A los propios grupos financieros de los EE.UU. y al propio Estado norteamericano no les interesa la desaparición del negocio de la droga porque sus principales bancos reciben cientos de miles de millones de dólares cada año de esta actividad a la que en forma hipócrita dicen combatir. Este dinero circula dentro de la economía de éste y de otros países generando enormes ganancias que no las van a rechazar ni a perder! ¿Alguien ha sabido que los banqueros suizos, por ejemplo, preguntan el origen de los dineros que reciben de todos los sátrapas del planeta? Recordemos que uno de los más importantes escritores e investigadores de los Estados Unidos, el profesor James Petras, docente de la Universidad de Columbia, en Nueva York, en su ensayo titulado Dinero Sucio: Fundamento del Crecimiento de los Estados Unidos, publicado en abril del 2001, señala en algunos fragmentos escogidos:
«Los investigadores del Congreso de los Estados Unidos, algunos ex banqueros y los expertos bancarios internacionales coinciden todos en que los bancos estadounidenses y europeos blanquean cada año entre 500.000 millones y un billón (con “b”) de dólares de dinero sucio (dinero blanqueado de origen delictivo y corrupto) suma a la cual la mitad corresponde a los bancos estadounidenses.»
«El senador estadounidense Levin lo resume así: “Se calcula que una suma de entre medio millón y un billón de dólares, procedente de los medios de la delincuencia internacional, se mueve a escala internacional y se deposita en cuentas bancarias. La mitad de esa suma viene a parar a los Estados Unidos.” En la última década, los bancos estadounidenses blanquearon entre 2,5 a 5 billones de dólares de dinero sucio, que pasó a formar parte del circuito financiero de los Estados Unidos. No obstante, la afirmación del senador Levin se refiere únicamente a los fondos de origen delictivo, según las leyes de los Estados Unidos. No incluye las transferencias ilegales y los flujos de capital aportados por dirigentes políticos corruptos, ni la evasión fiscal que llevan a cabo empresas extranjeras.»
«Un destacado experto norteamericano en materia de finanzas internacionales, Raymond Baker, colaborador del prestigioso Brookings Institute, estima que “el flujo de dinero corrupto que sale de las economías de los países en desarrollo (Tercer Mundo) o en transición (ex comunistas) y que va a parar en las arcas occidentales está entre 20.000 y 40.000 millones de dólares por año, y el flujo generado por las transacciones comerciales con precios manipulados es de 80.000 millones, si no es más. Mi estimación más prudente es de 100.000 millones de dólares anuales, en la suma de ambos conceptos, lo que significa un billón de dólares en una década. Y de esta suma la mitad al menos tuvo por destino los Estados Unidos. Si incluyéramos otros conceptos que forman parte de la evasión de capitales la suma final sería mucho mayor.” Este experto del Brookings Institute no incluye las permutas de bienes inmuebles y de valores bursátiles, las transferencias fraudulentas por cable, y otras.»
«En otras palabras, la cifra incompleta de dinero sucio inyectado en las cajas fuertes de los bancos estadounidenses durante la década de los noventa ascendería a unos 3 a 5,5 billones de dólares. El cuadro es incompleto pero nos facilita una base de estimación del factor «dinero sucio», que cubre buena parte del déficit de la balanza de pagos norteamericana (que alcanza cientos de miles de millones de dólares por año). En la actualidad el déficit comercial norteamericano se acerca a los 300.000 millones de dólares. Sin el dinero sucio la balanza comercial sería totalmente insostenible, el nivel de vida se derrumbaría, el dólar perdería valor, el capital de inversión y préstamos disponible se contraería y Washington sería incapaz de mantener su imperio global.» (Para los fines comparativos conviene reparar que este escrito fue elaborado meses antes del 11 de septiembre del 2001, fecha a raíz de la cual los gastos de este país se dispararon al igual que su déficit! ¡Es decir ahora menos todavía se podría prescindir de estos recursos!).
«Se estima que la importancia del dinero blanqueado no hará sino aumentar. Un directivo de un banco comercial, Antonio Geraldi, pronosticó un importante crecimiento del blanqueo del dinero por parte de los bancos de los Estados Unidos, en su intervención ante el subcomité del Congreso. “Según las previsiones, el monto del dinero blanqueado alcanza billones de dólares, con un crecimiento desproporcionado respecto a los fondos legales”, manifestó.»
