Creo que en una atmósfera de tranquilidad y con la ayuda de buenos asesores trataría de ocupar el puesto de primer ministro. Sin embargo, existen aún demasiados símbolos del pasado que constituyen una amenaza para el país. Todos aquellos que ocupaban puestos de responsabilidad en los servicios de seguridad e inteligencia deben irse. Uno de ellos es Lahud, quien está dispuesto a quedarse y dirigir el país como antes, cuando permitía que los servicios de inteligencia se inmiscuyeran en los asuntos de todos los ministerios y gabinetes. Si llego a ocupar el puesto de primer ministro sería conveniente apartar a algunas personas. En cambio, nada puedo hacer contra alguien que se encuentre por encima de mí en la jerarquía y esto me preocupa. Quien asesinó a Rafic Hariri puede también atentar contra Saad Hariri. Nada puede impedírselo, pero seguiré adelante.
Luego de las elecciones entablaremos negociaciones y encontraremos una solución pacífica al igual que lo hicimos en el pasado. La única diferencia entre Hezbollah y las restantes milicias es que constituyen una fuerza de oposición a la ocupación israelí. Una parte del Líbano permanece ocupada. El problema de las granjas de Shebaa es algo secundario, pero supongamos que lográramos desarmar a Hezbollah y que las granjas permanecieran ocupadas por los israelíes: en ese caso el ejército libanés tendrá que enfrentarse a la ocupación. Ello significaría el inicio de una guerra entre Israel y el Líbano. Los israelíes deben abandonar las granjas de Shebaa ya que este territorio pertenece al Líbano.
Las relaciones entre nuestro país y Siria son las de dos países fronterizos que respetan su mutua soberanía. Siempre hemos mantenido buenas relaciones con Estados Unidos. El proceso de paz propuesto en 2002 por los herederos del príncipe Abdallah era mucho más serio. Quisiéramos que se estableciera la paz con Israel. Esperamos que el proceso de paz siga adelante con nuestra participación, la de los sirios y la de los restantes países árabes.

Fuente
Inopressa (Federación de Rusia)

«Я готов стать премьером, но следует убрать друзей Сирии», por Saad Hariri, Inopressa, 30 de mayo de 2005. Adaptación de una entrevista cuyo original fue publicado por el diario italiano La Republica.