Pese a las protestas populares y a las reticencias de otros gobiernos, el Gobierno de los Estados Unidos está irrevocablemente decidido a agredir a Irak y ha entrado en la etapa de los últimos preparativos. Y muy probablemente lo hará con o sin el aval del Consejo de Seguridad. El Consejo de Seguridad, si da su aval, invocará una vez más el Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, es decir la existencia de amenazas a la paz y la necesidad de restablecer la seguridad internacional.
Pese a las protestas populares y a las reticencias de otros gobiernos, el Gobierno de los Estados Unidos está irrevocablemente decidido a agredir a Irak y ha entrado en la etapa de los últimos preparativos. Y muy probablemente lo hará con o sin el aval del Consejo de Seguridad. El Consejo de Seguridad, si da su aval, invocará una vez más el Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, es decir la existencia de amenazas a la paz y la necesidad de restablecer la seguridad internacional.
Es obvio que en este momento Irak no representa una amenaza para la paz y para la seguridad internacionales y también son obvias las razones por las cuales Estados Unidos se propone atacar : apoderarse del petróleo de Irak , implantarse más sólidamente en la región y tratar de reanimar con una guerra su situación económica interna, actualmente estancada con tendencia a la recesión.
Sin embargo, Estados Unidos se presenta como el guardián de la paz, de la democracia y de la seguridad del planeta.
Veamos cuál es la realidad:
1) Estados Unidos, siempre con "buenos" pretextos, en poco más de diez años ha emprendido o encabezado cuatro guerras de agresión: contra Panamá , contra Irak, contra Yugoslavia y contra Afganistán,
2) Actualmente tiene bases militares y/o unidades militares prácticamente en todas las regiones del planeta,
3) Ha promovido y continúa promoviendo actividades terroristas y golpes de Estado en diversos países, incluidos países europeos. Entre estos últimos el caso más flagrante es Italia en los años 70 (masacre de Piazza Fontana en Milán, etc.),
4) El dinero destinado a financiar las actividades terroristas sigue intacto (10 millones de dólares congelados hasta ahora sobre mil millones que se estima habría que bloquear en los circuitos financieros "off shore") pese a las decisiones adoptadas hace un año por el Consejo de Seguridad. El diario económico francés "La Tribune" decía el 11/09/02: "Los paraísos financieros están intactos, el dinero de los terroristas también". Se estima en 5 mil millones de dólares el dinero colocado en los paraísos financieros. "Cinco veces más que el dinero de la droga. Los que trampean al fisco, los corruptos y los corruptores y sobre todo las empresas multinacionales que han constituido enormes cajas negras comparten los 4 mil millones restantes" (el mismo diario "La Tribune"). El dinero sucio es sagrado, los derechos humanos no lo son.
5) Estados Unidos no ha adherido a varios de los principales instrumentos internacionales en materia de derechos humanos: al Pacto de derechos económicos, sociales y culturales, a los principales convenios de la Organización Internacional del Trabajo, entre ellos los relativos a la libertad sindical y al derecho a la negociación colectiva, a la Convención sobre los derechos del niño, a la Convención sobre la discriminación contra la mujer, a la Convención sobre la trata de seres humanos y la explotación de la prostitución ajena, etc. Y cuando lo ha hecho, como es el caso del Pacto de Derechos Civiles y políticos, ha formulado 17 reservas, entre otras no aceptando la prohibición de condenar a muerte a menores de edad y, en nombre de la libertad de expresión, ha rechazado la prohibición de la propaganda de guerra y la incitación al odio nacional, racial o religioso, contenidas en dicho Pacto. Ha rehusado adherir a muchos otros convenios o tratados internacionales: Corte Penal Internacional, control de armas bacteriológicas, control de prisiones, protocolo de Kioto, prohibición de minas antipersonal, etc.
6) Dirige las políticas del Fondo Monetario Internacional, responsable de situaciones económicas y financieras que afectan gravemente las condiciones de vida de buena parte de la humanidad;
7) A través del cuasi monopolio mundial de los medios de comunicación y de los entretenimientos (series televisivas, films, disneylandias, etc.) que ejercen sociedades transnacionales estadounidenses y a través de los periodistas, "filósofos" y "politólogos" a su servicio, practica un lavado de cerebro permanente de la opinión pública mundial, buena parte de la cual adhiere al mensaje ideológico, político y cultural de la superpotencia.
8) En el plano interno, el actual equipo dirigente de la Casa Blanca representa puntualmente los intereses más belicistas de la economía de Estados Unidos: el petróleo y la industria de armamentos, pero NO REPRESENTA AL PUEBLO DE LOS ESTADOS UNIDOS, NI SIQUIERA FORMALMENTE, PUES BUSH GANÓ LAS ELECCIONES MEDIANTE EL FRAUDE.
