Todo el secreto para que el país cambie está, según el gobierno de Alfredo Palacio, en elaborar un nuevo estatuto electoral, que permita, según dicen los ciudadanólogos (nueva categoría en la que se les podría incluir a los antiguos politólogos o sociólgos del stablishment), una mayor participación y representación electoral de los ciudadanos.
¿En qué consisten las “revolucionarias” propuestas que se discuten en torno a reformas electorales? La más promovida es aquella de dividir al país en distritos electorales. El argumento es que los ciudadanos tendrían la posibilidad de elegir a alguien que los represente de manera directa y a quien puedan exigir cuentas permanentemente. Suena bien, pero lo que lograría esta reforma, en esencia, es consolidar el poder de caudillos bajo políticas clientelares
El Presidente no está quieto durante la entrevista, de vez en cuando se pone de pie, gesticula y sonríe. Es un buen receptor de las sugerencias que su flamante Secretario de Comunicación le hace. Evidentemente, Andrés Seminario no quiere hacer quedar mal a la empresa de la que es vicepresidente: Gray Comunnications Inc, por ello debe construir una nueva imagen del Presidente de la República: dinámica, segura, solvente.
Así, puesto esa nueva imagen, Alfredo Palacio busca vender su propuesta de “refundación del país”, propuesta que él sabe que por el momento solo se toma en cuenta a nivel de medios de comunicación; porque al pueblo poco le interesan aún las entelequias televisadas que buscan justificar un cúmulo de reformas al sistema constitucional y legal, que en el fondo están orientadas a maquillar al sistema, a readecuarlo a las nuevas condiciones de acumulación capitalista. Eso que el “Sistema de Concertación Nacional” ya está en marcha y pronto se agotará la etapa de recolección de propuestas (el plazo termina el 15 de julio).
Después de las experiencias vividas en los últimos 10 años, los pueblos saben que la decadente institucionalidad, por más reformas que se apliquen sobre ella, nunca representará íntegramente los intereses de los trabajadores y pueblos. Sin embargo, están obligados a participar en el debate e impulso de propuestas de auténticas reformas, si no quieren dejar el escenario libre a los poderosos.
La piedra angular de la refundación del país que Palacio propugna es, según ha dejado claro en las primeras cadenas y entrevistas, la reforma a la ley de elecciones. Todo el secreto para que el país cambie, según esta visión, está en elaborar un nuevo estatuto electoral, que permita, según dicen los ciudadanólogos (nueva categoría en la que se les podría incluir a los antiguos politólogos o sociólgos del stablishment), una mayor participación y representación electoral de los ciudadanos.
¿En qué consisten las “revolucionarias” propuestas que se discuten en torno a reformas electorales? La más promovida es aquella de dividir al país en distritos electorales. El argumento es que los ciudadanos tendrían la posibilidad de elegir a alguien que los represente de manera directa y a quien puedan exigir cuentas permanentemente. Suena bien, pero lo que lograría esta reforma, en esencia, es consolidar el poder de caudillos bajo políticas clientelares. El Congreso integrado así podría constituirse en un antro de mayor corrupción, ya que los diputados, por responder a las necesidades de sus distritos (que seguro tendrían que ver con obra pública y recursos) se verían obligados a volver al trámite oculto e ilegal de partidas extrapresupuestarias o a vender sus conciencias.
El sistema distrital, además, lejos de lograr mayor representación, acabaría con derechos legítimos que tienen provincias pequeñas como las de la Amazonía o Galápagos, que no reunirían el número de habitantes necesario para constituirse en distrito, por lo cual se verían obligadas a sumarse a otras provincias para elegir a su representante, perdiendo así su autonomía política.
El propósito de fondo con la distritalización podría ser incluso el de dar el paso definitivo al viejo proyecto de bipartidismo que promueve el Partido Social Cristiano, en su momento con la DP y ahora con la ID. Es obvio pensar, por ejemplo, que si actualmente estos partidos tienen una gran fuerza electoral, el uno en Pichincha y el otro en Guayas, que les ha permitido llevarse casi la totalidad de escaños, los distritos, que serían integrados bajo el criterio de un representante por cada uno, los escaños serían en su totalidad de esos partidos, eliminando toda posibilidad de las minorías a ser representadas. Incluso en el caso de que fueran dos representantes por distrito, la votación no alcanzaría a las minorías para tener derecho a un escaño. Esto implantaría un esquema absolutamente atidemocrático, dominado por las empresas electorales de propiedad de los grupos económicos de poder.
Otra de las fórmulas mágicas para resolver el desprestigio profundo de una de las instituciones claves de la democracia burguesa, y que se ha convertido en el símbolo de la corrupción, es volver a la bicameralidad del Congreso Nacional. Nada novedoso o revolucionario, por cierto, ya que sería volver a lo que regía en el país hasta el año 70, en donde había un Senado, integrado por “nobles” representantes de los sectores oligárquicos, y que era, en la práctica, el que tenía la última palabra, y una cámara de diputados en el que podían estar los sectores populares y medios de la población, es decir, la Cámara de los “gucharnacos”. Un sistema lento y poco efectivo si de legislar y fiscalizar se trata, pero que garantizaría en este momento la imposición sin problemas de las políticas entreguistas de las élites, algo que algunos de los ciudadanólogos llaman “gobernabilidad”.
