El poder de las protestas

Quien no ha escuchado más de una vez decir: "Yo no pierdo mi tiempo en acudir a marchas, nada cambia" "Yo no tengo tiempo" o "Yo no me meto en problemas, prefiero hacer otros tipos de trabajo de solidaridad". Sin embargo según la experiencia histórica mundial, las protestas masivas o pequeñas generalmente en sus comienzos, así como boicots, la desobediencia civil, han demostrado que estas estrategias apropiadamente coordinadas, consistentes y disciplinadas han ejercido presión cambiado efectivamente leyes y políticas que han afectado de manera significativa ha sectores que no han sido escuchados o tratados con justicia. Los siguientes son algunos ejemplos de protestas masivas que han logrado exitosamente sus metas u objetivos principales.

El movimiento de las mujeres a principios del siglo pasado obtuvo el derecho a votar en Estados Unidos gracias a que ellas mismas se organizaron y tomaron las calles masivamente. Esto acompañado de escritos en la prensa, música, escenas de teatro, volantes, pasando la voz y la solidaridad de otros sectores sociales. Todo esto costó grandes sacrificios y viajes constantes a lo largo de toda la nación llevando su mensaje del derecho al voto de la mujer.

Las luchas del movimiento de los derechos civiles sobretodo en los años 60’ es un positivo ejemplo también de logros para los afroamericanos y pacifistas. Hubo marchas a lo largo y ancho de la nación, discursos en las iglesias, en las calles, plazas, actos de desobediencia civil, vigilias y ayunos, protestas, reuniones constantes, boicots, los estudiantes, los trabajadores y agrupaciones Latinas se unieron también. En esa década surgió muchos movimientos en contra de la guerra la cual puso fin a la guerra de Vietnam y los afroamericanos lograron finalmente muchas reivindicaciones.

El apartheid en África se cayó gracias al activismo de los mismos sudafricanos que se organizaron y protestaron pese a la represión que recibieron. Gracias en parte también al apoyo internacional y protestas de todas partes la minoría blanca dejó de segregar y reprimir los sudafricanos.

Quizás un gran ejemplo de lucha de movilización, disciplina, constancia organizada y de unidad fue la lucha de los puertorriqueños por sacar la Marina de Guerra de Estados Unidos de Vieques Puerto Rico en el 2003. Por 53 años se estuvo luchando. A principios fue un grupito los que protestaban, realizaron muchos actos de desobediencia, fueron encarcelados, calumniados y hubo intentos de dividir la lucha. Los organizadores convencieron científicos puertorriqueños que lograron demostrar los efectos de cáncer en la población civil viequense como producto de las prácticas militares. Los activistas acudieron a foros internacionales, a la Organización Mundial de la Salud, Médicos Sin Frontera, a la Internacional Socialista, a Greenpeace, llevaron su causa a las escuelas y universidades de Puerto Rico mediante documentales, pruebas médicas, testimonios de viequenses, estadísticas y con el tiempo lograron, con el apoyo internacional, la unidad de todas las denominaciones cristianas y religiones, estudiantes, pescadores, la unidad de los diferentes partidos políticos, se unieron los ambientalistas, abogados, maestros, artistas y una gran masa personas que se fueron educando en el proceso. Cuando muchos pensaban que no se podría sacar la Marina después de la tragedia del 11 de Septiembre en Estados Unidos, aún así por la presión del pueblo organizado y unido tuvo que salir la Marina en el 2003.

Esos son sólo algunos ejemplos a modo de muestra, porque se podría comentar otras luchas exitosas como la de los estudiantes en la Universidad Concordia en Canadá, las manifestaciones de apoyo en todo el mundo a favor del Movimiento Solidaridad en Polonia en los años 80’, la liberación de la India de los británicos por medio del gran pacifista hindú Mahatma Gandhi y su método de la no-violencia son, entre otros muchos ejemplos, del poder de las protestas para crear cambios sociales positivos y significativos en favor de las mayorías pobres.