Cuando los medios reseñaron unas declaraciones del “reverendo” estadounidense Pat Robertson, en las que pidió, a través de su programa de televisión, la eliminación física del presidente Chávez, recordamos que este llamado tiene rato rondando los espacios de opinión de los medios de EEUU, sin que nadie piense que se trate de un delito.
Cuando los medios reseñaron unas declaraciones del “reverendo” estadounidense Pat Robertson, en las que pidió, a través de su programa de televisión, la eliminación física del presidente Chávez, recordamos que este llamado tiene rato rondando los espacios de opinión de los medios de EEUU, sin que nadie piense que se trate de un delito.
Retrocedamos un poco. El lunes 24 de octubre de 2004, los venezolanos vimos, a través del canal 8, la parte final de un programa de tv “mayamero”, en el que entrevistaban a Orlando Urdaneta (un actor de teatro y novelas, devenido en triste caricatura de dirigente sindicalista adeco) que, autoexiliado ahora pedía a gritos en el “basurero del mundo”- que había que matar a Chávez.
Aquello, luego de superado el ataque de risa nacional que generó el “alterado y desorbitado” Urdaneta, nos dejó ver por donde venían los tiros. Es decir, la denuncia sobre magnicidio que el mismo presidente Chávez viene realizando, dejaba ver los hilos de un terrible raíd que apenas asoma sus sombras en mequetrefes como el entrevistado.
La cita se dio en un programa de nombre "Maria Elvira Confronta" del canal 22 de la televisión de Miami y que conduce la periodista Maria Elvira Salazar.
Urdaneta, un enano siniestro al que le subieron la silla para que llegara al tamaño de la entrevistadora, dijo "…pero todo esto tiene que partir por la desaparición física, por lo menos, del ’perro mayor’ y cuidado si una buena parte de la jauría. Ahí no hay lugar a dudas: esto no tiene otra salida. La desaparición física, definitivamente."
Un poco más atrás
Meses antes, también de Miami (ciudad con predilección para recoger a toda la basura política del continente) leíamos un cable de la agencia EFE, fechado el 31 de marzo que indicaba que “Un grupo radical del exilio cubano se ofreció a entrenar y ayudar a los venezolanos que deseen optar por "la beligerancia", en caso de que no resuelvan de forma pacífica la aguda crisis política de su país”.
El “vocero”, era el autonombrado "comandante en jefe" del grupo extremista anticastrista, "Comandos F-4", con sede en la Florida, Rodolfo Frómeta. A lo anterior agregó: "desde un principio hemos estado apoyando a la oposición venezolana, incluso creamos una alianza cívico-militar con el (ex) capitán Luis García Morales" (éste último, un militar disidente de aquella “rebelión” 5 estrellas de la plaza Altamira de Caracas y el hotel Four Season’s)
Entre las infidencias que hacía Frómeta a EFE, en momentos de euforia oposicionista en Venezuela, rescatamos esta: “hemos usado nuestro campamento para dar entrenamiento a todos aquellos venezolanos que entienden que con los comunistas no hay nada que tratar".
Reverendo hijo de…
Por los antecedentes anteriores, la aparición de Pat Robertson es, simplemente, la expresión del deseo de algunos sectores estadounidenses que desean salir de Chávez, a la brava, para recuperar sus negocios con la oligarquía local.
Recordemos que durante su programa “The 700 Club” en la Christian Broadcast Network (CBN) Roberston dijo que Estados Unidos “tiene la capacidad de eliminar a Chávez y llegó el momento de usar esta capacidad. Estados Unidos no tiene necesidad de otra guerra de 200 mil millones de dólares para liberarse de un dictador”.
¿Quién es Robertson?
Telepredicador y ex candidato a la Presidencia del Estados Unidos. Un fascista vinculado a la familia Bush y a Dick Cheney. Pertenece a los grupos ultraderechistas dominantes en la Casa Blanca y es sido usado por los servicios de inteligencia estadounidenses para llevar a cabo operaciones contra movimientos progresistas en Estados Unidos y en países de Sur América.
Es presidente de una Cadena de Emisoras Cristianas, la Christian Broadcasting Netwok (CBN), en la cual participan los miembros del “Clan” Bush desde hace tres décadas. Es un multimillonario, al frente de una organización criminal, el “Club de los 700”, responsable de numerosos atentados y con estrecha conexión con el mundo de los gansters y mafias internacionales.
Pero con todos estos antecedentes a cuestas, hizo el llamado que hizo y luego… cuando se vio que el gobierno bolivariano avanzó en una acusación formal ante los tribunales norteamericanos, el reverendo envió una carta a Chávez en la que le pide perdón, como si tratara de evitar una acción judicial.
Chávez se negó a leerla en su programa dominical, este 04 de septiembre, señalando que Robertson debería leerla en su programa. Yo leí esa carta, tengo una copia fotostática y para darle la relevancia histórica que se merece, la pegué en la tapa de mi WC… ¡Es todo un acontecimiento! Imagino las llamadas y las presiones para que enviara esa nota…
De cualquier manera, la denuncia está hecha. Las intensiones de matar a Chávez dejaron de ser ficción incluso, hasta para su más enconados opositores (sin incluir irrecuperables mentales como Andrés Velásquez) Aquello de “cuidar” a Chávez se vuelve imperiosa necesidad. Estados Unidos, aunque ocupados por ahora en otros menesteres, sabe que en Venezuela hay petróleo de sobra y nuestra responsabilidad como país y como ciudadanos, es cuidarlo.
Los presidente estadounidenses siempre repiten: “Dios Bendiga a Norteamérica”, y en este momento es mejor que así sea, porque con Bush, Robertson y Orlando Urdaneta, sólo el máximo creador puede con ese país…
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