Los demás temas que también se discuten, como el convertir al Tribunal Constitucional en una sala de la Corte Suprema, o convertir al Tribunal Supremo Electoral en una corte electoral, sin representación de partidos políticos y, por tanto, eliminar el fondo de participación que los partidos políticos reciben del Estado, así como la reposición del gasto electoral, van por el lado de eliminar a partidos políticos de los sectores populares, porque las empresas electorales de las élites existirían sin dificultad, además de que sus intereses estarían siempre representados por los nuevos jueces electorales.
¿Qué consulta popular le interesa realmente a los pueblos?
Es fundamental la presión popular en torno a que el gobierno incluya en la consulta popular, aspectos realmente trascendentes para el país. Muchos han estado en agenda de manera constante en los últimos años:
– La suscripción o no del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos.
– La permanencia o no de las tropas yanquis en la base aérea de Manta
– La participación o no del Ecuador en el Plan Colombia
– La elección universal de los jueces de la Corte Suprema de Justicia
– La confiscación de los bienes de los banqueros responsables del atraco de 1999
– Que todos los acuerdos internacionales que comprometan los intereses y el desarrollo del país se los someta a consulta popular
– Que la Constitución garantice la democratización de la comunicación, a través disponer de un porcentaje del Presupuesto del Estado para los medios de comunicación comunitarios y alternativos.
Sistema de concertación pre consulta popular
El sistema consta de varios canales comunicacionales:
1- Casilla Postal AP001 Quito. (envío sin costo)
2- Ánforas en todas las sucursales del Banco Nacional de Fomento.
3- Página Web: www.conam.gov.ec
4- Correo electrónico: meescucha@conam.gov.ec
El medio electrónico es importante por dos motivos: se receptarán las propuestas directamente, y esto permitirá ingresar a los sistemas de computación y hacer visibles los documentos que se reciban.
Se ha realizado un convenio con CORAPE (Red de Radios Populares del Ecuador) para que las radios funcionen como receptoras y difusoras de las propuestas.
La línea “1800 Me escucha” brindará la información que los ciudadanos requieren para acceder a estos mecanismos de recolección de propuestas y difusión.
Hay un callcenter que iniciará con cuatro operadoras que atenderán los teléfonos, se cuenta con un sistema automatizado, donde habrá un IBR con una respuesta automática con información a la ciudadanía acerca del proceso.
En la etapa de clasificación de las propuestas existen tres equipos operativos: los digitalizadores, que se encargan de recibir y reenviar la propuestas; un equipo de la Universidad Católica, SEK, San Francisco, Universidad Central, quienes participarán en la lectura de los temas y en un breve resumen que se hará. Habrá un equipo de asesoría del CONAM, como Jorge Salles, experto en el manejo de conflictos y Mario Piñeiros, que maneja el tema de Concertación y diálogo que, según parece, será el que tenga el poder de cernir las propuestas que se acepten y las que se den a conocer.
Estos tres niveles operativos van a tener, según la propuesta del gobierno, la veeduría de organismos internacionales como la CAN, GTZ, Parlamento Andino, entre otros.
Maneras de Ingresar a través de la página Web: www.conam.gov.ec
En la página del CONAM existe un icono que permitirá entrar directo al sistema, en donde se encontrará información con respecto a qué hace el sistema, cómo funciona y para qué debemos utilizarlo. En la parte superior está el instructivo y la segunda opción ‘haga su propuesta’, en donde se entra directamente al sistema. Ahí hay dos opciones para hacer la propuesta: personal y la de grupo, en donde se pide el número de cédula y la dirección, que a la vez servirá como un banco de datos y un retorno en cuanto a la información y preguntas que se haga. En esta página se pueden escribir hasta 10 000 caracteres, es decir alrededor de unas cinco páginas, en caso de requerir más páginas, en la parte inferior izquierda de la pantalla existe un icono que dice ‘cargar archivo de propuesta’, lo que permitirá poner un archivo de word, etc.
La diferencia entre la propuesta personal y la de grupo radica en la definición del grupo en la parte superior izquierda de la pantalla. La persona representante del grupo pone la información personal de la misma y en la parte de abajo, en ‘cargar archivo de propuesta’, debe constar además la lista de las personas que están adjuntas a ese grupo, con los respectivos nombres y números de cédulas.
Andrés Michelena
Director de Comunicación del CONAM
Habrá una clasificación, priorización y tematización de toda la información que nos llega, por ejemplo, si nos llegan 10 000 propuestas, de ahí pueden ser 5 000 de un tema, 1 000 de otro tema; de acuerdo a esto vamos viendo los temas que se van seleccionando a través de las propuestas. Esto nos va a servir para tres cosas: a) Posibles preguntas de la consulta popular, b) reformas legales y constitucionales y c) para políticas de Estado; adicionalmente llegarán propuestas locales de ciertos pueblos ciudades, cantones o parroquias, lo procesaremos e inmediatamente entregaremos a los gobiernos seccionales las necesidades de la gente. Esta información nos permitirá establecer planes de gobierno, para los futuros gobiernos que estén de acuerdo a las realidades nacionales.
Se ha suscrito un convenio con AME, CONCOPE, CORAPE , CONAJUPARE, la idea es que los gobiernos seccionales se sintonicen con los pueblos a través de las Asambleas que ya tienen. La idea es abrir la discusión a todos los ecuatorianos y no priorizar a través de ninguna asamblea, ni de ninguna mesa, por eso es importante el sistema porque prevé recoger la información tanto individual como colectiva.
Manténgase en contacto
Síganos en las redes sociales
Subscribe to weekly newsletter