La quiebra de la empresa JSC Spetsremont ha puesto en crisis el complejo militaro-industrial ruso.
Concretamente, varias unidades tendrían que cerrar sus puertas a corto plazo. En ese caso se encuentran:
– la 50ª unidad de reparación de vehículos automotores, en Rostov del Don;
– la 258ª unidad de reparación de equipos de llenado y transporte, en Bataysk;
– la 751ª unidad de reparación, en Rostov, región de Yaroslavl;
– la 5ª unidad de reparación de vehículos automotores, en Ekaterimburgo;
– la 88ª unidad central de reparación de automotores, en Chita;
– la 15ª unidad central de reparación de automotores, en Novosibirsk;
– la 172ª unidad de reparación de automotores, en Voronezh;
– la 9ª unidad de reparación de automotores y de blindaje de cerámica, en Saratov y Engels;
– la 487ª unidad de reparación de automotores, en la República de Baskortostán;
– la 81ª base central de ingeniería, en la región de Yaroslavl;
– la 1ª oficina de diseño, en Moscú;
– la 85ª unidad de reparación, en Bryansk
– y la 261ª unidad de reparación, en Novgorod.
Entre los oficiales rusos abundan los comentarios sobre la corrupción reinante en esas unidades y sobre las dificultades que esa corrupción implica a la hora de garantizar el mantenimiento de los vehículos militares.
Fue esa situación lo que dio lugar a la destitución, anunciada el 24 de septiembre, del general Dimitri Bulgakov, quien estaba a cargo de la logística en el ministerio de Defensa.
Los oficiales rusos vinculados a ese campo estiman que es posible resolver rápidamente el problema de la logística, aunque precisan que hay poco tiempo para concretar las posibles soluciones.
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