El Foro Social Mundial, así como el conjunto de foros regionales y temáticos que lo han acompañado a lo largo de los últimos cinco años, constituyen hoy el instrumento más poderoso con el cual cuenta el movimiento de resistencia y de construcción de alternativas al actual modelo hegemónico del imperialismo neoliberal destructivo y militarizado.
Es un extraordinario espacio de encuentro, debate, intercambio de ideas y propuestas, construcción de agendas, coordinación de plataformas de lucha de organizaciones y movimientos sociales y políticos de todo el mundo.
La posibilidad de actuar en forma conjunta en la resistencia y en la construcción de alternativas al actual orden hegemónico por parte de organizaciones y movimientos que vienen de tradiciones, practicas y contextos político-culturales extraordinariamente diversos, constituye un rico aprendizaje colectivo que con su práctica de dialogo y reconocimiento recíproco a pesar de las múltiples diferencias, ha hecho mucho por superar las antiguas tradiciones del sectarismo, la intolerancia y luchas por el control que han caracterizado históricamente tantas de las luchas de los pueblos del planeta en las cuales la izquierda ha jugado un papel significativo. Es esto precisamente lo que se busca con la Carta de Principios del Foro (ver anexo).
En la experiencia de los Foros Sociales se ha ido aprendiendo una nueva forma de hacer política desprendida de toda pretensión de verdad única y de modelo único alternativo a la sociedad dominante. Se ha aprendido colectivamente la práctica del diálogo democrático y la coordinación de luchas como prácticas que prefiguran la sociedad democrática que colectivamente se pretende construir.
Es en este sentido, no sólo es un potente instrumento político organizativo -el más importante con el cual contamos en el ámbito global- es igualmente un robusto campo de pedagogía política y de prefiguración de prácticas colectivas solidarias y democráticas, de nuevas formas de hacer política. Es igualmente, a pesar del escepticismo de muchos, un eficaz y efectivo instrumento de lucha política con una demostrada capacidad de incidencia.
Las discusiones, coordinaciones, campañas y efectivas movilizaciones y resistencias de los últimos años en contra del ALCA, de la OMC, de lucha por los derechos de las mujeres, contra los transgénicos, las luchas de los Sin Tierra y de los pueblos indígenas, por citar sólo algunos ejemplos, han sido potenciales en su impacto político por las actividades de coordinación de las luchas locales y regionales a nivel global que los Foros Sociales han hecho posible.
Es sin embargo, el Foro Social es igualmente un instrumento frágil. Conservar la dinámica de movimiento de los Foros Sociales requiere un extraordinario y permanente trabajo colectivo. Es este un esfuerzo en mucho ámbitos. Esfuerzo financiero (del Foro Social de Porto Alegre 2005 permanecen por pagar cuentas por un total de aproximadamente un millón de dólares), esfuerzos organizativos (para las organizaciones y movimientos del planeta constituye la participación en el Foro un extraordinario esfuerzo organizativo y económico), y sobre todo la preservación, fortalecimiento y profundización de la dinámica del Foro constituye un extraordinario reto político.
Son muchos los problemas que ha sido necesario confrontar, que será necesario seguir confrontando. Son debates políticos que han sido planteados abiertamente desde los indicios de la experiencia del Foro y con seguridad continuarán a lo largo del tiempo.
¿Cómo mejorar la capacidad de actuación e incidencia política sin imponer lógicas centralizadas de definición de líneas políticas comunes para todos? ¿Cómo profundizar en la eficacia política preservando la autonomía de los movimientos y la diversidad de las posturas, y la extraordinaria gama de expresiones organizativas? ¿Cómo preservar, por ejemplo, la acción conjunta entre quienes definen su lucha como una lucha contra el neoliberalismo, el imperialismo y la guerra, y de quienes reivindican una definición directamente anticapitalista o incluso socialista? ¿Cómo lograr la incorporación de los sectores más excluidos del planeta, precisamente los sectores menos organizados, con menor capacidad de trasladarse a los lugares de encuentro de los Foros, lo que para muchos de los participantes fue la contribución más importante del Foro Social de Mumbai 2004, con la masiva presencia de los dalits, los llamados intocables?