Esto lo explica detalladamente Michael Moore en las 25 páginas de la Introducción (Un putsch à l’américaine) de su libro "Mike contre-attaque!", edición francesa La Decouverte, setiembre 2002, edición original en inglés "Stupid White Men", Regan Books, Harper Collins, New York 2001. Lectura indispensable. También hay que ver absolutamente el film de Moore "Bowling for Columbine".
Después del 11 de setiembre de 2001 las garantías para la libertad personal y el derecho de defensa en juicio han sido gravemente cercenados: hay varios centenares de personas encarceladas sin proceso y sin derecho a los servicios de un abogado. El paradero de muchos de esas personas se desconoce. Por orden presidencial se han creado tribunales militares secretos que pueden funcionar en cualquier parte del mundo sin control alguno.
9) La tan admirada pujanza de la economía estadounidense y el relativo bienestar de una parte de su población (aunque un alto porcentaje de ella vive igual o peor que en los países más pobres del tercer mundo) se debe en buena medida a que los Estados Unidos viven por encima de sus medios y aprovechan del trabajo y el ahorro del resto del mundo.
Vale la pena citar una fuente insospechable, como es un artículo de Ronald Mc Kinnon, profesor titular en el Departamento de Ciencias Económicas de la Universidad de Stanford, publicado en junio de 2001 en el boletín trimestral Finanzas y Desarrollo, del Fondo Monetario Internacional.
Dice el profesor Mc Kinnon que desde hace más de veinte años, los Estados Unidos recurren ampliamente a las reservas limitadas del ahorro mundial para sostener su alto nivel de consumo. Es así como Estados Unidos, que era acreedor del resto del mundo a comienzos de 1980, se ha convertido en el más grande deudor mundial: unos 2 billones 300 mil millones de dólares en el año 2000. Con todo, el dólar sigue siendo fuerte y los Estados Unidos se encuentran en una situación única que consiste en que disponen de una línea de crédito prácticamente ilimitada, en gran parte en dólares, frente al resto del mundo. En consecuencia, los Bancos y otras instituciones financieras de los Estados Unidos están relativamente al abrigo de los riesgos de las tasas de cambio... En cambio, otros países deudores deben acomodarse a las disparidades de las monedas: los pasivos internacionales de sus Bancos y de otras empresas son en dólares y sus activos en moneda nacional. A continuación el profesor Mc Kinnon explica brevemente en su artículo los mecanismos financieros, a partir de los acuerdos de Bretton Woods, que llevaron al dólar a convertirse en moneda internacional, en una especie de "patrón-dólar" mundial.
Desde hace decenios los Estados Unidos aprovecha de lo que se llama la "transferencia inversa de tecnología": científicos, investigadores y profesionales latinoamericanos, asiáticos, europeos y ahora rusos y de otros países del Este de Europa, formados en sus respectivos países, emigran a los Estados Unidos, que aprovecha de sus conocimientos sin haber invertido un sólo centavo en su formación.
En cuanto al posible aval del Consejo de Seguridad para la agresión a Irak, es preciso tener en cuenta lo siguiente:
1) El Consejo de Seguridad NUNCA adoptó medidas coercitivas contra dictaduras o países agresores amigos de las grandes potencias. Aparte del caso actual y notorio de Israel, que desde hace 40 años se burla abiertamente de las decisiones del mismo Consejo de Seguridad referidas a Palestina, baste recordar que el Consejo de Seguridad se abstuvo de darle carácter obligatorio (invocando el Capítulo VII de la Carta) a las decisiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas contra el régimen de "apartheid" de África del Sud.
Por cierto que el Consejo no adoptó decisión alguna cuando se trató de agresiones perpetradas por alguno de sus miembros permanentes: por ejemplo la Unión Soviética contra Afganistán, Rusia contra Chechenia y Estados Unidos contra la República Dominicana, Granada y Panamá. La denuncia de las víctimas panameñas o de sus familiares (el barrio popular Los Chorrillos completamente destruido y 2000 muertos civiles a causa de los bombardeos estadounidenses) está prácticamente estancada hace doce años en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
2) Además, el Consejo de Seguridad, desde el "putsch" que se produjo en su seno en 1991, carece de una base jurídica vigente y por lo tanto de legitimidad.
Cuando se desintegró la Unión Soviética ésta dejó un lugar vacío entre los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, lugar que ocupó Rusia de manera perfectamente ilegal. En efecto el 24 de diciembre de 1991, Boris Eltsine envió una carta al Secretario general de la ONU para informarle que Rusia tomaba el lugar de la Unión Soviética, con todos sus derechos y obligaciones, en el Consejo de Seguridad y en todos los otros organismos de las Naciones Unidas.
Fue un verdadero pustch en el seno de las Naciones Unidas, porque Rusia no podía ocupar el lugar de la URSS sin violar el artículo 4 de la Carta, sobre el procedimiento para hacerse miembro de las Naciones Unidas y sin violar la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas (A/C.1/212 de 11/10/47) que prohibe aplicar el principio de la sucesión de Estados a la condición de miembro de las Naciones Unidas.
