partir de los años 1960, el centro de la ‎red golpista conformada por la CIA estadounidense y por el SIFAR (Servicio de Inteligencia de la ‎Fuerza Armada) italiano en el marco del plan secreto conocido como Gladio [1]. El juez Ferdinando Imposimato, presidente honorario de la Corte Suprema de ‎Casación, escribía que los explosivos utilizados en los atentados de la Piazza Fontana [en 1969], ‎Capaci [mayo de 1992] y Via d’Amelio [julio de 1992] salieron de las bases ‎Estados Unidos/OTAN. En esas bases, señala, ‎«se reunían terroristas de extrema derecha, ‎oficiales de la OTAN, políticos italianos y francmasones la víspera de los atentados»‎‏. ‏

Pero en el parlamento italiano y en las colectividades locales, nadie se preocupa por las ‎implicaciones del traslado de las fuerzas especiales italianas, que de hecho estarán en la base ‎estadounidense de Camp Darby y bajo el mando de Estados Unidos. ‎

Las autoridades municipales de Pisa y Livorno, ciudades actualmente gobernadas por el Partido ‎Democrático, la Liga del Norte y el Movimiento 5 Estrellas, han seguido promoviendo, al igual ‎que las autoridades de la región de Toscana, «la integración de la base militar estadounidense de ‎Camp Darby con la comunidad a su alrededor». ‎

Hace varios días se decidió integrar los sitios web de las administraciones locales a los de ‎Camp Darby. La red de Camp Darby se extiende cada vez más sobre el territorio. ‎

Fuente
Il Manifesto (Italia)

Traducido al español por la Red Voltaire a partir de la versión al francés de Marie-Ange Patrizio ‎

[1«La guerra secreta ‎en Italia» [www.voltairenet.org/article164307.html], por Daniel Ganser, Red Voltaire, 2 de ‎marzo de 2010.