Un «paro cívico-vecinal indefinido y movilizado», decretado por la Federación de Juntas Vecinales (FEJUVE) de El Alto, que representa a casi un millón de ciudadanos que viven o radican en esta rebelde ciudad, se convirtió en una de las masacres urbanas más grandes en la etapa democrática de Bolivia, que lleva 21 años de frágiles avances.
Un «paro cívico-vecinal indefinido y movilizado», decretado por la Federación de Juntas Vecinales (FEJUVE) de El Alto, que representa a casi un millón de ciudadanos que viven o radican en esta rebelde ciudad, se convirtió en una de las masacres urbanas más grandes en la etapa democrática de Bolivia, que lleva 21 años de frágiles avances.
Pero ¿cómo ocurrió? esta sucesiva matanza de jóvenes, personas mayores y hasta niños alteños?
Miércoles 8 de octubre
Paro contundente
El primer día del paro cívico movilizado con bloqueo de calles, decretado por la Federación de Juntas Vecinales (FEJUVE), con el apoyo de la Central Obrera Regional (COR) y la Federación de Trabajadores Gremiales se cumple en un 95 por ciento.
Los vehículos de servicio público solo circulan de noche y de madrugada hasta las 8 de la mañana. El corte de tráfico y el cierre de mercados de abasto es evidente.
Grupos de vecinos y de dirigentes gremiales recorren todo el día los puestos de vendedores en el sector comercial de la Ceja para evitar que esos negocios trabajen. Se producen amagues de enfrentamientos y algunos comerciantes colocan alambre de pua para proteger sus propiedades.
Los principales enfrentamientos se producen en la Ceja, donde los estudiantes de la UPEA y algunos grupos de trabajadores, entre ellas mujeres de pollera, enfrentan a la Policía que gasifica toda la zona. Los trabajadores y vecinos encienden fogatas con llantas en varias esquinas.
Dos comunarios de Amachuma (cerca de Ventilla) son heridos con armas de fuego: Cristina Mamani (17 años, estudiante de secundaria) y Norberto Condori (22 años, estudiante de la UPEA). Los mineros de Huanuni, que se
suman a la protesta por la recuperaci?n de los hidrocarburos y que habían partido el lunes de Caracollo en una marcha, se acercan a El Alto.
Jueves 9 de octubre
Llegan los mineros y hay 2 muertos
El segundo día del paro vecinal alteño es contundente. Excepto de madrugada y con mucho riesgo de ser apedreados, no circulan vehículos públicos en El Alto. Nuevamente grupos de dirigentes gremiales recorren la Ceja para verificar que los comerciantes no abran sus negocios.
En los barrios es común ver llantas quemadas, cierre del tráfico con piedras, pedazos de chatarra de vehículos y todo objeto que pueda servir para el bloqueo. Cada zona es encargada de vigilar y grupos de dirigentes se instalan en estratégicas zonas como las avenidas 6 de marzo, Tawantinsuyo, Juan Pablo II, camino a Viacha y otras.
Los mineros comienzan a llegar en dos grupos. Una avanzada llegó temprano y se dirigió a la Universidad Pública de El Alto (UPEA). El segundo grupo, más numeroso (m?s de 500 personas) llega por la tarde a Ventilla (a 10 kilómetros de El Alto viniendo desde Oruro).
Allí se produce una primera refriega de los efectivos militares que disparan armas de guerra y ocasionan la muerte del minero José Luis Atahuichi Ramos (42) y del trabajador y estudiante Ramiro Vargas Astilla (22). La Asamblea de Derechos Humanos denuncia públicamente que Vargas recibió un disparo en la cabeza por parte de un hombre que se acercó montado en bicicleta, y disparó a quemarropa a muy pocos metros de la víctima.
En ese enfrentamiento se producen 14 heridos, muchos de ellos de bala. Los mineros de Huanuni se quedan en Senkata (ingreso a El Alto) para curar a sus heridos y tratar de renovar energías luego de los duros enfrentamientos.
Ese mismo jueves no se realiza la conocida Feria 16 de Julio, que congrega a más de 40.000 comerciantes de objetos minúsculos como agujas, pero también de vehículos. Cada jueves y domingo esta feria mueve millones de dólares en la actividad comercial.
El único medio de transporte que sale de la Paz es el avión. Las flotas no pueden circular y las pocas que lo hacen llegan a La Paz apedreadas y con mucha demora.
Por la noche el Presidente Sánchez de Lozada emite un breve mensaje al pa?s en la que reitera que no hay contrato de venta de gas a ningún país y que Bolivia no es miembro del Acuerdo de Libre Comercio para las Américas (ALCA). Casi no se refiere a las dos muertes de ese día aunque sí remarca que una minoría quiere dividir a Bolivia?
