Irving Alcaraz, Luis Ramiro Beltrán, José Antonio Quiroga, René Blattmann, Ronald MacLean y Carlos Mesa, entre varios otros, son los personajes que quedarán como los grandes perdedores del 30 de junio.
Pocas cosas pueden cambiar en estos siete días que quedan para que se realicen las elecciones. Las encuestas dicen que hay dos ganadores nítidos: Manfred Reyes Villa, que logró imponer la idea de que él representa el cambio -a pesar de su cuestionada fortuna, de sus similitudes con la secta Moon, de sus nexos con García Meza, etc.-, y Evo Morales, el líder del MAS que romperá las barreras históricas que impidieron antaño a los partidos campesinos sobrepasar el 5%. Morales, además, ha logrado convertirse en la única alternativa de fuerza al sistema neoliberal y a los partidos tradicionales.
Son muchos más los perdedores, los que se equivocaron en sus cálculos (Irving Alcaraz) y en sus estrategias (Ronald MacLean); los que se quedaron al margen (José Antonio Quiroga); los que lastimaron su prestigio (Luis Ramiro Beltrán o Carlos D. Mesa) o los que simplemente se equivocaron por falta de olfato político como René Blattmann. Aquí repasamos el pequeño itinerario de estos personajes que quedarán, entre muchos otros, como los perdedores del 30 de junio.
Irving Alcaraz: Fin de ruta, para un estratega
Hasta antes de estas elecciones, Irving Alcaraz gozaba de un gran prestigio como estratega político. Entre sus méritos estaba el haber sido el hombre que ayudó a darle sentido al «fenómeno Goni» el 1989 y 1993. Durante el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, por lo menos en los primeros años, tuvo cierta influencia en el gobierno y hasta llegó a ser ministro de Informaciones, y ese fue su Waterloo. Una pequeña conspiración de Carlos Sánchez Berzaín y Mauricio Balcázar (el yerno de Goni) terminó alejándolo del círculo gonista y finalmente del MNR, no sin resentimientos.
A partir del 2000, Irving Alcaraz empezó a mover sus fichas para regresar a la vida pública. Por un tiempo se convirtió en asesor del Grupo Garáfulic y es muy probable que la encuesta que este grupo hizo correr a mediados de ese año, para saber si era conveniente que uno de sus miembros entrara en política, fuera aconsejada por Irving Alcaraz; pues él ha sido uno de los más entusiastas en hacer entrar al ruedo político a personajes independientes. Fue así como el 2001 se contactó con René Blattmann y se convirtió en su principal asesor, pero como este candidato no logró despegar en las encuestas, Irving torció su rumbo y se acercó a Carlos D. Mesa.
Los consejos de Alcaraz fueron fundamentales para que Carlos D. Mesa tomara la decisisón definitiva de candidatear como vicepresidente por el MNR. El director de PAT, confiaba en los cálculos de Alcaraz y cuando aceptó definitivamente la candidatura exigió que éste sea reaceptado en los círculos del MNR porque iba a convertirse en su asesor personal. De hecho, Irving Alcaraz está como cuarto candidato plurinominal por La Paz gracias al aval de Carlos Mesa. Si sale o no sale elegido es una cuestión secundaria. Lo central es que en estas elecciones Alcaraz no pudo ejercer sus condiciones de estratega terrible. Los dos hombres a los que animó a entrar a la política van para perdedores, sus cálculos no rindieron como debería ser. Blattmann se quedará por debajo del 5% y Carlos D. Mesa no logró ser el factor decisivo en la elección. Irving fracasó esta vez.
José Antonio Quiroga: "Marcelo Vive..."
Por dos o tres días, José Antonio Quiroga fue la gran esperanza de los sectores progresistas, de esos que después de veinte años todavía gritan en las calles "Marcelo Vive, la lucha sigue". Una conversación informal (el 10 de febrero del 2002) entre el periodista Wilson García Mérida y Filemón Escóbar sembró la idea de que Quiroga podía ser el acompañante de Evo Morales. Las razones: su porte intelectual, su conducta intachable y su compromiso con las ideas progresistas y con el legado de Marcelo, su tío.