Las relaciones de los organizadores de los Foros con las fuentes de financiamiento, con las grandes ONGs internacionales y con los gobiernos constituyen igualmente motivos de serios debates al interior de las organizaciones participantes en los Foros. ¿Cuáles son las fuentes de financiamiento que pueden poner de alguna manera en riesgo la autonomía de los Foros, o por lo menos dar la apariencia de ausencia de autonomía? Estos debates se expresaron, por ejemplo, en el rechazo de los organizadores locales del Foro de Mumbai al financiamiento de la Fundación Ford.
Es evidente, por otra parte, que los Foros son eventos extraordinariamente costosos (pasajes, alojamiento, comida, personal, publicaciones, comunicaciones, instalaciones, equipos de sonidos, traducción, etc., etc.). Con los recursos propios de las organizaciones y movimientos sociales que constituyen la mayoría de los participantes de los Foros, no sería posible su realización.
Es igualmente una fuente de muchos potenciales problemas y tensiones la relación del proceso organizativo de los Foros con los gobiernos locales, provinciales y nacionales donde se realiza el Foro. Si no se cuenta con apoyo de estas diferentes instancias de gobierno no es posible la realización de los Foros, incluso más allá de los aspectos financieros que necesariamente tienen mucho peso.
Esto se refiere a una extraordinaria gama de asuntos que no pueden ser resueltos si no se cuenta con la disposición favorable de los gobiernos: financiamiento, visas, autorización para el uso de espacios e instalaciones públicas, autorización para el uso del espectro radioeléctrico, infraestructura de electricidad y telecomunicaciones requerida, servicios se agua, saneamiento y electricidad sin los cuales no sería posible la instalación de los campamentos de juventud, sin los cuales ni alcanzarían las instalaciones hoteleras y hospedajes solidarios, ni sería económicamente factible la participación masiva de jóvenes tal como ésta se ha dado en los cinco Foros Mundiales.
La experiencia ha demostrado igualmente que es indispensable contar con el apoyo de las autoridades públicas para el tema de la seguridad, lo que exige entre otras cosas que los cuerpos policiales cuenten con una información, formación y sobre todo sensibilización adecuada para estar en capacidad de responder en una forma no represiva a la dinámica de decenas de millares de personas, sobre todo de jóvenes de todas partes del mundo, cuyo comportamiento no necesariamente corresponde con los patrones idealizados de la urbanidad y las buenas costumbres.
Dado este conjunto de exigencias no fue, por supuesto casual, que el primero Foro Social (así como tres de los siguientes cuatro) se realizasen en Porto Alegre. Para el momento del primer Foro en el año 2001 el PT (Partido de los Trabajadores) que apoyaba entusiastamente la convocatoria del Foro estaba en el gobierno tanto en el Estado de Río Grande do Sul, como en el gobierno municipal de Porto Alegre.
Ya se preveía igualmente la posibilidad real de que Lula ganase las siguientes elecciones presidenciales. Constituía la gestión municipal en Porto Alegre, especialmente como resultado de la experiencia del presupuesto participativo el ejemplo más exitoso y reconocido de una gestión de gobierno democrática por parte del PT. El apoyo entusiasta de los gobiernos del PT fue un decisivo factor del éxito de los Foros organizados en Porto Alegre. La pérdida por parte de este partido de las elecciones primero en el Estado de Rió Grande do Sul y más recientemente en Porto Alegre, después de muchos años de gobierno, complico enormemente la realización del Foro de 2005, y fue sin duda un factor en la decisión de organizar el siguiente Foro en otra parte.