Viernes 10 de octubre
Ya no hay gasolina en La Paz
La calma alteña es tensa. Calles totalmente bloquedadas, gente que se ve obligada a caminar más de 10 kilómetros entre su casa y la Ceja para dirigirse a La Paz. Por la noche el recorrido de retorno es el mismo. Si bien la autopista La Paz-El Alto está Aun transitable, comienza a notarse escasez de gasolina y los vehículos comienzan a retirarse a sus garajes.
En varias zonas se producen más enfrentamientos entre policías y estudiantes de la UPEA junto a trabajadores. Pero el paro es total. No hay actividad económica y los pocos negocios que abren, son obligados a cerrar de inmediato bajo la amenaza de sufrir saqueos.
Si bien ese día existen heridos, no se producen enfrentamientos con muertes. Los mineros de Huanuni siguen en Senkata, se alimentan mediante ollas populares y tratan de curar a sus heridos y enterrar a su muerto. Ese viernes es enterrado Ramiro Vargas, en medio de consternación general.
Hacia la noche, es notoria la falta de gasolina porque hay grandes colas de autos en las estaciones de servicio que tienen cierta reserva de combustible. Los pocos vehículos que se dirigen desde La Paz a la Ceja de El Alto, se exponen a otro peligro: Jóvenes ubicados en la parte alta de la zona La Portada, así como en Villa Ballivián, arrojan piedras a los
vehículos que circulan por la autopista.
Buses, minibuses y autos particulares se ven llegar a la Ceja tomando el carril de bajada (contra ruta) pero llegan sólo hasta el sector del peaje. El Alto está desierto de vehículos. Hay fogatas en varias esquinas y grupos de vecinos al acecho.
En la Ceja unos pocos bares están abiertos y emiten música «chicha» pero la calma es tensa. Ni un vehículo ingresa a la ciudad. En la avenida 6 de Marzo existen varias fogatas con llantas en desuso. Otras zonas presentan un panorama similar.
Sábado 11 de octubre
Mueren un niño y un padre de familia
Ante la escasez de gasolina, diesel y gas licuado, los ministerios de Defensa y de Gobierno diseñan una «estrategia» para trasladar combustibles desde la planta de almacenaje de Senkata hasta la ciudad de La Paz, para lo que debe recorrer al menos 20 kil?metros y cruzar toda la ciudad de El Alto, por la avenida 6 de Marzo.
Un primer intento, la tarde del sábado ocasiona la muerte de dos personas. El niño Alex Mollericona (5 años) que es alcanzado por un balín en la terraza de su casa de la zona Rosas Pampa, en la zona sur. Por su lado, Walter Huanca (27) padre de tres hijos recibe el disparo de un balín de gas en plena cara, lo que le produce destrozos en su cráneo y un derrame de masa encefálica. Es trasladado en estado vegetativo a una clínica y seis horas después es declarado oficialmente muerto.
Un helicóptero sobrevuela la ciudad y se producen enfrentamientos, saqueos en varias zonas. Los más graves ocurren en las zonas Santiago II, donde viven mineros despedidos («relocalizados» cuyas viviendas son gasificadas y se reportan heridos de bala por disparos durante la noche.
Una caravana de vehículos cisterna que intenta trasladar combustibles a La Paz no puede cumplir con su objetivo debido a la resistencia de los vecinos alteños. Piedras, palos y todo objeto contundente es utilizado para resistir a los militares que escoltan los cisternas.
Varias zonas sufren cortes de luz. En Villa Adela se produce el secuestro del policía Edgar Machicado que es liberado luego de seis horas. Por la noche el gobierno anuncia la militarización de El Alto debido a los enfrentamientos en varias zonas. El vocero gubernamental Mauricio Antezana acusa al diputado y líder del MAS Evo Morales de encabezar «un proceso Sedicioso» para interrumpir el proceso democrático.
Esta situación genera que grupos de varones se organicen y comiencen recorridos por la Ceja hasta generar destrozos en la autopista, donde no existen ya policías. Sacan las barreras de protección; no hay un solo vehículo circulando y se generan enfrentamientos con efectivos militares.
La prensa nacional señala que El Alto es un campo de batalla por las sucesivas muertes y la violencia de los enfrentamientos, especialmente de los efectivos militares traídos desde batallones de Charagua (en el Chaco) y otros del oriente boliviano.
