Veinte años después de haber creído –en el momento de la disolución de la URSS– que ya dominaba el mundo, Estados Unidos no logra hoy imponer nuevas guerras en el Medio Oriente, donde China logra que se firmen acuerdos de paz. Así que Estados Unidos y su “socio privilegiado”, Reino Unido, se vuelven hacia Oceanía, donde el primer ministro australiano Albanese acaba de plegarse a lo que sus predecesores rechazaron en tiempos de la guerra de Vietnam. Parece que Washington y Londres todavía pueden contar con algunos ingenuos.
• Hace 20 años, el 20 de marzo de 2003, Estados Unidos y la “coalición internacional” bajo su mando atacaban e invadían Irak, país al que acusaban de tener «armas de destrucción masiva» basándose en «pruebas» que al final resultaron ser falsas. Obligado por la administración Bush hijo a presentarse en persona ante el Consejo de Seguridad de la`ONU esgrimiendo la supuesta “prueba”, el entonces secretario de Estado Colin Powell calificaría años después su discurso de 2003 ante ese órgano de las Naciones Unidas como una «tarea».
El 20 de marzo de 2003, el presidente George Bush hijo anunciaba:
«Por orden mía, las fuerzas de la coalición han comenzado a atacar objetivos selectivos para socavar la capacidad de guerra de Saddam Hussein (…) Más de 35 países están aportando un apoyo crucial (…) al despliegue de unidades de combate. Cada nación de esta coalición ha decidido asumir la responsabilidad y compartir el honor de servir en nuestra defensa común.»
En esa coalición, bajo las órdenes de Estados Unidos, había 30 000 soldados italianos, que contribuían así la guerra que costaría la vida a más de un millón de iraquíes. En esa guerra y en la que ya había iniciado en Afganistán, en 2001, Washington desembolsaría más de 14 000 millones de dólares. El objetivo estratégico de Estados Unidos era controlar no sólo Irak sino todo el Medio Oriente.
• En marzo de 2023, «El acuerdo entre Irán y Arabia Saudita bajo la égida de China dibuja un nuevo Medio Oriente», según el Wall Street Journal. Y el New York Times escribe:
«El acuerdo entre los rivales regionales pone de relieve la creciente importancia económica y política de China en el Medio Oriente y la decadencia de la influencia estadounidense.»
Incapaces de impedir su «decadencia» con herramientas políticas y económicas, Estados Unidos y sus aliados recurren cada vez más frecuentemente a los medios militares. En ese marco se inscribe el «fundamental acuerdo con Australia y Reino Unido» anunciado por el presidente estadounidense Joe Biden.
Ese acuerdo prevé la creación de una nueva flota de submarinos nucleares de ataque con la participación de Estados Unidos, Reino Unido y Australia. De hecho, Australia se convertirá así en la décima potencia nuclear del mundo y se le asigna la misión de tener a China en el colimador.
La nueva flota nuclear de ataque anunciada por Biden operaría en el Mar de China Meridional y en el Pacífico, pero también extendería su actividad a las aguas del Atlántico, apuntando hacia Rusia.
Este artículo resume brevemente la revista de prensa internacional Grandangolo transmitida el 17 de marzo de 2023 por el canal italiano de televisión 262 Byoblu.
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