El discurso de ayer de Tony Blair ante el Parlamento Europeo demuestra que sigue siendo uno de los más grandes comunicadores de nuestra época. No hay un solo párrafo que yo no estuviese dispuesto a firmar personalmente. Blair hizo ante el Parlamento una presentación de los avances sociales que ha logrado el New Labour desde su llegada al poder. Al hacerlo, fustigó las caricaturas del gobierno británico, que presentan un gobierno que la emprende contra los pobres en nombre del mercado.
No es sorprendente, sin embargo, que no se conozca el aspecto social de la política laborista. Blair habla poco de ella. Daría más peso a la presidencia británica en el seno de la Unión Europea que el primer ministro insistiera más en ese punto. Además, no hay un diputado europeo interesado en la justicia social que se oponga a la visión de Tony Blair sobre la Política Agrícola Común (PAC), política que beneficia a poca gente en Europa mientras que destruye las economías africanas. Ni el propio Partido Socialista francés está dispuesto a defender la PAC en su forma actual.
Sin embargo, el equipo británico no ha sido capaz de lograr la unión en cuanto al tema y formar una coalición sobre ese asunto. Nuestro aislamiento en el seno de Europa nos hace incapaces de influir sobre la Unión Europea y alimenta el euroescepticismo en nuestro país.
«Blair can get Europe behind him», por Robin Cook, The Guardian, 24 de junio de 2005.
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