El procedimiento correcto fue empleado en otras situaciones similares, por ejemplo después de la desintegración de la República Federativa de Yugoslavia y de la división de Checoslovaquia, los Estados sucesores pidieron su admisión a las Naciones Unidas y fueron admitidos por decisión de la Asamblea General.
En cambio, Rusia ocupó DE HECHO el lugar de la URSS, sin que la Asamblea General ni el Consejo de Seguridad se hubieran pronunciado al respecto. Sólo existe la carta de Eltsine al Secretario General como fundamento de la presencia de Rusia en el Consejo de Seguriodad como miembro permanente.
El vacío dejado por la URSS en el Consejo de Seguridad convertía en obsoleta la parte de la Carta de la ONU que establece el sistema de los CINCO miembros permanentes (que son los Estados enumerados en el art. 23 de la Carta , incluida la URSS) y el principio de unanimidad de los mismos en las votaciones importantes (llamado derecho de veto). La URSS inexistente no podía votar y la unanimidad de los cinco miembros permanentes resultaba imposible de lograr.
Correspondía entonces que la Asamblea General de las Naciones Unidas, teniendo en cuenta la nueva situación, procediera a la modificación de la Carta, especialmente del art. 23 y restableciera el principio de la igualdad soberana de todos los Estados Miembros, proclamado en el art. 2, párrafo 1 de la Carta, suprimiendo el estatuto de miembro permanente de los CUATRO Estados que quedaban con ese estatuto y los privilegios inherentes al mismo.
Era el momento histórico, político y jurídico de enterrar los acuerdos de Yalta, que repartieron el mundo entre cinco potencias, en particular entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, en detrimento de la soberanía y de la autodeterminación de los otros Estados del planeta.
No se hizo y desde entonces el Consejo de Seguridad actúa en la ilegalidad, como cualquier dictadura, pero a escala mundial, con el agravante de que la dictadura del Consejo de Seguridad es sólo una máscara de la dictadura mundial de los Estados Unidos.
3) El anuncio de los Estados Unidos de su intención de establecer un protectorado en Irak encabezado por un general estadounidense, puede interpretarse de dos maneras no excluyentes: a) se trata de otra forma de presionar a los otros miembros permanentes del Consejo de Seguridad para que voten la resolución que exige los Estados Unidos (si no lo hacen la superpotencia actuará sola, establecerá un protectorado en Irak y no les dará participación en la rapiña) ; b) tienen REALMENTE la intención de establecer un protectorado en Irak.
4) Esto puede llevar a que finalmente los miembros permanentes que son reticentes voten lo que quiere Estados Unidos o dejen pasar la resolución absteniéndose. Francia para no perder las migajas que le pueden tocar en el reparto, Rusia para seguir disfrutando en reciprocidad de la impunidad con que lleva a cabo su guerra de agresión en Chechenia y China por razones similares. Ya se sabe que el Gobierno británico es el lacayo incondicional de los Estados Unidos.
5) Poniéndose en la hipótesis de que las resoluciones del Consejo de Seguridad tienen alguna legitimidad , conviene señalar que el llamado derecho de veto es en realidad la regla de la UNANIMIDAD de los cinco miembros permanentes, como dice la Carta, y que la abstención de uno de ellos significa la NO APROBACIÓN LA RESOLUCION SOMETIDA A VOTACIÓN, PORQUE NO SE HA OBTENIDO LA UNANIMIDAD.
EN CONCLUSIÓN, la guerra de agresión contra Irak parece inevitable. Y esta guerra (que el Gobierno de los Estados Unidos llama preventiva) es no sólo un test para nuevas armas más sofisticadas sino un test para toda la humanidad: si la reacción de los pueblos no se manifiesta en forma masiva e inequívoca, la gente debe prepararse para nuevas guerras de agresión "preventivas" a un ritmo progresivamente acelerado, hasta que todo el planeta quede convertido en un protectorado de los Estados Unidos.
Lamentablemente las perspectivas parecen ser sombrías, porque el lavado de cerebro funciona bien y es difícil imaginar un "boycott" masivo a los servicios y productos estadounidenses, porque mucha gente los idolatra como símbolos de su propia realización, aunque sólo sea una modesta camiseta con la bandera de las barras y las estrellas. Y hasta puede ser que no les parezca mal la posibilidad de ver en carne y hueso en las calles de sus ciudades a los "marines" con sus armas y equipos supersofisticados, como los vieron infinidad de veces en las pantallas de televisión, derrotando a las "fuerzas del mal".
Pero lo que está en juego es suficientemente grave como para intentar de todos modos cambiar el curso de los acontecimientos. Para comenzar, más de 300.000 personas manifestando en Londres contra la guerra está bien. Diez mil personas en París es bien triste.
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