Como detector de mentiras el Presidente Álvaro Uribe recorre el país. Más intenso desde que impartió la orden de aclarar en 72 horas los sucesos de Guaitarilla, en abril pasado. Pero, tres meses después nadie le responde. –Cárguelo–, que el detector es infalible, le dice Bush. –Nosotros ya lo usamos con la Teniente .... y sus compañeros que aplicaron torturas en Iraq.
‘A pesar de que su palabra es infalible’ y su presencia se multiplica sin cesar como muestra de que todo lo puede, ahora tiene que recurrir a la infalibilidad de la máquina. Detector de mentiras porque no puede permitir que el escepticismo sobre su gestión y sus promesas crezca por un país que continúa descuadernado, con crecientes niveles de pobreza, incremento de impuestos, pérdida de la soberanía y extensión de un conflicto militar.
En 1993-94 siendo usted senador y ponente de las reformas al código laboral y al sistema de salud y seguridad social juró y prometió que el desempleo se reduciría. ¿Qué pasó?
– (Silencio)
¿Por qué no dijo usted que su ‘seguridad democrática’ militariza la huelga y los sindicatos como la Uso y Simtraencali?
– Pero se podía deducir, ¿o no?
¿Por qué no dijo usted durante su campaña que subiría el IVA un 4%?
Porque mi pensamiento es de un hombre de Estado
¿Usted se parece a Pastrana?
– Yo no. Pero mi secretario José Roberto Arango si se parece mucho a Juan Hernández, el secretario de Andrés.
¿Por qué se parecen?
Porque Arango -con la empresa familiar Fatelares- negoció un contrato de toallas de $ 1.180 millones de pesos para todas las Fuerzas Militares y el otro chiquito -con otra empresa familiar- durante el gobierno Pastrana negoció los uniformes de la Policía.
¿Qué piensa hacer cuando George Bush no resulte reelegido?
(Silencio)
¿Qué sintió cuando José María Aznar a los pocos días de venir a visitarlo y prometerle 40 tanques MX30 y 6 aviones españoles no fue reelegido?
(Silencio)
¿Porqué dijo usted en su reciente visita a Venezuela que ya no le interesan esos tanques?
– Por salir del paso. Mi amigo Aznar no alcanzó a mandarlos y ahora el cómplice terrorista Rodríguez Zapatero –que debió formarse en alguna ong– no me los vende. No quiero que cuando Chávez gane el referendo me dedique un programa ¡Aló Presidente!
Durante muchos años y hasta un momento de su campaña electoral usted hablaba de traer tropas de la Onu el 8 de agosto del 2002. ¿Por qué no volvió a decir nada?
– ¡Ave María!. El Departamento de Estado a través de la embajada me mandó decir que ¡chito! Que cualquier trámite legal en la Onu demoraría por mínimo 9 meses largos.
¿Creía usted que lo de Iraq iba a terminar rápido cuando pidió a Bush que "tan pronto terminara su campaña, ayudara con toda esa maquinaria bélica y la trajera para el Amazonas?
(Silencio)
¿La mesa de Santafé de Ralito es de negociación o de identificación?
¡Vea pues, hombre!
¿Para esa mesa, está nombrado un oficial de enlace del Ejército?
No es conveniente decirlo porque días antes entré en cólera cuando un
oficial de la Armada me preguntó en la Escuela Superior de Guerra que si un militar podría sentarse en una mesa con la guerrilla. ¡Hasta dónde se meten las oenegés!
¿En Europa le creyeron la ‘Seguridad democrática’?
Claro que sí. Pero además de los tanques españoles, me tienen preocupado tres cositas:
¿La primera?
– Después de una visita a Colombia de Bill Rammell, el encargado de América Latina en la cancillería británica, el embajador inglés anda diciendo que Inglaterra y otros países más de la Unión Europea quieren información regional directa sobre la naturaleza del conflicto. No encuentran como sacarme la piedra. ¡Ya no saben que lo que hay es puro terrorismo!
¿Y la segunda?
– Los del diario londinense The Guardian, que leía cuando hice mi curso presidencial en Oxford, en complicidad con los descarados de Human Rights Watch resultaron con el cuento de que 210 parlamentarios –en su mayoría laboristas del partido de gobierno- con el ex ministro de Relaciones Exteriores Anthony Lloyd a la cabeza, demandan a mi parcero el primer ministro Anthony Blair: que me suspenda la ayuda militar.
¿Y cuál es la tercera cosita?
– Esa nos tiene con la cara larga: ningún país europeo nos quiere vender como antes las balitas 7.62 para los fusiles y eso a pesar de mis conversaditas con Bush para que me hiciera el catorce.
¿Se reunieron en una misma parte el Vicepresidente Santos, el embajador de México y el preso Francisco Galán?
– Esas son cosas de mi secretario de prensa y mis directores de medios. El embajador desayunó en su residencia con el Galancito ese que ni por nada vamos a canjear y luego se fue sólo a un hotel cercano para los chismecitos de rigor con el vicepresidente.
¿Qué le responde a "Jorge 40" cuando señala a la clase política como narcotraficante por voluntad y a los ‘extraditables’ de la mesa de Córdoba como "narcotraficantes por necesidad" y que por eso no van a dejarse juzgar?
(Silencio)
¿Para su reelección está usted combinando todas las formas de lucha:
– la legal (mesa de Santafé de Ralito),
– la ilegal (el repliegue urbano de los paramilitares) y
– la supralegal (abuso con el poder del Estado y la comunicación)?
(Silencio)
No se enoje, no se vaya. La última, señor Presidente. ¿Al respecto de reelección, conoce usted el artículo 127 de la Constitución?
¡Cómo no si la Constitución es mi Biblia! El artículo en su último inciso reza "...la utilización del empleo para presionar a los ciudadanos a respaldar una causa o campaña política constituye causal de mala conducta".
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