El nuevo ministro de Exteriores de Irán y ex negociador del llamado acuerdo 5+1 sobre el programa nuclear iraní (JCPoA), Abbas Araghchi (ver foto), presentó ante las cámaras de la televisión nacional las líneas generales de la política exterior del gobierno del presidente Massud Pezeshkian.

Irán mantendrá su apoyo al Eje de la Resistencia –o sea, a todos los grupos chiitas del Medio Oriente que coordinan sus acciones con la República Islámica– y a Siria. Mantendrá igualmente sus asociaciones con China y Rusia, pero se mostrará más abierto a todas las potencias que deseen acercarse a la República Islámica, principalmente a la Unión Europea, que podría incluso convertirse en un interlocutor prioritario si se decide a abandonar las medidas coercitivas unilaterales –las mal llamadas “sanciones”– que en su momento adoptó contra la nación persa.

El ministro nuevo iraní de Exteriores explicó:
«Nuestra política exterior será global, activa e influyente. Hemos definido 3 misiones para nuestra política exterior. La primera es garantizar nuestros intereses nacionales. La segunda es fortalecer nuestra fuerza nacional y nuestra seguridad. La tercera es elevar nuestra dignidad nacional y la posición de la República Islámica de Irán entre las naciones del mundo (…) No tratamos de resolver la animosidad y las tensiones con Estados Unidos ya que la mayor parte de esa animosidad y de esas tensiones se basan en diferencias fundamentales en nuestras perspectivas. Fundamentalmente, de nada sirve tratar de hacerlo. Debemos lidiar con esa animosidad y esas tensiones. Los iraníes no tienen por qué pagar esa animosidad. Nuestra política exterior tendría que esforzarse en reducir el precio que estamos pagando por esa animosidad. Nuestra posición en cuanto a la resistencia no cambiará. Es parte de nuestros ideales y fruto de nuestra creencia y de nuestra doctrina. Nuestro apoyo a todos los grupos y a todos los países del Eje de la Resistencia constituye un principio inquebrantable y mantendremos ciertamente esas políticas fundamentales.»

El Guía de la Revolución, el ayatola Alí Khamenei, comentó los anuncios del nuevo ministro de Exteriores señalando que no hay nada malo en tratar de conversar con el enemigo, pero resaltó que tampoco hay que confiar en el enemigo.

El parlamente iraní aprobó la composición del nuevo gobierno en un clima de compromiso y de búsqueda de consenso.

☞ El nuevo ministro iraní de Exteriores, Abbas Araghchi, fue miembro del cuerpo de Guardianes de la Revolución. Se sabe que es un hombre muy leal al Guía Supremo, el ayatola Alí Khamenei, a quien rendía cuentas de cada una de las etapas de las negociaciones internacionales a través del intermediario Alí Akbar Velayati, exponiéndose incluso a tener problemas con su superior inmediato, Said Jalili. Sociológicamente, Abbas Araghchi es una figura muy representativa de la burguesía prooccidental y su familia posee una importante empresa de exportación de tapices. En el acuerdo JCPoA había incluido la liberalización de las ventas de tapices persas, lo cual benefició directamente a su familia.

Este artículo es el editorial del número 97 de nuestro boletín Voltaire, Actualidad Internacional.
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