Después de haber adquirido recientemente 100,000 rifles, la República Bolivariana de Venezuela se va a convertir en el segundo país en el mundo, después de Rusia, a fabricar el fusil de asalto AK-103. Técnicos militares rusos van a formar a los ingenieros venezolanos a al montaje de este modelo mejorado del AK-74. La salida de este cañón es cónico, está provisto de un cargador intercambiable en plástico y de un riel para poder añadir una mira telescópica.
Los fusiles serán montados en una fábrica de Caracas. El contrato ha sido firmado por el general Jorge García Carneiro y Serguei Ladygin, representante de Rosoboronexport. La Kalachnikov remplazará entonces al fusil automático FAL y a la pistola ametralladora Uzi israelí en el Ejército venezolano.
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