En Porto Alegre (enero 2005) el Consejo Internacional del Foro Social Mundial, después de debates que se venían realizando desde hace algún tiempo, acordó alterar la dinámica de los Foros Sociales Mundiales, y decidió la realización de un Foro Social Mundial (centralizado) cada dos años, y una dinámica descentralizada de realización de Foros Sociales Mundiales Continentales en los años alternos. El Consejo Hemisférico (Americano) del Foro Social acordó que el Foro Social Mundial/América 2006 (que sería igualmente el II Foro Social de América) se realizaría en Venezuela en enero del 2006. Esta decisión fue ratificada por el Consejo Internacional del Foro, reunido en Utrech (Holanda) a finales de marzo y comienzos de abril.
El Foro que se realizará en Caracas el próximo año no es un foro venezolano, ni siquiera un foro sólo continental. Es parte de la dinámica descentralizada del Foro Social Mundial. Esto quiere decir que la responsabilidad en la toma de decisiones, en las definiciones metodológicas y en el proceso organizativo del Foro tienen necesariamente que ser coordinadas entre el Consejo Internacional, el Consejo Hemisférico y las organizaciones venezolanas participantes.
La razón principal por la cual se propuso y acordó la realización del Foro en Venezuela es obviamente el proceso político que se vive en el país en la actualidad. La decisión de realizar el Foro en Venezuela es una expresión clara de interés y de solidaridad con los cambios políticos que se dan en el país. En esta decisión jugó un papel importante la referencia que hoy representa Chávez para los movimientos de resistencia al imperialismo neoliberal en el continente, tal como lo confirmó la masiva asistencia a su acto público en el Gigantinho en Porto Alegre el 30 de enero de este año.
Estas razones son igualmente los motivos de las dudas y resistencias, abiertas o implícitas, que se generaron con relación a la candidatura de Venezuela: el temor de que se pretendiera instrumentar el Foro en función intereses y fuerzas políticas coyunturales del país, y que se pudiese allegar a una dinámica sectaria y/o excluyente en contra de lo que ha sido la principal conquista del Foro, su carácter amplio y democrático. Para algunos existe el temor de que el Foro pueda entenderse como un acto más de solidaridad con el proceso venezolano o que éste asumiese un carácter sectariamente gobiernero o chavista.
Todo esto genera unas extraordinarias responsabilidades para la organización del Foro Social Mundial/América en Venezuela en el 2006. Esto exige un cuidadoso manejo de las relaciones del proceso organizativo del Foro con el gobierno. Sin el respaldo político, organizativo y económico expreso del gobierno no sería posible la realización del Foro. Se requiere el apoyo continuado de una amplia gama de organismos públicos tanto municipales como nacionales. Pero si como consecuencia de este respaldo algunos sectores del gobierno y cercanos al gobierno intensasen controlar el Foro o imponerle lógicas determinadas por las exigencias de la coyuntura venezolana, se le estaría dando la razón a los sectores más conservadores del Consejo Internacional.
Lo mismo ocurriría si el proceso organizativo del Foro en Venezuela se convierte en un terreno para las pugnas y confrontaciones entre las diversas fuerzas y organizaciones políticas que hoy se confrontan y pugnan por la hegemonía en los procesos de cambio que hoy vive el país. Todas las diferencias y confrontaciones de posturas deben expresarse libremente en el propio Foro, lo que debe evitarse es que operen como dispositivos de intento de controlar la organización del Foro. Tanto desde el punto de vista del gobierno como de las organizaciones y movimientos sociales y políticos populares del país lo que más conviene es un Foro amplio, participativo, democrático.
Un Foro exitoso, con una muy amplia participación de delegados de toda América representaría una fuerte expresión de solidaridad con el proceso de cambio que hoy vive en país y un expreso rechazo a las políticas de aislamiento e intervención que impulsa el gobierno de los Estados Unidos con la complicidad de algunos sectores de la oposición venezolana, una confirmación del carácter democrático del proceso de cambio que ocurre en el país.