«Los 500.000 millones de dólares de origen ilegal que ingresan en los principales bancos estadounidenses y circulan por ellos superan los ingresos netos de todas las compañías de computación en los Estados Unidos, y por supuesto sus beneficios. Estas entradas anuales sobrepasan todas las transferencias netas realizadas por las principales compañías petrolíferas y militares y fabricantes de aviones. Los mayores bancos de los Estados Unidos -Bank of America, J. P. Morgan, Chase Manhattan y en particular Citibank- obtienen un alto porcentaje de sus beneficios bancarios de los servicios prestados a estas cuentas de dinero sucio de origen criminal. Los grandes bancos e instituciones financieras estadounidenses son el soporte del poderío global de los EE.UU. mediante sus operaciones de blanqueo de dinero y de gestión de fondos extranjeros de origen ilegal.»
Por razones de espacio no detallamos en extenso esta pieza magistral de develamiento de todas las modalidades del saqueo de países que son empobrecidos al máximo por los propios dirigentes políticos corrompidos, indicando los métodos que utilizaron, por ejemplo, los Salinas de Gortari, Asif Alí Zardari (esposo de la ex primera ministra de Pakistán), El Hadj Omar Bongo (dictador de Gabón desde 1967), Abacha (hijo de un ex dictador de Nigeria), así como de dirigentes de los ex países de Europa del Este, entre tantos otros.
Como un simple dato referencial, respecto a varias entidades «famosas», señala el referido intelectual: «Citibank, el primer blanqueador de dinero, es el mayor banco de los Estados Unidos, con 180.000 empleados en todo el mundo, distribuidos en 100 países, con 700.000 millones de dólares en depósitos conocidos y más de 100.000 millones de depósitos de particulares en cuentas secretas; y realiza operaciones de banca privada (gestión de cartera de inversión) en más de 30 países, lo que hace de este banco el que más presencia global mantiene de todas las entidades financieras de los EE.UU.»
El capital, aunque sea de origen criminal o mafioso, por lo general es bienvenido. ¿O alguien cree que en la tan ponderada banca suiza, por ejemplo, están las cuentas cifradas sólo de gente honorable? ¿Por qué casi todos los dirigentes políticos y banqueros delincuentes de la América Latina van a Miami, donde reciben todo tipo de honores y protecciones especiales para jamás ser extraditados? La razón es obvia. Allí disponen de garantías plenas; y si sólo uno de estos hampones de cuello blanco fuese «tocado», todos los demás, para protegerse, sacarían sus dineros y fugarían despavoridos haciendo quebrar a muchos entidades financieras! ¡Las evidencias se imponen!
Si bien es verdad que a los bancos norteamericanos (y europeos) y a todo el mundo usufructuario no les interesa dejar de recibir importantes montos de dinero (sucio o no), que igual les va a reportar grandes dividendos y enorme lucro, no es menos cierto que, por las mismas razones de incuantificables beneficios, a las transnacionales no les interesa perder el control político, económico y militar de Colombia porque ello entrañaría perder el acceso a cuantiosísimos ingresos provenientes del petróleo, minas, aguas, peces, flora, fauna, y a toda la riqueza que hoy está prácticamente bajo su real control político mediante simples intermediarios, administradores temporales o mandatarios de opereta sujetos a su voluntad!
Este inmenso país, no olvidemos, tiene además acceso directo a repúblicas con gravísimos problemas sociales, pobreza ancestral y también gigantescos patrimonios naturales como es el caso de Venezuela, Ecuador, Perú, Panamá y hasta la zona más empobrecida de Brasil. Lo obvio de suponer es que si de Colombia son expulsadas las transnacionales y sus ambiciones infinitas, lo mismo acontecerá en los demás países empobrecidos vecinos! Desde el punto de vista geoestratégico Colombia dispone de una ubicación excepcional, no sólo a mitad de las Américas y en una punta vital de América del Sur, sino que cuenta con dos salidas cercanas a los principales océanos del planeta como son el Pacífico y el Atlántico. Resulta además una de las puertas vitales de potencial acceso invasivo a la Amazonía, al petróleo venezolano y a la cuenca del Orinoco.
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