Según la Voz de América, la radio de Estados Unidos para el exterior, la administración Biden ha decidido construir una nueva base militar en suelo sirio ocupado [1].
El 6 de febrero de 2021, un convoy de unos 50 camiones llegó a la región siria de Hassaké con material para iniciar la construcción de una base militar estadounidense en suelo sirio.
Durante la administración Trump, la Casa Blanca ordenó, en 3 ocasiones diferentes, la retirada de todas las fuerzas militares estadounidenses presentes en Siria, país cuyo gobierno nunca autorizó la presencia de soldados de Estados Unidos en territorio sirio.
Sin embargo, con la complicidad del enviado especial del presidente estadounidense para Siria [2], el Pentágono y la CIA pidieron prórrogas de los plazos establecidos por el presidente Trump y afirmaron que era necesario mantener soldados estadounidenses en Siria para impedir un eventual regreso de los yihadistas del Emirato Islámico (Daesh, también designado como ISIS o Estado Islámico).
En realidad, los mercenarios kurdos explotan yacimientos sirios de petróleo junto a una firma estadounidense y las ganancias se reparten entre los ya mencionados mercenarios y la CIA, que alimenta así sus fondos secretos, lo cual le permite financiar operaciones secretas en otras regiones del mundo sin control del Congreso.
En este momento, la administración Biden está reforzando la presencia militar ilegal de Estados Unidos en Siria, en violación del derecho internacional y de varias resoluciones de la ONU.
De esa manera, la administración Biden pretende presionar a Rusia y a los Guardianes de la Revolución iraníes y retomar la aplicación de la estrategia Rumsfeld/Cebrowski [3], que dio inicio a las guerras sin fin desatadas en el Medio Oriente ampliado por los presidentes George Bush hijo y Barack Obama, guerras interrumpidas únicamente por la administración Trump.
El nuevo secretario de Defensa, el general Lloyd Austin, ya había supervisado todas las guerras estadounidenses en el Medio Oriente ampliado –incluyendo la guerra contra Siria– hacia el final de la presidencia de Barack Obama. Fue precisamente el general Austin quien creó y organizó un programa de 500 millones de dólares para entrenar supuestos «rebeldes moderados» sirios.
En definitiva, Estados Unidos nunca encontró en Siria tales «rebeldes moderados» y el general Austin tuvo que confesar al Senado estadounidense que su programa de 500 millones de dólares sirvió para entrenar «4 o 5» individuos.
[1] “US Forces Reportedly Building New Base in Northeast Syria”, Sirwan Kajjo, Voice of America, 9 de febrero de 2021.
[2] «El enviado especial para Siria mintió al presidente Trump durante 2 años», Red Voltaire, 16 de noviembre de 2020.
[3] «El proyecto militar de Estados Unidos para el mundo», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 22 de agosto de 2017.
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