Un Foro amplio, participativo y democrático ofrece una oportunidad única para estrechar las relaciones entre las organizaciones y movimiento populares de Venezuela y Colombia, como forma concreta de derrotar los intentos de generar tensiones entre las poblaciones de los dos países.
Un Foro amplio, participativo, democrático, en el cual estén presentes la más amplia gama posible de organizaciones y movimientos sociales del continente (dentro del espectro de crítica al neoliberalismo, imperialismo y militarismo tal como esto está señalado en la Carta de Principios) con los cuales se pueda intercambiar experiencias y coordinar luchas, sería de una extraordinaria importancia política y pedagógica para las organizaciones y movimientos populares venezolanos. Contribuiría a levantar la mirada más allá del ombligo, más allá del proceso nacional, para asumir una perspectiva más global y aprender -hay mucho que aprender- de otras experiencias. Un Foro amplio, participativo, democrático sería un espacio de aprendizaje colectivo de nuevas formas de hacer política, un potente antídoto contra las tendencias sectarias y excluyentes que se expresan tan frecuentemente en los actuales debates nacionales.
Desde el punto de vista de los objetivos mundiales, continentales y nacionales del Foro, lo peor que pudiese pasar es que algún grupo o grupos intentase controlar el Foro, o que las pugnas por el control del Foro apartasen energías del enorme esfuerzo requerido para la realización de un Foro exitoso, Foro en el cual puede esperarse fácilmente la presencia de unas 50.000 personas. Para evitar estas pugnas sectarias por el control, además de la madurez y voluntad política requerida, es indispensable que la metodología del proceso organizativo sea lo más abierta, lo más descentralizada, lo más democrática posible.
Una metodología tan abierta y tan descentralizada que no sea posible su control político-organizativo. En esta dirección se avanzó significativamente en el Foro de Porto Alegre de este año. Los organizadores del Foro no asumieron como su responsabilidad la jerarquización de las actividades entre las más o las menos importantes y no organizaron grandes mesas redondas, ni invitaron a algunas grandes estrellas de la política de la resistencia global para hablar en los horarios y sitios privilegiados. Por el contrario, todas las actividades las aproximadamente 2500 actividades realizadas fueron totalmente autogestionadas por las organizaciones participantes.
Los organizadores del Foro realizaron un amplio proceso de consulta previo, y sobre la base de ésta, definieron 11 amplios Espacios Temáticos que fueron abiertos a las propuestas hechas por organizaciones y agrupaciones de todas partes del mundo. No se ejercitó para ello ningún veto por parte de los organizadores. De acuerdo a las actividades propuestas y de las estimaciones sobre participantes potenciales en cada actividad, se realizó la distribución de éstas en diferentes horarios y locales. Aparte de las marchas de inicio y clausura del Foro, no hubo en el Foro ninguna actividad central. (Las intervenciones de Lula y de Chávez no formaron parte de la organización formal del Foro).
Dentro de los amplios límites definidos por la Carta de Principios del Foro, todas las actividades propuestas por organizaciones nacionales, continentales y mundiales deben ser aceptadas sin exclusión. Nadie es dueño del Foro, y dentro de los límites amplios de la Carta de Principios, nadie tiene el derecho a decidir quiénes pueden y quienes no pueden participar.
Dada la intensidad del debate político en Venezuela hoy, no sólo entre las llamadas fuerzas del cambio y las fuerzas de la oposición, sino al interior de las fuerzas del cambio es de esperar que el Foro será un lugar privilegiado, no sólo de intercambio de experiencias, de coordinaciones y definiciones de acciones y luchas conjuntas, sino igualmente de debates y confrontaciones entre diferentes posturas, a veces posturas radicalmente enfrentadas. Esto forma parte del debate democrático: no hay que temerlo, carece de sentido intentar evitarlo.
