El aún Presidente boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada, jefe del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) es un empresario que, como las transnacionales, pone la lógica de mercado por encima de las razones de Estado.
La lógica de mercado (y "del bolsillo") está muy por encima de la razón de Estado. Las empresas utilizan todo tipo de artimañas para aumentar sus ganancias. Algo así pasa en Bolivia.
Las empresas transnacionales tienen una forma peculiar de actuar: En lo económico buscan el mayor rédito posible sin importar los medios para obtener ello: Coimear administradores de Estados y gobiernos pequeños, cuyos ciudadanos parecen simples entes consumidores y semi-pensantes; doble contabilidad en sus operaciones de producción y comercialización, publicidad pegajosa especialmente en televisión y otros "factores" económicos que justifican su actitud.
Estas empresas actuaron (actúan) así en Bolivia. Ejemplo de ello es la emblemática Enron de Estados Unidos (en quiebra por excesos en la ejecución de las características descritas líneas arriba). El fraude contable y su ingreso al Estado boliviano son algunos botones. Pero Nerón es ahora co-dueña de los ductos de combustibles que se venden en Bolivia, sin haber puesto un solo dólar.
Pues bien, el aún Presidente boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada, jefe del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) es también un empresario que actúa en forma similar a aquellas empresas. Al ser principal accionista de la Compañía Minera del Sur (COMSUR) está conectado con empresas nacionales y extranjeras.
Ser empresario no es malo. Todos estamos inmersos, de cualquier forma, en la actividad económica. El problema está en que mientras unos tratamos (nos esforzamos bastante) de ganar peso por peso lo poco que tenemos, otros lo hacen por medio del poder del que gozan.
Pero vayamos por partes.
Socios políticos y económicos nacionales del presidente
La mayoría de los socios nacionales del Presidente-empresario son conocidas personas que estuvieron (algunos aún lo están) ligados a las denominadas "empresas capitalizadas" o son representantes de los inversionistas extranjeros que, como atraídos por el "oro negro" (petróleo y gas bolivianos) vinieron a invertir un dólar pero para llevarse diez según un ejecutivo de Repsol, una de esas empresas. La ventaja y la posibilidad de rentabilidad es tan grande como el agradecimiento que esas empresas le deben a Goni.
Por ejemplo, el estudioso y ex diputado Andrés Soliz señala que Fernando Candia, ex ministro de Hacienda y ex jefe de campaña electoral del MNR en 2002 era recientemente director de Transredes, empresa conformada por la asociación de Enron y Shell, lo mismo que Jaime Villalobos, ex ministro de Desarrollo Económico. Otro ex viceministro, Guillermo Aponte, dejó su cargo de director de Transredes para hacerse cargo de la superintendencia de Pensiones y Seguros, la que "fiscaliza" a las capitalizadas aunque también Aponte fue designado viceministro de Pensiones.
Otro allegado a Goni es Fernando Gonzales, director de la empresa Chaco ("capitalizadora" de YPFB) hermano de Luis Gonsalez Quintanilla, prominente dirigente nacional del MIR, partido que es actual socio político del Presidente. Ni qué decir de Andrés Petricevic, ex ministro del MNR, ex embajador en EEUU y también director de Chaco y accionista del Banco Unión.
En el mismo nivel está Carlos Kempf Bruno (ex ministro del adenista Jorge Quiroga) que fue director titular de Transredes, al igual que Carlos Alberto Contreras que es representante de la Occidental Petroleum, así como Carlos Alberto López se convirtió en personero de la Chaco pero opina en la prensa como personaje imparcial, así como lo fue Herbert Müller (especialista en "informes económicos") que a más de ser ministro de Banzer fue representante de la empresa Total.
Una mención aparte merecen Arturo Castaños y Gabriel Revollo Thenier. El primero pasó de presidente de YPFB a representante de la brasileña Petrobras en Bolivia y hay quienes sospechan que desde su anterior cargo ya pasaba información a su nueva pega. El segundo, hermano del mismísimo Alfonso Revollo, es socio de la empresa Shell en Bolivia, en una ilegal movida, si leemos el artículo 8 de la Ley 1544 de Capitalización, impuesta por el dúo Goni-Revollo.
Lo peor de todo, señala Solíz, es que la mayoría de los nombrados son parte del directorio de las capitalizadas "en nombre de los ciudadanos bolivianos" aunque fueron designados por las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFPs) aquellas que de manera casi oscura manejan el dinero de nuestros aportes jubilatorios. Pero volvamos al principio.
Socios políticos y económicos internacionales del presidente
Como principal accionista de COMSUR, Sánchez de Lozada tiene concesiones y explotaciones mineras en Colquiri, Mina Bolívar (ambas de la ex Comibol), la mina aurífera Don Mario (Santa Cruz); su última adquisición es la fundidora de estaño Vinto, comprada como baratura. Pero Goni no es un empresario cualquiera. Su empresa es la quinta más grande de Bolivia después de tres petroleras y ENTEL, según el "Ranking Empresarial 2003" del semanario especializado Nueva Economía.
