Bernard Kouchner, quien ya ambicionó administrar Irak como Kosovo en nombre de la ONU, prologa Le Livre noir de Saddam Hussein que acaba de aparecer en librería. Una banda roja, colocada por el editor, llama la atención de los compradores al anunciar que el dictador sería responsable de la muerte de dos millones de personas.
Aunque basada en hechos precisos, esta presentación de las cosas ha sido tergiversada al punto de ser deshonesta. Parece ignorar que, si bien Sadam Husein fue el general en jefe de la guerra contra Irán, fueron las potencias atlánticas las que exigieron y financiaron esta guerra para oponerse a la revolución islámica. La invasión a Irán por parte de Irak fue además el primer ataque a un Estado soberano por parte de otro no condenado por el Consejo de Seguridad.
Por otra parte, en vísperas de la invasión a Irak por la Coalición, los servicios de propaganda atlánticos atribuyeron a Sadam Husein la responsabilidad personal de crímenes de guerra hasta entonces atribuidos a otros. Es el caso de la famosa masacre de Halabja, que un informe militar norteamericano había demostrado deberse al desplazamiento hacia una zona habitada de gases utilizados por los iraníes en el campo de batalla.
Por lo demás, la atribución de la responsabilidad de dos millones de muertes es tan poco creíble que las autoridades de la Coalición hablan hoy de cientos de miles de víctimas.
Sin embargo, tampoco estas últimas cifras podrían ser atribuidas únicamente a Sadam Husein, exonerando a las grandes potencias de su responsabilidad, de ahí que el tribunal iraquí establecido por Estados Unidos para juzgar al tirano destronado sólo lo haya inculpado de 148 asesinatos.
El aumento excesivo de las cifras, avalado por Kouchner, tiene como objetivo justificar a posteriori la operación llevada a cabo por la Coalición. Si no hay armas de destrucción masiva en Irak, se fue allí a derrocar a un sanguinario dictador, pero si Sadam Husein era menos sanguinario de lo que se dice, ¿cómo justificar entonces una invasión cuyo saldo es de millares de muertos?
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