Es necesario por lo tanto buscar separar en la medida de lo posible los acuerdos necesarios en el proceso de organización del Foro de manera que todos los esfuerzos apunten en la dirección de su máxima apertura democrática, y los intercambios y debates políticos que cada persona, grupo u organización formulará de acuerdo sus propios criterios durante la realización del Foro.
Dada la importancia del Foro Social Mundial en las luchas por otro mundo posible, y la importancia crítica que éste tiene para el avance y profundización democrática de los cambios que hoy se dan en el país, es fundamental que tanto el gobierno como las organizaciones sociales asuman que de lo que se trata es de crear un espacio para el debate, la polémica, el intercambio de experiencias, la coordinación de luchas y campañas. Cualquier intento de control o de imponer una orientación política particular puede poner en riesgo la frágil arquitectura del Foro.
Es preocupante que aun antes de comenzar formalmente los procesos organizativos, antes incluso de que el Consejo Internacional ratificase la sede en Venezuela del Foro Social Mundial/América comiencen a aparecer señales de pugnas por el control del proceso y comiencen a utilizarse calificativos y denuncias que no pueden sino enrarecer el necesario ambiente democrático requerido para un Foro exitoso.
Carta de Principios del Foro Social Mundial
El Comité de entidades brasileñas que organizó el primer Foro Social Mundial, realizado en Porto Alegre del 25 al 30 de Enero de 2001, considera necesario y legítimo, después de analizar los resultados de dicho Foro y las expectativas por él creadas, establecer una Carta de Principios que oriente la continuidad de esa iniciativa. Los principios que constan en la Carta - que deberán ser respetados por todos los que desearen participar del proceso y por aquellos que sean miembros de la organización de las nuevas ediciones del Foro Social Mundial - consolidan las decisiones que presidieron al Foro de Porto Alegre, que garantizaron su éxito y ampliaron su alcance, definiendo orientaciones que parten de la lógica de esas decisiones.
- Foro Social Mundial es un espacio abierto de encuentro para: intensificar la reflexión, realizar un debate democrático de ideas, elaborar propuestas, establecer un libre intercambio de experiencias y articular acciones eficaces por parte de las entidades y los movimientos de la sociedad civil que se opongan al neoliberalismo y al dominio del mundo por el capital o por cualquier forma de imperialismo y, también, empeñados en la construcción de una sociedad planetaria orientada hacia una relación fecunda entre los seres humanos y de éstos con la Tierra.
- El Foro Social Mundial de Porto Alegre fue una realización colocada dentro de su tiempo y espacio. A partir de ahora, basándose en la proclamación que surgió en Porto Alegre que "otro mundo es posible", el Foro se convierte en un proceso permanente de búsqueda y construcción de alternativas, no limitándose exclusivamente a los eventos que le den apoyo.
- El Foro Social Mundial es un proceso de carácter mundial. Todos los eventos que se realicen como parte de este proceso tendrán una dimensión internacional.
- Las alternativas propuestas en el Foro Social Mundial se contraponen a un proceso de globalización, comandado por las grandes corporaciones multinacionales y por los gobiernos e instituciones que sirven a sus intereses, con la complicidad de los gobiernos nacionales. Estas alternativas surgidas en el seno del Foro tienen como meta consolidar una globalización solidaria que, como una nueva etapa en la historia del mundo, respete a los derechos humanos universales, a todos los ciudadanos y ciudadanas de todas las naciones y al medio ambiente, apoyándose en sistemas e instituciones internacionales democráticos que estén al servicio de la justicia social, de la igualdad y de la soberanía de los pueblos.
- El Foro Social Mundial reúne y articula a entidades y movimientos de la sociedad civil de todos los países del mundo, pero no pretende ser una instancia de representación de la sociedad civil mundial.