Luego de una serie de consultas, Evo Morales le hizo la propuesta formal los últimos días de febrero. José Antonio Quiroga dio como respuesta un tibio rechazo. Eso generó un clima de dudas, pero también de esperanzas al interior del MAS al punto de que el 5 de marzo, el día de la proclamación de Evo Morales, José Antonio Quiroga también fue proclamado como candidato a la vicepresidencia. Y ahí mismo los termómetros de la política se dispararon: el sobrino de Marcelo reingresaba a la política, los viejos izquierdistas empezaron a llamar a las oficinas del MAS, querían reagruparse, y los sectores intelectuales saludaron entusiasmados la idea de que por fin se hacía realidad la consigna «Marcelo vive, la lucha sigue»... pero a las pocas horas, Quiroga renunció.
El periódico La Razón informó el 7 de marzo que la misma noche en que fue proclamado como candidato, José Antonio Quiroga recibió presiones de los partidos tradicionales para que no acompañe al líder campesino en la fórmula presidencial. Él lo desmintió casi al instante, dijo que nadie lo presionaba, que la decisión de no ser candidato era absolutamente personal y en aseveraciones y desmentidos se fue diluyendo la posibilidad de que la política se viera enriquecida con la presencia de Quiroga.
Las preguntas todavía rondan como fantasmas, ¿qué lugar ocuparía el MAS en las encuestas si es que José Antonio Quiroga hubiese aceptado ser su candidato a la Vicepresidencia? ¿Los independientes, los votantes cansados con la política tradicional se habrían adherido a Manfred Reyes Villa o a la fórmula Evo - Quiroga? Nosotros creemos que si Evo Morales por sí solo puede llegar tercero o segundo como sugiere La Prensa, junto a José Antonio Quiroga pudo llegar primero. El momento en que éste rechazó la candidatura, el voto de los sectores disconformes, de los que buscaban el cambio, todavía no se había manifestado y es casi seguro que se habría decantado por la fórmula del MAS y no por el "Cambio Positivo" y su musiquilla de ascensor.
En todo caso, José Antonio Quiroga no se dio a sí mismo la oportunidad de confirmar que Marcelo vive, y que la lucha sigue.
René Blattmann: En busca de Bin Laden
Ahora, René Blattmann ya sabe que la historia sólo toca una vez la puerta. El año 1997 el MNR lo eligió como su candidato y las encuestas lo daban como posible ganador, pero él renunció sin dar explicaciones razonables. Luego se marchó a Guatemala, donde trabajó para la ONU, en el proceso de pacificación.
En una entrevista dada a la revista Cosas, el 1999, Blattmann amenazó con volver a la política, y es que en el fondo él, como muchos de sus allegados, creía que en verdad tenía el perfil de un líder, y quizá nunca consideró seriamente el hecho de que su candidatura de 1993 se debió fundamentalmente a una imposición de Gonzalo Sánchez de Lozada.
El 2001 regresó de Guatemala, y como se diría vino a Guatepeor. Guiado por Irving Alcaraz organizó un partido, el Movimiento Ciudadano por el Cambio (MCC) y se lanzó como candidato. Lo cierto es que Blattmann, aun cuando logró compromoter a algunos empresarios de ascendencia europea para que soporten en parte su campaña, Lara Bisch por ejemplo que lo ayudó con la casa de campaña y afiches, nunca pudo convencer a las grandes mayorías de que él podía renovar la política nacional. Y es que Blattmann nunca exhibió condiciones de líder, no tiene ni el porte, ni la dicción y finalmente ni la contextura intelectual, por eso las encuestas le dan una opción de voto marginal, cercana al 3% en el mejor de los casos.
