«Bush quiere instaurar gobiernos dóciles»

El gobierno estadounidense afirma que los movimientos de oposición que surgen en el Medio Oriente son un fenómeno democrático provocado por la invasión de Irak. Sin embargo, nadie celebra oficialmente el ataque de Japón a Pearl Harbor, el 7 de diciembre, aunque condujo a la liberación de Indonesia del poder colonial holandés y luego a la liberación de la India y de Singapur que eran víctimas del sanguinario imperialismo británico. No se puede justificar una guerra a posteriori porque haya arrojado al menos arrojó algún resultado positivo. Quienes dicen que por lo menos hubo elecciones en Irak son optimistas, por no decir oportunistas.

El objetivo del gobierno de Bush no era en ningún momento liberar y democratizar a Irak. Los bombardeos contra Vietnam también debían traer la libertad al pueblo. El gobierno quiere instaurar regímenes dóciles. ¿Cómo? Mediante la ocupación del país, excluyendo de las elecciones a los candidatos que no defienden sus intereses. Se les entregan los medios para actuar a las fuerzas políticas que fueron escogidas reescribiendo la Constitución y se organizan «elecciones libres». Los estadounidenses tampoco querrían que existiera en su propio país un sistema en el que la población decidiera realmente la política nacional. Las elecciones en Irak y en Afganistán tenían como único objetivo hacer que la ocupación fuera aceptada. Y dio resultado, Bush compró las elecciones como un aval de la invasión por parte del pueblo.

El principal peligro que representaba Saddam era que no se plegaba a las exigencias. Lo utilizaron entonces para ofrecer un escarmiento ejemplar. La oposición a la opresión que se observa en la región es positiva, donde quiera que se manifieste, pero los movimientos actuales existen desde hace mucho tiempo. Estados Unidos tiene objetivos propios cuando exporta la democracia. Algunos gobiernos constituyen un estorbo [para Estados Unidos] no porque no organicen elecciones sino a causa de sus ambiciones en materia de política exterior. Europa tiene prácticamente los mismos intereses y, por lo general, coopera. La guerra contra Yugoslavia es un ejemplo. Hasta en el ministerio de Defensa británico se reconoce que antes de los bombardeos contra Yugoslavia la mayoría de los muertos eran responsabilidad del ejército de liberación de Kosovo. Las limpiezas por parte de los serbios solo se iniciaron después del comienzo de la guerra de la OTAN, pero de eso no se habla en Europa.