- Las reuniones del Foro Social Mundial no tienen un carácter deliberativo. O sea, nadie estará autorizado a manifestar, en nombre del Foro y en cualquiera de sus encuentros, posiciones que fueran atribuidas a todos sus participantes. Los participantes no deben ser llamados a tomar decisiones, por voto o aclamación - como conjunto de participantes del Foro - sobre declaraciones o propuestas de acción que incluyan a todos o a su mayoría y que se propongan a ser decisiones del Foro como tal.
- Por consiguiente, debe asegurarse que las entidades participantes de los encuentros del Foro tengan la libertad de deliberar - durante la realización de las reuniones - sobre declaraciones y acciones que decidan desarrollar, aisladamente o de forma articulada con otros participantes. El Foro Social Mundial se compromete a difundir ampliamente esas decisiones, por los medios a su alcance, sin direccionamientos, jerarquizaciones, censuras o restricciones, aclarando que son deliberaciones de las propias entidades.
- El Foro Social Mundial es un espacio plural y diversificado, no confesional, no gubernamental y no partidario, que articula de manera descentralizada y en red a entidades y movimientos que estén involucrados en acciones concretas por la construcción de un mundo diferente, local o internacional.
- El Foro Social Mundial siempre será un espacio abierto a la pluralidad y a la diversidad de actuación de las entidades y movimientos que quieran participar, además de abierto a la diversidad de géneros, etnias, culturas, generaciones y capacidades físicas, desde que sea respetada la Carta de Principios. No deben participar del Foro representaciones partidarias ni organizaciones militares. Podrán ser invitados a participar, en carácter personal, gobernantes y parlamentarios que asuman los compromisos de esta Carta.
- El Foro Social Mundial se opone a toda visión totalitaria y reduccionista de la economía, del desarrollo y de la historia y al uso de violencia como medio de control social por parte del Estado. Propugna el respeto a los Derechos Humanos, la práctica de una democracia verdadera y participativa, las relaciones igualitarias, solidarias y pacificas entre las personas, etnias, géneros y pueblos, condenando a todas las formas de dominación o de sumisión de un ser humano a otro.
- El Foro Social Mundial, como espacio de debates, es un movimiento de ideas que estimula la reflexión y la divulgación transparente de los resultados de esa reflexión sobre los mecanismos e instrumentos de dominio del capital, sobre los medios y las acciones de resistencia y de superación de ese dominio, sobre las alternativas propuestas para solucionar los problemas de exclusión y desigualdad social que están siendo creados, tanto internacionalmente como en el interior de los países, por el proceso de globalización capitalista, con sus dimensiones racistas, sexistas y destructivas del medio ambiente.
- El Foro Social Mundial, como espacio de intercambio de experiencias, estimula el mutuo conocimiento y el reconocimiento por parte de las entidades y movimientos participantes, valorando el intercambio, en especial de aquello que la sociedad construye para centrar la actividad económica y la acción política en la atención a las necesidades del ser humano y el respeto por la naturaleza, tanto para la generación actual como para las futuras.
- El Foro Social Mundial, como espacio de articulación, busca fortalecer y crear nuevas articulaciones nacionales e internacionales, entre entidades y movimientos de la sociedad, que aumenten, tanto en la esfera pública como la privada, la capacidad de resistencia social no violenta al proceso de deshumanización que vive el mundo y a la violencia utilizada por el Estado, además de fortalecer aquellas iniciativas de humanización que están en curso a través de la acción de esos movimientos y entidades.
- El Foro Social Mundial es un proceso que estimula a las entidades y movimientos participantes a que coloquen sus acciones locales y nacionales junto a las instancias internacionales, como cuestiones de ciudadanía planetaria, introduciendo en la agenda global las prácticas transformadoras que estén vivenciando para la construcción de un nuevo mundo más solidario.
Aprobada y adoptada en São Paulo, el 9 de abril de 2001, por las entidades que constituyen el Comité de Organización del Foro Social Mundial. Aprobada con modificaciones por el Consejo Internacional del Foro Social Mundial el día 10 de junio de 2001.
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