Goni está ligado a la empresa inglesa Rio Tinto Zinc (RTZ), la comercializadora de cobre más grande del mundo, que compró el 33% de las acciones de COMSUR. Ambas tienen el 30 por ciento de las acciones de la mina chilena "La Escondida".
Pero también Sánchez de Lozada es socio del Banco Mundial. Sí, por medio de IFC-Banco Mundial (el brazo financiero de ese temido acreedor de Bolivia) y que también es socio de la chilena "La Escondida". Otra empresa ligada a Goni es Orvana Minerals Corp. (ORVANA) de Canadá.
Sin ser accionista, es también muy amigo (casi socio político) de varias empresas petroleras porque en 1996 ya era miembro del directorio del Instituto de las Américas junto a Richard Flury, de la petrolera AMOCO, socia de Pacific LNG, esa que quiere vender el gas boliviano, o sea gato por liebre.
En 1997, Goni compartió ese directorio con James Bannantine, de la fraudulenta Enron y William L. Friend, de la Bechtel, la empresa transnacional expulsada de Cochabamba, en la "Guerra del agua" de abril de 2000. En ese directorio también está integrado por representantes del Consorcio Pacific LNG, British Petroleum, British Gas, Marathon Oil, Shell, CMS Energy y Sempra, todas interesadas en la exportación del gas por Chile.
El mencionado "Instituto" es una fundación organizada por la Universidad de San Diego, California, EEUU, con la finalidad de "reducir las barreras regulatorias, legales o de política que afectan al comercio regional y la inversión", es decir aplicar el libertinaje neoliberal sin importar leyes nacionales, precepto que fue cumplido por demás por Goni en la etapa capitalizadora iniciada por el Decreto 21060.
Efectos y conclusiones
A partir de estas constataciones, pueden extraerse las siguientes conclusiones:
– 1. Cuando Goni fue ministro de Planeamiento de Victor Paz (1985-89) con el Decreto 21.060 sentó las bases (preparó el terreno) para su potenciamiento económico personal-empresarial. Como presidente (1993-97) hizo aprobar las famosas leyes denominadas "reformas de primera generación" como las de Pensiones, INRA, Capitalización, Regulación sectorial, Participación Popular y otras. Es como haber sembrado y obtenido la primera cosecha. En su tercera gestión en el poder (no importa si como ministro o presidente, Sánchez de Lozada pensaba (piensa aún) obtener su segunda cosecha mediante la ejecución de los jugosos contratos petroleros y la venta de gas a Estados Unidos, país al que tanto ama. Pero algo le sale mal. Ya van 70 muertos en año y 2 meses de gestión de un gobierno muy débil como incoherente.
– 2. Las redes que manejan los directores de las empresa capitalizadas son todos amigos de Goñi aunque pertenezcan a partidos supuestamente diferentes como MIR o ADN. El problema no está en la posición o actuación parlamentaria sino en que el interés económico-empresarial es (dólares más, dólares menos) el mismo. Por lo tanto existe una razón de mercado que une a esos prominentes ciudadanos bolivianos.
– 3. El mayor problema es que estas redes manejan el asunto económico-empresarial-personal como asunto de estado. Es más, casi todos ellos utilizan al poder como un medio para lograr ganancias en beneficio particular. En el caso particular del presidente, está claro que tiene intereses económicos en Chile y por ello insiste en la venta de gas por ese país y no es de su interés primordial en qué se utilizarán los pocos recursos que se obtendrán por a venta de gas en condiciones casi humillantes para el país. Es más el país casi no le interesa. El actual gobierno ya hizo fracasar el manejo de los recursos HIPC-II (alivio a la deuda externa para servios elementales por medio de los municipios).
– 4. En definitiva, Goni no actúa como Presidente o conductor de un Estado depauperado sino como empresario-potentado. Por lo tanto, al presidir al país, está pensando en su bolsillo y el de sus socios (nacionales y extranjeros) antes que en el de los ingenuos ciudadanos bolivianos.
– 5. Más aún, Goni es Presidente casi por inercia pseudo-democrática, gracias al apoyo del MIR y NFR. Si bien obtuvo un 22 por ciento de votos en la elección de junio de 2002, esos sufragios fueron obtenidos con la "ayudita" de su aliado Movimiento Bolivia Libre (MBL) que en Chuquisaca y Potosí tiene al menos un 2 por ciento del votaje nacional. Entonces, Goni no ganó las elecciones y es un Presidente es legítimo. Por ello se esfuerza en mostrar una mala cara ante los medios y se hizo el desentendido cuando los periodistas le preguntaron sobre el primer minero muerto en Ventilla, el jueves 9 de octubre.
– 6. Informes conservadores como los de Heinz Dietrich Stefan señalan que Goni tiene una fortuna de 220 millones de dólares. Cuenta con intereses e inversiones en Argentina, Brasil, Chile, Perú, Malasia, Tailandia y Africa. Toda una transnacional.
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