Me sentí decepcionada por la publicación de los resultados de un sondeo realizado en el distrito de la universidad de Moscú. Esa encuesta afirma que el 28% de los electores declaran estar dispuestos a votar por Mijaíl Khodorkovski. Esta situación debería hacer que me sintiera feliz por el candidato y por esta circunscripción; además, ese es el caso, pero lamento que los resultados se hayan hecho públicos. En efecto, de ahora en adelante se redoblarán los esfuerzos del poder para impedir que se presente Mijaíl Khodorkovski.
El 2 de septiembre, la comisión central de elecciones estableció la fecha de las elecciones el 4 de diciembre. Como Mijaíl Khodorkovski esperaba la apelación de su juicio y dado que la ley prevé que un condenado pueda presentarse a una elección en tanto no se haya procesado su apelación, era evidente que podría hacerlo. En realidad, es habitual que un proceso de apelación demore varios meses, pero una vez fijada la fecha de la elección, la justicia rusa adelantó la fecha del juicio, violando así la ley. Esta maniobra tiene por objetivo impedir la presentación de Mijaíl Khodorkovski.
Esta elección es mucho más importante ya que será la última vez que se votará por un candidato para la Duma. Después, sólo habrá escrutinio por lista. En esta última elección, somos testigos de la lucha de la enorme maquinaria estatal que quiere impedir el triunfo de un candidato.
«Moving the Goalposts for Khodorkovsky», por Masha Gessen, Moscow Times, 15 de septiembre de 2005.
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