Domingo 12 de octubre
26 muertes y 100 heridos
Desde la madrugada, se producen enfrentamientos entre militares que portan y disparan armas de guerra y vecinos que llevan palos y piedras. Desde la mañana, dirigentes como Evo Morales (MAS), Jaime Solares (COB) y Felipe Quispe (CSUTCB) manejan un solo discurso: para negociar, el gobierno debe firmar un documento en el que se comprometa a no permitir la salida del gas boliviano por puertos chilenos u otros y sí industrializar ese hidrocarburo.
Entonces comienzan una serie de masacres en varias zonas desde la madrugada. A media ma?ana se producen violentos enfrentamientos en Ballivián, con ocho heridos. En Senkata también se produce la represión con casi diez heridos.
A la una de la tarde la autopista es escenario de disparos de gas lacrimógeno y armas de guerra. Estos enfrentamientos se trasladan a La Portada y Alto Pura Pura, en La Paz.
El objetivo militar-gubernamental: Llevar 12 carros cisterna desde Senkata a La Paz. El traslado es interrumpido en varias ocasiones y a su paso, ocasiona más muertes y heridos. Entre Senkata (El Alto) y La Portada (La Paz), las muertes riegan al menos 20 kilómetros del macabro recorrido de petróleo destilado, que administran las empresas transnacionales que ahora quieren exportar gas boliviano como un negocio de negros para el país.
Todo el día, los alteños relatan a las radios Integración, Pachamama, Red Erbol y Waynatambo, además de Cruz del Sur y otras, las penurias de recoger cadáveres, velarlos en la vía pública, no poder socorrer a sus heridos y hasta los disparos de armas de guerra y de gases desde helicópteros y una avioneta. La televisión, excepto la Cadena A y RTP, no muestran nada de la masacre y continúan con su programación pese a que existen condiciones técnicas para «transmisiones en vivo» como se hacen en el Parlamento o en conciertos.
Por la tarde el conflicto se traslada a Río Seco Villa Ingenio y Villa Tunari, donde efectivos militares disparan a cuanto civil se les enfrenta y ocasionan más muertes y heridos.
Los 26 muertos del domingo 12, según reportá la Red Erbol, son: Miguel Pérez Cortez, Efraín Mamani, Carmelo Mamani, Vidal Pinto, Efraín Mita, Marcelino Caravajal, Constantino Quispe, Marcelo Machicado, Johnny Mamani, NN varón, Máximo Vallejos, Marcelo Mamani, Vicente Efraín Pinto, Augusto Hilari Pari, NN varón recogido de la avenida Bolivia, Damián Luna Palacios, Adolfo Huanca, Richard Charca, Félix Calle, NN varón, NN varón, NN varón (los tres en la sede social de Villa Ingenio); Soldado Segnar García del Regimiento de Infantería de Charagua (Chaco cruceño). Existe otra nómina de 92 heridos.
La gasolina llega a las estaciones de servicio con el anuncio del ministro Carlos Sánchez Berzaín(calificado como «asesino») ante la televisión gubernamental. Largas colas de vehículos son vistos tratando de cargar algo de gasolina.
Los hospitales pacenos y alteños reciben sucesivas ambulancias y vehículos particulares que trasladan heridos, moribundos y simplemente muertos. Los doce cisternas costaron 26 muertos. Macabro pero real.
Lunes 13 de octubre
Sigue la masacre, 20 muertos más
La tercera jornada violenta que se vivió ayer en la ciudad de El Alto, y que se extendió a la sede de gobierno, dejó el saldo de 20 muertos y más de 70 heridos.
Este número de víctimas fatales se suma a los caidos en los últimos días de conflicto en la denominada "guerra del gas", haciendo un total de 57 muertos.
Sin embargo, tomando en cuenta los hechos violentos ocurridos desde enero de este año, se contabilizan entre enero, cuando sucedieron los enfrentamientos por la defensa de la hoja de coca en el Chapare cochabambino y la "masacre de febrero" 50 muertos, los que sumados a los 57 de la "guerra del gas" hacen un total de 107, las víctimas en lo que va en la gestión 2003 del gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada.
La lista de caídos de la jornada es la siguiente: Fidel Víctor Ticona Aacarapi (36), Lucio Gandarillas Ayala (33), Luis Fernando Chilca, Víctor Ticona (26), Renato Poma Alcón, NN mujer, NN mujer, NN varón (35), Arturo Mamani (42), Raúl Flores Huanca (50), NN varón (21), Roberto Barrín (33), Roxana Apaza (17), NN varón (75), Felix Quispe, Edgar Lechona Amaru, Juan Carlos Barrientos (32), NN (bebé recién nacido que murió a falta de oxigeno), NN (bebé recién nacido que murió a falta de oxugeno), NN (bebé recien nacido que murió a falta de oxigeno)
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