De todas maneras, según ha informado el diario La Prensa, Blattmann ya tiene asegurado su futuro: después de su derrota se marchará a Afganistan, otra vez como funcionario de la ONU, donde ganará un sueldo de 10 mil dólares al mes. Con dinero duele menos el fracaso, y seguramente algún día les enseñará a sus nietos los afiches y los videos en los que su voz aburrida le propone a Bolivia un "cambio ciudadano".
Luis Ramiro Beltrán: Un MacLuhan devaluado
Hubo un tiempo que fue hermoso para Luis Ramiro Beltrán: cuando ganó el Premio MacLuhan; y esa fama le dura hasta hoy, a pesar de que él se ha empeñado en desmentirla publicando y republicando libro tras libro y artículo tras artículo, algunos verdaderos refritos y otros realmente lamentables, como aquel volumen en el que Bolívar aparece como un gran comunicador o como aquellas notitas que publica cada domingo en el semanario La Época.
Pero no es de aquello que debemos hablar, sino de su cuestionado rol como Presidente de la Corte Nacional Electoral. Nuestro MacLuhan no ha podido sortear las trampas que impone la política y, esto sí es grave, ha posibilitado que se ciernan serias dudas sobre la independencia de la Corte. Primero permitió que el MNR sacara a la luz publicidad electoral antes de los plazos establecidos legalmente. La explicación que dio la institución dirigida por él rayaba en la ingenuidad: los spots del MNR no eran propaganda electoral. Esto motivó que uno de sus ex alumnos, el periodista Alvaro Hurtado, le respondiera públicamente en un medio de prensa: no nos hagamos don Luis Ramiro, usted nos enseñó en clase que eso es publicidad...
Pero aquello era apenas un pecadillo. Lo peor todavía estaba por venir.
El hecho más sonado es la inhabilitación momentánea de Johny Fernández. La Corte Electoral se adelantó, no esperó a que el proceso llegue a su fin y empezó a imprimir la papeleta sin la fotografía del candidato de UCS. Luego las instancias superiores fallaron en contra de la inhabilitación y nuestro Macluhan tuvo que ordenar al reimpresión de la papeleta con un costo adicional de por lo menos 150 mil dólares. ¿Quién pagará el costo de esa falta de previsión? Los Bolivianos, claro. Según la Ley Safco, debería pagar quien cometió el error administrativo.
El martes 18 de junio, Luis Ramiro Beltrán informó a la prensa que la Corte Electoral rechazaba el pedido de inhabilitación presentado por Evo Morales en contra de Carlos Sánchez Berzaín (MNR), Erick Reyes Villa (NFR) y Luis Vázquez Villamor (MIR) por conducir un programa periodístico en ATB, siendo candidatos y en contra de lo que manda el artículo 123 del Código Electoral.
Reputados periodistas como Eduardo Pérez y Freddy Morales (dirigente del gremio) hicieron público su rechazo a esta medida, porque ellos consideraban que los mencionados candidatos habían ejercido labores periodísticas y por lo tanto deberían ser inhabilitados.
Estas son sólo tres perlas. Tres momentos en los que Luis Ramiro Beltrán no ha sabido darles un carácter de independencia a los fallos de la Corte Electoral. Seguramente después de las elecciones se abrirá recién el debate sobre la pobre performance del Premio MacLuhan como cabeza de una institución central para la democracia.
Carlos D. Mesa: No pudo hacer la historia
Todo indica que Carlos D. Mesa no podrá ser el Vicepresidente ilustrado de Bolivia. Pero, ¿perdió mucho entrando en política? Creemos que no. Sea que siga en la vía política o que regrese al periodismo, Carlos D. Mesa no perderá casi nada. Si continúa en la política podrá convertirse en el eje de convergencia entre los sectores anti y los pro gonistas que tratarán de despedazarse una vez que Goni pierda las elecciones, y si es que no logra acuerdos para ser Presidente. Mesa es un intelectual y tiene facilidad para proyectarse como un nuevo líder de la recomposición emenerrista, pero quizás él mismo no quiera hacerlo porque es dueño de un canal de Tv, que es el lugar donde más triunfos ha cosechado.
