El gobierno de Venezuela propuso este martes hacer del Sistema Económico Latinoamericano (SELA) el “centro de pensamiento” que apoye a los gobiernos de la región a cumplir el “reto histórico” de crear la Comunidad Suramericana de Naciones.
La creación de la Comunidad Suramericana de Naciones, cuyas bases serán sembradas en la cumbre que sostendrán en diciembre en Perú los presidentes de los países integrantes de la Comunidad Andina y del Mercosur, constituye “un reto histórico, pues significa nada mas y nada menos que la concreción de la vieja y siempre postergada aspiración de quienes nos han precedido, incluyendo a nuestros Libertadores”, dijo el viceministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Arévalo Méndez, al instalar esta noche la fase ministerial de la XXX Reunión Ordinaria del Consejo Latinoamericano, máxima instancia de decisión política del SELA.
Esta decisión es un paso para el cual se requiere “contar con una estructura de racionalidad, con un centro de pensamiento que nos indique, que nos alerte sobre cuáles pasos dar, que nos provea de herramientas acerca de la naturaleza de esta integración de alcance mundial como lo es la comunidad suramericana de naciones. El SELA hace falta para los procesos de análisis, para apoyarnos a todos los países en este alto cometido”, dijo Méndez.
“Aspiramos a que el SELA nos permita tener una visión de conjunto de América Latina y el Caribe que compagine los intereses nacionales de cada país en particular, con los intereses regionales y continentales. A partir del momento en que los presidentes tomen la decisión de crear esta comunidad, habrá un espacio para que el SELA tome debida cuenta y comience a elaborar y presentar ideas y propuestas, y a enriquecer el debate que invariablemente se va a dar a partir de la creación de esa comunidad”, añadió el vicecaniller.
Ante la crisis financiera e institucional que afecta al SELA, Méndez hizo un llamado a los países miembros a dar “un fuerte respaldo” a este organismo que integra a la totalidad de los países soberanos de América Latina y el Caribe, y que fue creado en 1975 con el propósito de servir de foro para la discusión y solución de los problemas económicos y sociales de los países de la región.
“Las causas que dieron origen al SELA siguen vigentes. Necesitamos fortalecerlo y no quedarnos en meros enunciados ni en propósitos cargados de buena fe”, dijo Méndez.
Por su parte, el Secretario Permanente del SELA, embajador Roberto Guarnieri, señaló que para superar las dificultades financieras e institucionales que atraviesa el organismo se requiere dotarlo de los recursos humanos y tecnológicos y de un “alto grado de profesionalismo y excelencia en su administración, conducción y desempeño”.
Pero por sobre todo “requiere de un apoyo político explícito, amplio y consistente por parte de su membresía. Un apoyo que se reconoce que debe ser ganado por la Secretaría Permanente sobre la base de resultados de reconocido valor agregado neto para el logro de objetivos relevantes de los países miembros, tanto individual como colectivamente. Pero que al comienzo tiene que manifestarse con una masa crítica suficiente aún en ausencia de estos resultados que son imposibles de obtener sin ese apoyo”, apuntó el diplomático venezolano.
A su vez, el embajador de Costa Rica en Venezuela, Walter Hernández, quien ejerce la presidencia del Consejo Latinoamericano, dijo que existe “el compromiso y la voluntad política de los países miembros de fortalecer al SELA”. “No cabe ninguna duda de la importancia que reviste el SELA, el único foro realmente latinoamericano y caribeño en funcionamiento. Sin duda existe voluntad para resolver la crisis que le afecta, lo que nos permitirá tener un SELA acorde con el nuevo contexto mundial”, refirió Hernández.
Publicado en Quantum N.41
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