La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) acaba de ordenar a su personal en Irak la suspensión inmediata de todas sus actividades en ese país.
La alianza atlántica teme que su personal en Irak sea objeto de represalias a raíz del asesinato del general iraní Qassem Suleimani y de varios responsables de las Unidades de Movilización Popular de Irak, acción perpetrada el 3 de enero en Bagdad por el ejército de Estados Unidos.
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