¿Qué pasa con el Reencuentro Nacional? ¿Se insolentó el cocalero? ¿Les dijo lero lero a los curas y al gobierno? ¿Será porque este gobierno es de frailes? ¿Será porque estos frailes aplican la ley de «a Dios rogando y por el culo dando»? Vamos por partes.
La iglesia se pone caprichosa con su documento para el Reencuentro Nacional. Nos la quiere encajar como las tablas de la ley. Lo malo, lo que no nos dicen, es que ese documento no ha sido redactado por el Tata, sino por una sarta de tata-curas del PNUD y otros Lazartes que quieren imponer la voluntad de ese otro supremo, ese gringo viracocha para el que diálogo significa yo propongo, dispongo y te la pongo.
Pero la iglesia insiste en que todos deben firmar su documento, su pacto de la alianza nueva y eterna. Es decir que la iglesia quiere que nos hagamos los cojudos y santifiquemos al Goni, le hagamos un altar y lo beatifiquemos para mayor gloria. ¿Qué pretenden los curas? ¿Que convirtamos la capitalización en un sacramento? ¿Que la venta del gas a Chile la interpretemos como una parabólica parábola? ¿Que interpretemos el tratado de impunidad con los milicos estadounidenses como una especie de «angel de la guarda, dulce compañía, no nos abandones ni de noche ni de día? Si seguimos así, pronto de las iglesias saldremos cantando «Santo, santo, santo, es el que nos reprime». Estos curas, con su famoso documento, más que monaguillos son monos con gilette. Facundo Cabral lo sabía y por eso preguntaba: «no sé por qué le llaman cura si es la misma enfermedad».
Dicen que Evo Morales quiere tener una conversación en la catedral con el Papa, para discutir con el dueño del circo el dichoso documento. Es en vano Evo, Maradona ya nos dijo que el Papa es un hijo de puta, un inmoral que vive rodeado de oro. ¿De qué pobreza se puede hablar con él? Además, tú mismo lo has dicho, el Papa, Bush, la iglesia, el Goni... todos están del mismo lado, es decir en contra de la gente.
Y si me preguntan a mí, sinceramente, los sumos pontífices, así como los multivitamínicos (esos que los sirven en vaso con tetas), siempre me han caído pesados. Así que, sumo cuidado con el pontífice. Estará viejo pero no ha perdido las mañas.
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