El periodista Fernando Molina escribió una pequeña nota en el semanario La Epoca donde dejaba dicho que no sería correcto que Mesa, después de su incursión en política, regrese al periodismo. Nada más que hipocresías. Fernando Molina fue rentado por el gonismo para escribir una loa de la Participación Popular, y ello no lo invalidó para luego ser jefe de redacción de La Prensa. Creemos que lo mismo vale para Mesa, si es que vuelve a dirigir PAT, volverá a elaborar sus documentales históricos y volverá a rodear al canal de su aura de intelectualidad que ninguno otro tiene. Por lo demás, a pesar del perfil que han tomado Amalia Pando y Cayetano Llobet, apegados al gonismo, PAT todavía sigue siendo el más abierto y democrático de todos los canales.
Entonces, aun cuando en estos momentos muchos piensen que Mesa echó completamente por la borda su futuro al entrar en política y aun cuando fracase en su intento de ser Vicepresidente, será uno de los perdedores que mejor parado quede después del 30 de junio.
Ronald MacLean: Empezó con la pena de muerte y termina muerto de pena
Empezó con la pena de muerte y hoy termina muerto de pena. Y apesar de que en los últimos días le llegó una asesor español (ligado al Partido Popular, de corte conservador), poco puede hacer ya para evitar el fracaso. Ronald MacLean apostó mal y careció de autocríca. Su imagen como líder de ADN palideció y prácticamente quedó enterrada cuando su partido le quitó el apoyo el 1998 y permitió que Lupe Andrade le diera un golpe en la Alcaldía de La Paz. Pero regresó el 1999, candidateó otra vez a la Alcaldía y con Ricardo Paz como asesor llegó segundo.
Luego, Banzer le tendió otra vez la mano y lo hizo ministro de tres carteras, pero ya la correlación de fuerzas al interior de ADN le era desfavorable. Cuando los momentos electorales empezaban a calentarse se supo que quería ser candidato, pero tenía la firme oposición de los jerarcas de ADN y Tito Hoz de Vila se presentaba como un adversario de fuste. Finalmente terminó venciendo a Hoz de Vila y se quedó con la candidatura. Buscó otra vez a Ricardo Paz Ballivián, pero éste ya estaba dirigiendo la campaña de Manfred Reyes Villa. Entonces MacLean optó por traer asesores chilenos, profesionales que anteriormente trabajaron para el derechista Joaquín Lavin. Con estos urdió la peregrina idea de organizar una campaña dirigida a los sectores marginales y pobres, a las laderas, siendo él un hombre históricamente a la derecha. Entonces propuso la pena de muerte; eso lo mató. Un derechista, con pasado fascista, incluso, proponiendo pena de muerte sonaba a broma macabra. No pudo subir ni medio punto en las encuestas.
A los pocos días murió Banzer y MacLean le dio la despedida a nombre de todos los adenistas. No se sabe si fue natural o si lloró pensando en el posible spot, lo cierto es que mientras leía lloraba y lloraba. Luego sus asesores de prensa armaron un largo spot donde traslucían nítidamente esos llantos, trataban de buscar el voto póstumo. El resultado fue contraproducente, hubo enfado en los adenistas y el impudor y la falsedad terminaron penalizándolo más.
En los últimos días ha continuado en su campaña dirigida a los pobres, eso ha logrado que el voto adenista migre masivamente a NFR. MacLean está solo, ni siquiera Tuto Quiroga lo acompaña en su mala hora. Parece que el 30 de junio será un día cruel para este adenista, nieto de Eduardo Avaroa, pero prochileno de corazón. Las paradojas de la vida.
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